La alcaldesa de la ciudad de Teruel, Emma Buj, y el primer edil de Huesca, Luis Felipe, apelaron a la responsabilidad individual de la ciudadanía tras conocer que en ambas capitales de provincia se decreta hoy un confinamiento perimetral debido al aumento de la incidencia de covid-19.

Ambos alcaldes coincidieron en el llamamiento a los turolenses y oscenses, para que extremen sus precauciones. Emma Buj lanzó un mensaje a la población de Teruel diciendo que considera que «es el momento de permanecer en los domicilios y los trabajos». Recomendó minimizar la vida social, realizar las compras «necesarias e imprescindibles» y hacer los menores desplazamientos posibles.

En referencia a la alerta 3, admitió que desconocía los motivos por los que se decidió implantar el confinamiento la noche del jueves y, sin embargo, esperar al lunes las medidas del nuevo nivel de alerta. «Entiendo que el Gobierno de Aragón es quien tiene que explicarlo», apuntó la alcaldesa.

En este sentido, anunció que en el ayuntamiento y las instalaciones municipales se activaban en ese instante todas las medidas que aparecen reguladas en la alerta 3. «Si esa fase entra en vigor el lunes, entendemos que no tiene sentido esperar a tomarlas, cuando nos están diciendo la alta tasa de incidencia en la ciudad», manifestó. Por ejemplo, el aforo de gimnasios y piscinas -reducido al 25%- en Teruel ya estaba al 30%, «solo es un 5% de bajada», dijo. También se prohíben los centros de ocio, por lo que este fin de semana ya no abrirá el de la plaza Domingo Gascón, según indicó.

Teruel presenta actualmente los peores números de contagio registrados en la ciudad, y aunque Buj admitió ser consciente de la repercusión económica de las restricciones, consideró «que es mejor pasar dos semanas malas que tres meses».

La ciudad tendrá controlados todos sus accesos tras la decisión de la Junta Local de Seguridad.

Junta Local de Seguridad en Teruel

Luis Felipe, el alcalde de Huesca, dijo con «tremenda» preocupación, que «si no conseguimos parar esta curva, las restricciones irán a más». Unas medidas que conllevan «limitaciones en nuestra vida diaria», comentó, así como efectos negativos para la actividad económica de la ciudad. «He visto comercios, hostelería y pequeños negocios que se esfuerzan mucho en las medidas, que ponen grandes dosis de responsabilidad, y por culpa de comportamientos no responsables de otras personas esta actividad se ve tremendamente limitada», subrayó.

«Hay que apelar al sentido común, nos estamos jugando mucho, nuestra economía y lo más importante, nuestra salud», expresó. Asimismo, aseguró que la alerta 3 supondrá «un revés» para la economía, por lo que prevé seguir dando ayudas y que el presupuesto del 2021 tenga como prioridad el sector económico local y las políticas sociales.

Felipe advirtió de que pueden seguir llegando medidas peores que las ya adoptadas, por lo que hizo un llamamiento a la ciudadanía para tomar la «máxima precaución». «Seamos consecuentes con las medidas, este virus se comporta como nos comportamos la gente, si no es responsable, el virus va a seguir creciendo y situando en un nivel de preocupación y de presión a nuestro sistema sanitario, además de poner en riesgo la salud y la vida de muchas personas», manifestó.

Según el alcalde, Huesca fue ejemplar en las no fiestas y en la no celebración del ascenso de su equipo de fútbol, pero admite que ahora ha habido «una gran relajación», que «por diversas circunstancias» ha abocado a una posición difícil como ciudad, junto a las otras capitales aragonesas.