La opinión de Sergio Pérez

El gen competitivo de Escribá y su tándem con Cordero

La victoria contra el Cartagena selló la permanencia matemática del Real Zaragoza en Segunda, pero sobre todo sirvió para confirmar una tendencia claramente al alza. El entrenador ha hecho bien su trabajo. Ahora tiene otro importante desafío por delante: la confección de la plantilla 23-24 junto con Juan Carlos Cordero en un momento crucial para el club

Bebé, muy activo durante todo el encuentro, golpea un balón ante el Cartagena.

Bebé, muy activo durante todo el encuentro, golpea un balón ante el Cartagena. / ÁNGEL DE CASTRO

Sergio Pérez

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Empate, empate, victoria, empate, empate, empate, victoria, victoria, empate, empate, derrota y victoria. Esta es la hoja de servicios de Fran Escribá en los tres últimos meses, el periodo en el que de manera más patente se han empezado a percibir los efectos de su trabajo. El triunfo contra el Cartagena selló la permanencia matemática del Real Zaragoza en Segunda División, la que venga será la undécima temporada consecutiva en la categoría, pero sobre todo sirvió para confirmar una tendencia claramente al alza después de aquel golpe bajo en Málaga a finales de febrero y para darle continuidad a una línea de juego consistente y con buenos resultados, aunque haya sido tarde y con un hándicap permanente: las lesiones, especialmente arriba.

Escribá va a terminar la Liga con un equipo perfectamente reconocible, siempre competitivo, al que ha ido introduciendo ligerísimas variaciones de modelo pero al que ha mantenido el estilo. Ha construido un bloque duro de roer, muy difícil de ganar y con una estructura defensiva eficiente. Salvo fechas puntuales, al equipo le ha costado encontrar el gol pero su producción ofensiva ha crecido de modo palpable. Por este camino, el entrenador ha ido dando con la mejor versión de un buen número de futbolistas: de Bermejo en letras mayúsculas, de Francho, de Nieto, de Jair, de Bebé, de Lluís López o de Giuliano, por ejemplo.

En este último tramo, Escribá ha recuperado también a Jaume Grau y, frente al Cartagena, le dio la titularidad a Francés después de un mes en el banquillo. El central respondió con un gran partido defensivo: sereno, tranquilo con el balón, seguro, bien en la anticipación y en posicionamiento.

La próxima temporada será otro cantar, pero el camino recorrido por Escribá en estos meses no será en balde. El técnico ha puesto las bases de su proyecto y ha demostrado que sabe optimizar rendimientos. Su parte del trabajo ha estado bien hecha. Ahora empieza la siguiente: la que tiene por delante este verano junto con Juan Carlos Cordero. El momento más importante del Real Zaragoza en los últimos tiempos, todo un punto de inflexión que se abre en el horizonte. La SAD contará con un límite salarial realmente interesante, numerosas fichas disponibles y la posibilidad de reconstruir la plantilla para saltar al siguiente nivel y pelear, de manera cierta, por el ascenso a Primera.