REAL ZARAGOZA

De Poussin a Maikel Mesa: la primera vuelta de los fichajes del Real Zaragoza

Solo cinco de las once incorporaciones del verano son ahora mismo titulares en el equipo de Julio Velázquez

Maikel Mesa celebra uno de sus goles.

Maikel Mesa celebra uno de sus goles. / ÁNGEL DE CASTRO

El final de la primera vuelta es siempre momento para análisis y balances. 21 jornadas son partidos suficientes como para valorar el rendimiento de los jugadores, teniendo en cuenta el carrusel de sensaciones que ha vivido el Real Zaragoza estos meses, desde la euforia por el inicio perfecto pasando por la crisis que se llevó por delante a Fran Escribá hasta llegar a la mejoría tan evidente como corta de resultados con Julio Velázquez. 

Once fueron los fichajes del mercado de verano, todos nombres contrastados e ilusionantes pero con desigual rendimiento y situación para cada uno de ellos pasada la primera mitad del campeonato. Solo cinco de ellos fueron titulares en el último partido y pocos se han ganado el apelativo de indiscutibles. 

Poussin: marcado por sus errores

El guardameta francés llegó con la difícil papeleta de estar a la sombra de Cristian Álvarez pero las lesiones del argentino han abierto de par en par la portería del Real Zaragoza. El paso de Poussin por ella ha estado claramente marcado por sus errores. El más evidente y acusador fue el de El Molinón. Con 1-2 en el marcador después de haber obtenido un 0-2 de ventaja y ya en el tiempo añadido, en el 97, Poussin atrapó el balón en un córner pero lo puso en el suelo sin ver que detrás tenía un rival e Insua hizo el 2-2. El galo venía de otro error frente al Alcorcón que había costado otro gol al conjunto aragonés y Escribá decidió confiar en Rebollo. Hasta el partido de Copa. Frente al Atzeneta, en un duelo infame de todo el equipo, Poussin volvió a fallar estrepitosamente en el tanto que eliminó al Real Zaragoza.

Lecoeuche: frenado por las lesiones

El lateral galo se ha revelado como uno de los refuerzos más interesantes, pero su primera vuelta ha estado claramente marcada, y frenada, por las lesiones. Primero fue una fascitis plantar, todavía en la pretemporada, luego un problema en el aductor y después pequeñas sobrecargas hasta romperse en Albacete. Era su octavo partido seguido y solo ha podido participar en diez de los 21 por todos esos problemas físicos. Cuando lo ha hecho se ha mostrado como un lateral solvente y, sobre todo, con gran recorrido por la banda y buen pie para poner centros al área.

Mouriño: la gran revelación final

Llegado gracias a las sinergias con el Atlético de Madrid, el uruguayo apenas tuvo protagonismo con Fran Escribá y, cuando apareció, no convenció mucho ni siquiera al propio entrenador, que lo tenía claramente como el tercer central. Pero el cambio de sistema con Julio Velázquez para jugar con tres centrales ha puesto en el foco a este joven defensa, que ha sido la gran revelación del tramo final de la primera vuelta. Su velocidad le convierte en idóneo para jugar en una defensa adelantada como la que plantea Velázquez y le permite incluso poder incorporarse al ataque. Ha sido titular en los últimos cuatro partidos, en los que el nuevo técnico ha apostado por esa estructura de los tres centrales con el uruguayo, Jair y Francés, y parece difícil que vaya a salir del once mientras se mantenga ese esquema. 

Aguado: de brújula a desaparecido

El regreso de Marc Aguado en verano fue una de las grandes noticias del mercado. Tras una gran temporada llevando la manija del Andorra en Segunda División, el ocho volvía para hacer lo propio en un equipo que necesitaba renovar por completo el centro del campo. En la pretemporada y en el ese ya lejano inicio perfecto del equipo, con cinco de cinco, Aguado fue la brújula del equipo, el referente en el centro del campo, siempre bien situado, cortando y dando salida al balón con facilidad y sencillez. Pero la crisis de juego y resultados le tuvo como uno de los principales damnificados y ha ido apareciendo a cuentagotas desde entonces.

