Opinión | SALA DE MÁQUINAS

Un misterio para Unamuno

La figura de Miguel de Unamuno sigue concitando mucho interés, inspirando reflexiones, debates, estudios o películas... Y, ahora, una nueva novela (tal vez una futura serie), surgida de la pluma de Luis García Jambrina: El primer caso de Unamuno (Alfaguara)

En sus páginas, el autor convierte al filósofo en el investigador de un crimen que tiene lugar en su Salamanca natal, en cuya universidad ejerció como rector. Aquel acendrado prestigio, y los conocimientos que atesoraba tras su largo aprendizaje intelectual, servirán a García Jambrina para construir sobre el personaje real de Unamuno, y sobre su posterior leyenda, un nuevo carácter para la ficción policíaca, hábilmente conseguido y perfilado.

No era nada fácil.

No lo era porque el peso de la imponente figura de Unamuno, ateo y cristiano a la vez, republicano y conservador al mismo tiempo, a medias existencialista, a medias romántico, hombre de reflexión y de acción, referente de la II República y de la guerra civil puede aplastar cualquier versión que se ponga a su lado. Jambrina sale airoso del reto gracias a sus muchos talentos y recursos como novelista y, sobre todo, a su elegante pluma, de sabores clásicos y hábiles giros a la hora de dinamizar los episodios de este caso criminal (¿primero de una futura serie?) que Unamuno deberá resolver con las solas fuerzas de su observación y razón.

Lo hará, también, en compañía y con el auxilio de un abogado, salmantino igualmente, Manuel Rivera, devenido en una especie de doctor Watson junto a la castellana réplica de Sherlock Holmes que Unamuno irá encarnando a medida que investiga las posibles causas y a los presuntos sospechosos de esa muerte violenta que en la novela ha conmocionado a Salamanca. Una sociedad patriarcal, de terratenientes, con un poder político muy poco dispuesto al escándalo de la sangre ni a que un profesor de filosofía juegue a los detectives para sacar los higadillos a más de uno.

Una novela que se lee con el placer con que se devoran las buenas tramas policíacas, pero que asimismo reconstruye la figura, el personaje, el alma de un Miguel Unamuno al que Jambrina nos mostrará asimismo de puertas para adentro, en su casa, con su mujer, doña Concha, y los siete hijos habidos con ella...

Muy recomendable.

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