Gaizka Urresti: "Ninguna plataforma ni televisión nacional quiso entrar en la producción"

Un día después de haber ganado su segundo Goya con 'Labordeta, un hombre sin más', Gaizka Urresti confiesa que «no lo veía muy claro, tenía esperanzas, pero estaba muy complicado», explica ya de regreso a Zaragoza después de una larga noche de celebración en Sevilla. La ocasión lo merecía: «Se habla del gran año del cine español pero solo nos fijamos en la ficción. No se ve que en documental estábamos cinco nominados de los cuales cuatro cineastas teníamos Goyas, de los cuales dos eran Fernando León de Aranoa e Isabel Coixet tienen 20». Es por eso también que en su discurso, el cineasta vasco aunque residente en Zaragoza desde hace muchos años, quiso hacer hincapié en el género: «Quería aprovechar mi tiempo para dar un pequeño mensaje que tiene que ver con el cine en general y con el documental. Un género que a nivel creativo te permite mucha libertad, también mucha independencia pero que es fruto de una cierta precariedad, no tiene el mismo apoyo que tiene la ficción ni por las salas ni por las ayudas, ni de las televisiones…».

Y en ese mensaje en el que defendía la libertad y la independencia también quiso acordarse de un gran amigo de José Antonio Labordeta, Carlos Saura: «Quería rendir homenaje a esa generación que trajo la libertad a nuestro país, la política y la creativa como Carlos Saura y Labordeta. Quería vincularlos a los dos esa noche tan especial», asegura.

Un epílogo brillante

El Goya es el epílogo de un viaje de más de cinco años en los que ha habido que trabajar mucho para que la producción saliera adelante: «Es la guinda del pastel, la validez de la película ya la teníamos con el éxito del público en los cines, pero no cabe duda que es un Goya es el premio más importante en este país y para mí también. Y lo hemos conseguido desde una producción independiente y desde una comunidad sin tanta fortaleza como otras en apoyo al cine. Y no lo olvidemos, con un tema tan aragonés que es la historia de Aragón y la de una generación».

¿Qué importancia tiene Labordeta en este reconocimiento? «La gente que se ha acercado a verlo es fundamentalmente por José Antonio que es una persona querida y admirada. Ahora bien, te voy a contar la cara b. Ninguna plataforma ni televisión nacional vio estas posibilidades. Nadie quiso entrar en la producción. Cuando estuve nominado con Aute decían que era normal porque era Aute, ahora me dicen lo mismo, pero, oye, ¿y por qué no se ha hecho antes? Si fuera tan fácil ya se habría hecho. Evidentemente el personaje es importante, pero hay mucho más detrás».

Un apoyo a la fundación

Gaizka Urresti tiene claro dónde va a estar este Goya: «Antes de estar nominados yo ya lo dije. Los primeros días lo disfrutaremos en casa y con amigos pero mientras la Fundación Labordeta esté abierta al público, me gustaría que estuviera ahí más que encerrado en un salón o en mi productora. El reto es que la fundación siga abierta, que reciba apoyos y que los aragoneses vayan a verla», explica el cineasta antes de reivindicar a la familia Labordeta: «Este documental ha salido gracias a ella, a Juana de Grandes como gran narradora que se ha abierto en canal para esta historia que la ha desgastado muchísimo física y emocionalmente, a sus hijas y a sus nietas. Ha sido la familia la que ha aportado su memoria para hacer esta película», concluye satisfecho por el trabajo realizado. 

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