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Eduardo Sacheri, escritor: "La prudencia es una virtud para la vida, no para la creación artística"

El escritor aborda en su nueva novela las utopías revolucionarias y la violencia política en la convulsa Argentina de los años 70

El escritor argentino Eduardo Sacheri.

El escritor argentino Eduardo Sacheri. / Victoria Cornejo

Eduardo Bravo

La cafetería Dandy de Buenos Aires tiene varias sucursales repartidas por toda la ciudad. Dos de ellas en la Avenida Santa Fe. Una a la altura del 801 y la otra, al 3202. A pesar de lo que pueda parecer, este detalle es clave para esta entrevista. Tanto es así que, de haber sido un hecho conocido, este redactor no se hubiera encontrado con la desagradable sorpresa de que, el día del encuentro con Eduardo Sacheri, uno estaba en el barrio de Recoleta y el otro en el de Palermo.

Este hecho, que resulta anecdótico en 2023, podría haber sido dramático en el caso de los personajes de 'Nosotros dos en la tormenta', la nueva novela del escritor argentino que narra la vida de una decena de personajes en el convulso Buenos Aires de 1975, en el que confluyen guerrilleros del Ejército Revolucionario del Pueblo, militantes de Montoneros, profesores de universidad, empresarios y los familiares o amigos de unos y de otros. En esa época, el error en una dirección, una cita cantada, una falla en los protocolos de seguridad, podía ser lo que separase la libertad del confinamiento, la vida de la muerte. Una realidad que, más allá de las circunstancias y su implicación política, es compartida por varias generaciones de argentinos. 

"El disparador inicial y más lejano de esta novela tiene que ver con un recuerdo de mi niñez. La novela está dedicada a mi padre y esa dedicatoria está relacionada con verlo, un domingo por la mañana cuando yo tenía seis o siete años, recibiendo un llamado telefónico. En él se le informaba de una tragedia horrible en la familia que hizo que se derrumbase a llorar. Aunque nunca llegué a hablar con él sobre el tema porque falleció poco después, ese momento fue una de esas imágenes que se te quedan presentes y acaban convirtiéndose en motor de cosas que uno hace después", explica Sacheri que, antes de comenzar a escribir Nosotros dos en la tormenta, realizó una importante labor de investigación para conocer el funcionamiento de las organizaciones guerrilleras, su estructura interna, su léxico y su funcionamiento a la hora de, por ejemplo, determinar los objetivos de sus operativos.

A pesar del tiempo transcurrido, el tema que trata la novela sigue siendo muy espinoso, muy discutido, y genera posiciones muy enfrentadas en mi país"

"A pesar del tiempo transcurrido, el tema que trata la novela sigue siendo muy espinoso, muy discutido, y genera posiciones muy enfrentadas en mi país. Por eso, me parecía importante conocer lo más detalladamente posible el funcionamiento de esas organizaciones. Solo así podía evitar caer en las caricaturas o las idealizaciones porque, tanto una cosa como la otra, me parecía una falta de respeto para los involucrados", comenta Sacheri que, además de consultar la amplia bibliografía sobre el tema publicada en estas últimas décadas, se reunió con exguerrilleros y familiares de víctimas de las organizaciones armadas.

El autor dice ser consciente de que, a pesar de toda esa investigación, "hay gente que se puede molestar. Sin embargo, mientras que la prudencia me parece una virtud en la vida en general, no es así en lo que se refiere a la creación artística. Cuando uno crea es importante sentirse libre y, en ese sentido, creo que la mejor manera de ser respetuoso con un pasado tan intrincado es, por ejemplo, que la novela tenga distintos caminos para recorrerla. Si bien está casi toda escrita en tercera persona, pues la única primera persona que hay es la de un padre que monologa de vez en cuando, el punto de vista va rotando entre diez personajes diferentes para que el lector tenga la posibilidad de empatizar con quien quiera según sus simpatías, sus visiones políticas y evitar con ello bajar línea, que es como nos referimos aquí en Argentina a cuando alguien te dice qué es lo que tenés que pensar".

Universo compartido

A lo largo de 'Nosotros dos en la tormenta' aparecen algunos de los personajes y hechos que marcaron la Argentina de los 70. Por ejemplo, María Estela Martínez de Perón, Augusto Timoteo Vandor, José López Rega, el 'Rodrigazo', el foco rural en Tucumán, el ataque al batallón de Monte Chingolo o la presencia en las calles de los Ford Falcon. Referencias que, sin ser imprescindibles para disfrutar de la lectura, pueden resultar ajenas al lector español.

