"La temporada no ha acabado, ni para bien ni para mal"

Ambos ocuparon el banquillo que actualmente es propiedad de Julio Velázquez. Conocen bien el Real Zaragoza y una ciudad que maldice su suerte ante la decepcionante temporada de ese equipo con el que se las prometía tan felices en agosto. Víctor Muñoz y César Láinez emiten un diagnóstico distinto acerca de los males de un Zaragoza incapaz de dar el paso necesario para aspirar a algo más que a escapar de la mediocridad en la que lleva años instalado. El exportero, que salvó al equipo del descenso en la convulsa campaña 16-17 en la que fue el tercer ocupante del banquillo tras Luis Milla y Raúl Agné, lamenta «el mal de siempre» que afecta a un Zaragoza «cuya idiosincrasia es diferente a todo».

Para Láinez, el curso empezó «genial» pero el equipo «mereció algo menos al principio y más después», y asocia el habitual declive con la «precipitación en la toma de decisiones durante tantos años». Ahora, con el Zaragoza de nuevo en zona de nadie y lejos de todo, las características del derrumbe son diversas. «Se juntan varios factores, como la identidad y la continuidad en un vestuario o lo que rodea en lo que se refiere a entrenador o dirección deportiva, o gestores con las espaldas muy anchas porque saben que van a tener que aguantar desilusiones de mucha gente», analiza.

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Cuidado

Pero el aragonés se resiste a tirar la temporada, aunque advierte que «ni para bien ni para mal» porque «ahora sumas diez de los próximos doce puntos y la cosa cambia, pero también puedes perder en Villarreal, un equipo con jugadores muy buenos pero difíciles de gestionar como grupo. Y si pierdes te metes en un lío importante, pero hay que pensar en positivo. Pocos pensaban que el Elche de Pacheta podía subir y lo hizo, pero ya le digo que no se puede dar esto por finiquitado tampoco para lo malo», reitera.

Láinez: «Se pudo ganar al Cartagena, pero la derrota no fue injusta. En cualquier caso, cuando puede pasar de todo, al Zaragoza generalmente le pasa lo malo»

El bofetón ante el Cartagena ha instalado la desazón y cierto grado de resignación entre un zaragocismo cansado de volver siempre a las andadas. «Se pudo ganar, pero la derrota no fue injusta. En cualquier caso, cuando puede pasar de todo, al Zaragoza generalmente le pasa lo malo», lamenta el exmeta, que cree que la solución para enderezar la campaña pasa, sin duda, por «la mejoría individual de los jugadores. Como colectivo nadie tiene duda sobre un equipo compacto que juega bien defensivamente y solidario, pero los jugadores deben dar ese salto» y argumenta que «a Toni Moya le he visto dos partidos buenos, Marc tiene mucho más fútbol del que estamos viendo, Valera y Bakis me llamaron la atención en Andorra y ahora pasan desapercibidos en un sitio que es un escaparate bonito para dar ese paso a la elite o a Primera. Zaragoza siempre ha sido un trampolín pero ahora es un pozo. Mantengo que la plantilla puede que no sea de las dos mejores, pero sí para estar en playoff», asevera.

Láinez: "A Toni Moya le he visto dos partidos buenos, Marc tiene mucho más fútbol del que estamos viendo, Valera y Bakis me llamaron la atención en Andorra y ahora pasan desapercibidos en un sitio que es un escaparate bonito para dar ese paso a la elite o a Primera. Zaragoza siempre ha sido un trampolín pero ahora es un pozo"

Aunque Láinez exige un reparto de responsabilidades. «Centrar la atención y situar el foco sobre una sola persona después de once años me parece una locura», indica en relación a la cuota correspondiente a Velázquez o Cordero. «Se fichó a Guti, Edgar y seguro que se trató de traer un atacante, pero los mercados son los que son y creo que lo que se trajo mejora lo que hay. Zedadka iguala o mejora a Gámez y Guti nos iba a dar muchísimo porque daba posibilidades de utilizar sistemas distintos ya que entiende muy bien el fútbol. Hay que poner en el foco es todo en conjunto. Velázquez dio con la tecla tras perder en Albacete con un sistema nuevo pero el entrenador debe tener capacidad para mejorar individualmente a los jugadores y luego ellos de dar ese salto de calidad. Si regateo tres veces y no me sale intento una cuarta y si me silban me aguanto. Dar un paso adelante, eso es personalidad», subraya.

Muñoz: "No hay jugadores que marquen la diferencia"

Para Víctor Muñoz, en cambio, la conclusión es más directa. «El Zaragoza no hace goles con facilidad ni tiene la capacidad suficiente para ganar partidos», apunta. «Empezó bien, pero aquello no era real. Veo todos los partidos y sé cómo está el Zaragoza y la categoría y tengo claro que para ascender debes tener jugadores que marquen la diferencia y el Zaragoza, que está obligado a tenerlos, carece de ellos». En ese sentido, Muñoz centra el foco en el futbolista, pero tiene claro que la responsabilidad es compartida. «El objetivo del ascenso es para todos los componentes del club y la responsabilidad ha de ser repartida también con el entrenador», aunque rescata la relevancia de contar con los mejores efectivos posibles para diferenciarse del resto e incrementar las opciones de ascenso. «Son ya once años en Segunda y el Zaragoza hace tiempo que debía estar en Primera».

Víctor Muñoz: "Con el equipo que hay y esa importante falta de gol en cuanto a generación y finalización, no veo factible el ascenso"

Para Víctor, que entrenó al equipo aragonés en la segunda mitad de la 13-14 y la primera de la 14-15, además de otras tres campañas en Primera, la temporada no ha acabado, pero tiene claro que «el Zaragoza no va a ascender. A lo mejor llega al playoff, pero no conseguirá el objetivo del ascenso, aunque todo puede pasar en el fútbol. Pero con el equipo que hay y esa importante falta de gol en cuanto a generación y finalización, no veo factible el ascenso», expone el zaragozano, que hace cerca de un año aseguró en Zaragoza que él subiría al equipo aragonés «en año y medio». «Aquello era... (risas). Bueno, lo sigo pensando, no era coña. Este año no lo veo», dice. 

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