Toni Moya: idas y venidas del once

Como Aguado, Toni Moya era otro de los jugadores que venían para ser un referente en el centro del campo y hacerse con la sala de máquinas del equipo. Comenzó siendo titular pero cuando las cosas se torcieron Escribá fue probando alternativas y perdiendo la confianza en el mediocentro, que solo dispuso de 14 minutos de juego en los últimos cuatro partidos del técnico valenciano. Con Julio Velázquez su situación ha cambiado y ha vuelto a ser titular indiscutible en los cuatro partidos que el técnico ha utilizado el mismo esquema.

Valera: el más titular de todos los fichajes

Es de los pocos fichajes que, una vez aparecido en el once inicial, puede considerarse un fijo desde entonces, tanto con Escribá como con Velázquez. Es, además, el extremo más puro de la plantilla, lo que le da ventaja a la hora de ocupar una de las posiciones del ataque zaragocista, que tantos quebraderos de cabeza ha dado a lo largo de la primera vuelta. Su velocidad le hace ser uno de los jugadores más incisivos del equipo aunque quizá se eche en falta un poco más de participación en los goles del equipo. Ha marcado uno, en once disparos, pero no ha dado ninguna asistencia.

Vallejo: suplente con buenos números

Fue uno de los últimos en llegar y es de los que menos protagonismo tienen en el equipo porque no ha conseguido hacerse con el puesto de titular, aunque su rendimiento dice otra cosa. Ha salido de inicio solo en ocho de los 21 encuentros disputados, pero sus números no son nada malos teniendo en cuenta esa participación, ya que ha anotado dos goles (en Cartagena y en casa del Espanyol) y repartido otras tantas asistencias. Los problemas con el gol del equipo han hecho que se echara en falta más participación suya. Con Velázquez es claramente suplente.

Maikel Mesa: el gran goleador

El centrocampista canario está cumpliendo con las expectativas. Su juego puede pasar desapercibido, él parece invisible en algunos partidos hasta que aprovecha su instinto para llegar al área y marcar goles. Cualidades que han explotado en las últimas jornadas. Es el pichichi del equipo con seis tantos, tres de ellos en los últimos cuatro partidos que han servido para sumar cinco puntos. Ha marcado también el único penalti que le han señalado al equipo en la primera vuelta.

Mollejo: titular a base de esfuerzo

Es un fichaje a medias porque ya estuvo la pasada temporada, pero regresó en verano con el claro papel de ser un revulsivo para el equipo, de aparecer en el banquillo en las segundas partes y desatascar los partidos a base de su insistencia, trabajo y pelea continua. Pero las lesiones y el rendimiento de algunos compañeros han acabado por abrirle de par en par las puertas de la titularidad, que ha ocupado los últimos siete partidos en que ha estado disponible. Es el segundo goleador del equipo con cuatro tantos.

Bakis: el gol que no llega

Iba a ser la gran referencia ofensiva del equipo pero todavía no se ha estrenado con la camiseta zaragocista. Más que un problema de calidad o capacidad, ha dejado la sensación de que el equipo y él no sabían encontrarse, porque tampoco es que haya desperdiciado muchas ni grandes ocasiones. El juego del Zaragoza no favorecía su aparición ni aprovechaba sus características y ahora lleva más de mes y medio parado por un problema en el menisco.

Enrich: el más decepcionante

Venía avalado por su gran trayectoria y experiencia, pero su presencia en el equipo está siendo de las más decepcionantes. Cuando ha salido de titular, incluido el duelo de Copa frente a un Tercera, ha pasado totalmente desapercibido, sin tocar apenas balones. Suele ser un recambio habitual en la recta final de los partidos pero no se recuerda ninguna gran ocasión que haya pasado por sus botas. Solo ha dispuesto de 365 minutos de juego y ha sido tres veces titular en la Liga.