"Coincido con que al lector español le van a faltar referentes, del mismo modo que me faltan a mí cuando leo una novela que tenga algún anclaje en la historia reciente de España. Hace unas semanas estuve en México y en Colombia acompañando la salida del libro y allí también sucede lo mismo. Sin embargo, creo que hay un universo común que es el hecho de que cualquiera de nuestros países enfrentó situaciones de violencia política y de organizaciones revolucionarias. De distinta índole, con distintos objetivos, pero que que pensaron la violencia como una herramienta de acción política legítima. En todo caso, también nuestro léxico o nuestra manera de hablar el castellano es diferente y, aunque hay expresiones que quedan medio en la nebulosa, me parece que es una complicación que enriquece", reflexiona Eduardo Sacheri, que explica también por qué en 'Nosotros dos en la tormenta' no tienen un papel relevante ni los militares ni grupos paramilitares como la Triple A o las patotas de la burocracia sindical.

El escritor Argenino Eduardo Sacheri.

El escritor Argenino Eduardo Sacheri. / Federico Paul

"Mi novela transcurre en 1975. En esa época los militares eran, en todo caso, una amenaza latente. Sin embargo, las organizaciones armadas estaban por entonces convencidas de que el gobierno de Isabel Perón podía ser derribado. Se sienten cerca de lograr ese objetivo y, de hecho, los militares no son una preocupación principal para ellos. Otra cosa es que los lectores y yo sepamos qué es lo que va a pasar después, pero eso no significa que en 1975 estuviera pasando. Sucedería lo mismo si hubiera escrito una novela ambientada en 2019, justo antes de la pandemia del coronavirus. En ese caso, los personajes demostrarían una ingenuidad absoluta sobre la pesadilla que se les iba a venir encima. Aquí sucede algo similar".

Si bien esta nueva novela comparte algunos de los elementos presentes en otros libros de Eduardo Sacheri, como la relación paternofilial que da lugar al título o la historia de la Argentina reciente, 'Nosotros dos en la tormenta' es una obra singular en la que el autor argentino renuncia a muchos de sus temas en beneficio de la historia principal.

"En el mejor de los mundos me gustaría pensar que mis novelas tienen esa doble condición de pertenecer a un universo reconocible y, al mismo tiempo, recordarse con cierta especificidad. Aquí está la Argentina de las últimas décadas, que sigue impactando en el presente de mi país, los vínculos entre las personas, como la paternidad o la amistad, y la elección de personajes pequeños, porque los protagonistas no son líderes revolucionarios sino guerrilleros de a pie, gente común y corriente. Lo que sucede es que, en esta novela, hay un costado trágico infrecuente en otros de mis libros, porque trata de gente que ha decidido tomar decisiones de vida y de muerte. Esto provoca que su propia vida cotidiana se impregne necesariamente de ese carácter casi solemne y ese es uno de los motivos de que no esté el fútbol o el humor, porque me parecía de una indulgencia peligrosa incorporar esos elementos tan livianos".

Cine y literatura

Dividida en cuatro partes según las estaciones del año y estructurada en capítulos breves, 'Nosotros dos en la tormenta' no deja de ser, más allá de su contenido político e histórico, una suerte de thriller que podría ser adaptado a la gran pantalla, como ya sucediera con 'El secreto de sus ojos' o 'La noche de la Usina', cuyos guiones fueron escritos por el propio Sacheri.

"Aunque me gusta mucho el costado cinematográfico que tiene mi carrera, siento que el núcleo son los libros. De hecho, cuando pienso una historia nueva, pienso en un libro, no en una película. Ni siquiera me planteo ponerme en contacto con la gente del mundo del cine para proponerles desarrollar directamente un guion. Para mí, escribir una novela tiene una complejidad, una demanda y una dificultad lo suficientemente grande, como para no tener en cuenta otros problemas que no sean los de la propia novela. No podría pensar 'tal vez me convendría que esto se resolviese de esta manera para facilitar un futuro guion'. Si pongo tantas cosas en juego, creo que perdería el placer de lo que estoy escribiendo", relata Sacheri, al que su labor como guionista sí ha hecho más exigente como espectador.

'Nosotros dos en la tormenta', de Eduardo Sacheri.

'Nosotros dos en la tormenta', de Eduardo Sacheri. / Alfaguara

"Mi abuela materna era una estupenda confeccionista de ropa. No trabajaba de eso, solo lo hacía para la familia pero, cuando veía a alguien con una prenda nueva, lo primero que hacía era pedirle que se acercara para tocar la tela y las costuras. No se conformaba con ver cómo te quedaba sino que necesitaba palparle la costuras. Ahora yo me doy cuenta de que, aunque no pierdo el placer de ver películas, también necesito palparle las costuras", reconoce Sacheri, al que, antes de acabar, no queda más que preguntarle por el contenido de esa llamada que supuso un antes y un después en la vida de su padre. "Tiene que ver con con familiares muy queridos que sufrieron mucho, algunos de los cuales están todavía vivos. Entiendo que me preguntes por ello, pero mejor que quede ahí, en recibir un llamado horrible anunciando una muerte en la familia".