La opinión de Sergio Pérez

Julio Velázquez, las deudas cobradas y pagadas con sus jugadores

Con cinco puntos de doce posibles en cuatro jornadas, tres de ellas fuera de casa, Julio Velázquez ha conseguido estabilizar al Real Zaragoza a pesar del retroceso que sufrió la progresión del juego contra el Amorebieta. Para crecer, eso sí, necesitará un impulso continuado que todavía no ha conseguido encontrar, cobrar deudas con malos pagadores y pagar con más tacto las que deba a jugadores que vayan respondiendo con mucho en poco tiempo.

Julio Velázquez da instrucciones a Francho y Francho en Lezama frente al Amorebieta.

Julio Velázquez da instrucciones a Francho y Francho en Lezama frente al Amorebieta. / CARLOS GIL-ROIG

Sergio Pérez

Sergio Pérez

Desde un punto de vista estadístico, sus números no son excesivamente relucientes. Julio Velázquez ha sumado cinco puntos de doce posibles desde su llegada con un calendario complejo con tres partidos fuera de casa, con todo lo que ello implica en esta categoría, y solo uno como local. Contextualizado no es un mal balance, pero tampoco bueno. A pesar de ello, la entrada del técnico salmantino en el Real Zaragoza ha sido satisfactoria y ha provocado un efecto manifiestamente provechoso.

De su debut en el banquillo hay que quedarse con una particularidad que parece menor, aunque en realidad tiene la máxima importancia. De entre todas las cosas, Velázquez ha conseguido detener el proceso de desgaste y despeñamiento pronunciado que sufría el equipo cuando lo recogió. Parece un logro secundario, pero lo es del rango mayor. El momento en el que llegó al club era tremendamente difícil por el deterioro al que había llegado la situación.

Hasta ahora, Velázquez ha conseguido sujetar al Real Zaragoza y que no cayera más abajo y asentarlo de manera muy firme en al menos dos partidos, en casa con el Leganés y fuera contra el Espanyol. De Albacete, en su debut, nada hubo que rescatar y de este domingo frente al Amorebieta, muy poca cosa. Mal partido del equipo en líneas generales, con un índice de vulnerabilidad alto pero condicionado por un importante error arbitral al no conceder un penalti clamoroso a favor.

La secuencia de las cuatro jornadas con Velázquez al mando sería: otro paso atrás, un par al frente y nuevo parón en Lezama. El resultado, que el equipo está decimocuarto a cuatro puntos del playoff cuando el salmantino lo recogió decimotercero a cinco de la promoción. El Real Zaragoza está estabilizado. Para crecer, eso sí, necesitará un impulso continuado que todavía no ha conseguido encontrar.

Velázquez ha repetido alineación y modelo en las tres últimas jornadas después del susto de lo que vio en Albacete. En esas tres semanas no ha perdido y ha hecho un cinco de nueve, aunque el rendimiento ha sido variable y la flojera ante el Amorebieta ha generado dudas que parecían disipadas. El entrenador tendrá que tomar nuevas decisiones en adelante, ir ajustando sus ideas a cada momento, a cada rival y a cada partido. Y también empezar a cobrar deudas con los malos pagadores, que algunos hay entre los habituales, y a pagar con más tacto las que vaya contrayendo con futbolistas que hayan respondido con mucho en poco tiempo saliendo desde el banquillo y que merezcan una mejor consideración posterior.