producción cinematográfica

Las hermanas Labordeta estrenan ‘Los armarios no se vacían solos’

El cortometraje se proyecta este lunes por primera vez en el 50 aniversario del cineclub Cerbuna

Las hermanas Labordeta, Ángela, Paula y Ana, este lunes, en la presentación de ‘Los armarios no se vacían solos’.  | LAURA TRIVES

Las hermanas Labordeta, Ángela, Paula y Ana, este lunes, en la presentación de ‘Los armarios no se vacían solos’. | LAURA TRIVES / andrea s. centellas

Andrea Sánchez

Andrea Sánchez

Tres hermanas en Madrid y una lluvia de ideas sobre la mesa fue el origen de 'Los armarios no se vacían solos'. Un cortometraje dirigido por Paula Labordeta, guionizado por Ángela Labordeta y protagonizado por su hermana Ana, junto a Malena Casado. Una ficción que aborda el duro proceso de despedida de un ser querido y todo lo que conlleva. «Esta nos pareció que era la idea más bonita para nosotras, la que mejor podíamos contar, porque desgraciadamente todos hemos tenido pérdidas», lamenta la directora. Este lunes ha sido proyectada por primera vez dando el pistoletazo de salida a la programación especial por el 50 aniversario del cineclub Cerbuna.

«La protagonista sufre la pérdida de su pareja. No quiere ver a nadie, se regodea de su propio dolor y no se da cuenta de que los que le rodean también están sufriendo», comienza contando Paula Labordeta. La historia continúa cuando aparece otro personaje, «su sobrina, que llega a Zaragoza a estudiar y empezará a vivir con ella. La joven le ayudará a salir de ese pozo, aunque al principio la protagonista no quiere de ninguna manera».

Identificación con el personaje

«Es la unión de dos generaciones diferentes, de cómo sobrellevar esa pérdida desde puntos de vista diferentes», cuenta la directora. El objetivo del cortometraje es que el público se sienta identificado con ese personaje, «no queríamos dar pena ni ser demasiado dramáticas», confiesa. «Simplemente es una realidad que pasa a mucha gente y la contamos a través de este personaje, queremos que se entienda hasta el punto que llega y por qué lo hace», añade. Para Labordeta, conseguir eso sería «maravilloso».

Una vez tenían la idea trabajaron sobre el guion, todas juntas, aunque Ángela fue la encargada de plasmarlo sobre el papel. Después comenzaron con los castings, «nos hacía falta una chica joven, queríamos que fuera de Zaragoza y decidimos que fuera Malena la coprotagonista que acompañara a Ana en el corto», cuenta la directora. Y poco a poco fueron formando todo el equipo, maquilladores, fotógrafos… «Una vez tuvimos esto, que es importantísimo, grabamos en cinco días, empezamos el proceso de visionado, de montaje y por último de tablonaje», todo esto en un mes y medio, relata.

Las hermanas Labordeta querían que fuera una historia «muy real». «Creo que una película siempre quiere llegar, que cuando la gente la vea entienda lo que se está diciendo», subraya la directora. Quieren que el público se siente, lo vea y se lo crea, «todo esto gracias al guion, la dirección, la actuación, la iluminación…», añade Labordeta.

Un auténtico desafío

La directora confiesa que fue un desafío desde el principio hasta el final. El primer reto al que se enfrentó la directora fue dirigir algo de ficción, nunca lo había hecho, aunque ha dirigido numerosos documentales y confiesa que fue «todo un aprendizaje», al tiempo que añade que «es muy complicado llevar a cabo. Aunque sea un corto, el proceso de arranque es el mismo que un largometraje». «Pero la verdad es que todo fue como la seda, no tuvimos ningún problema de grabación. Fue una maravilla», manifiesta.

Las hermanas han tenido varias productoras con las que han hecho algunos documentales, pero esta es la primera vez que hacen un cortometraje de ficción juntas. «Trabajamos muy bien y discutimos muy poco, eso hace todo mucho más fácil», confiesa Labordeta. «En el cine nada se hace en soledad y lo fundamental es rodearse de profesionales, todo esto lleva y ayuda a conseguir lo que uno quiere», subraya. La directora muestra su satisfacción con el resultado y su idea es seguir adelante trabajando las hermanas juntas, «porque ha sido una experiencia muy bonita», concluye.