¿Por qué cayó el edificio de Teruel?

«El agua lleva la escritura bajo el brazo», es decir, pasa por donde se propone

Sergio Fabra

Sergio Fabra

Corría el año 2007, un servidor estaba en su tercer año de la extinta ingeniería técnica de obras públicas y un profesor «de los buenos» dijo una frase que se me quedó grabada para siempre. «El agua lleva la escritura bajo el brazo». Este profesor, uno de los mejores que he tenido en mi etapa como estudiante es Manuel Cerdá. Tuve la suerte de disfrutar sus clases en la asignatura de Geotecnia y Cimientos. Sus clases eran lecciones de experiencia, historias de obra, narraciones de sus paseos por el campo con sus hijos buscando trilobites o cómo le rompieron un fósil volviendo en avión para explicarte la geología. Conseguía dejarte embobado escuchándole y, además, después de 17 años, aún me acuerdo de estas historias.

Pero vamos a lo que vamos, este martes 13 de junio asistimos al colapso de un edificio en la ciudad de Teruel. Aún no están claras las causas del suceso, pero os quiero contar, sin tecnicismos, el por qué ha podido pasar esto. Es una hipótesis, no tengo pruebas, pero tampoco muchas dudas.

Las zapatas o la cimentación de una estructura, son los pies de la misma, cumplen la función de transmitir las cargas del edificio al terreno.

¿Por qué no se hunden estas zapatas? Lo primero que debemos conocer es el concepto de tensión admisible del terreno, o explicado como lo hago en mis clases de Estructuras a pie de Calle, lo que resiste el suelo. El que no se hundan es debido a que dimensionamos una superficie de zapata. Para ello, con el concepto de fuerza entre superficie, si aumentamos la superficie tendremos menos tensión en el terreno.

Para entenderlo, si alguna vez has estado en la nieve esquiando, ¿por qué cuando pisas la nieve sin el esquí te hundes y cuando te pones el esquí no? Pues básicamente, es porque estás repartiendo tu peso en mas superficie y la tensión transmitida a la nieve es menor que la admisible de la nieve. Esto es, en un resumen muy básico, como funcionan las zapatas.

Y quizás te preguntes ¿Y por qué ha aguantado en pie 49 años si las zapatas son las mismas?

Se hablaba de que los vecinos habían denunciado posibles filtraciones de agua, además de las fuertes lluvias acontecidas el día anterior al derrumbe. «El agua lleva la escritura bajo el brazo» y quiero decir con esto que pasa por donde se propone. Estas filtraciones pueden, a lo largo de los años producir un arrastre de partículas del terreno, dejando huecos debajo de la zapata.

Esto lo que hace es que la cimentación apoye sobre menos superficie, aumentando la tensión transmitida. En el momento que la tensión que transmitimos es superior a la que el suelo puede soportar, el suelo empieza a colapsar y a producirse «asientos» o lo que es lo mismo un descenso de las mismas que a su vez introducen mayores esfuerzos en las vigas, pilares y forjados de la estructura hasta que llega el punto donde no aguantan y se produce el colapso o rotura en cuestión de segundos haciendo un «efecto dominó».

¿Podría haberse evitado? Lo complicado aquí es darse cuenta de las filtraciones, en este caso parece que si que estaban localizadas por la denuncia de varios vecinos. Si se localizan se puede actuar para evitar esto con una mejora del terreno dañado o un aumento de las superficies de las zapatas en caso que sea posible.

Hay que destacar que no tenemos que lamentar víctimas mortales en este accidente y sacar un aprendizaje sobre esto.

Las redes de aguas pluviales y fecales publicas necesitan un mantenimiento frecuente, ya que, de lo contrario pueden derivar en tragedias como la de esta semana en Teruel.

No se trata de instalarlas y olvidarnos de ellas, ya que estas pueden sufrir roturas por el peso de tráfico u otros motivos y provocar filtraciones que a la larga pueden acabar en tragedia.

* Ingeniero de caminos

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