REAL ZARAGOZA

«Víctor es un chute antidepresivo»

Andoni Cedrún, Jesús Solana y Néstor Pérez analizan el regreso de Víctor Fernández al Zaragoza

Víctor Fernández, en su primera sesión de entrenamiento en la Ciudad Deportiva.

Víctor Fernández, en su primera sesión de entrenamiento en la Ciudad Deportiva. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Cambiar de entrenador nunca es una buena noticia pero si el que llega es Víctor Fernández, la cosa cambia. Su sola presencia ha servido para levantar el decaído ánimo del zaragocismo, dejar atrás la crispación y volver a tener ganas de ir a La Romareda. También lo ve así el zaragocismo más experto, el de exjugadores y técnicos. Andoni Cedrún, doce temporadas defendiendo la portería de La Romareda, seis de ellas bajo las órdenes de Víctor, lo resume así: «Es un chute para la depresión que tenemos».

«Desde el punto de vista del entrenador, cambiarlo siempre es una mala decisión, más si cabe cuando es el segundo cambio. Pero hay cambios y cambios y hacer un cambio para que vuelva Víctor Fernández siempre es positivo», señala Néstor Pérez, entrenador con una amplia experiencia en el fútbol aragonés, tanto en los banquillos como en diferentes secretarías técnicas.

El zaragozano argumenta por qué el cambio de Víctor Fernández es diferente. «Es el mejor entrenador de la historia del Real Zaragoza, que ilusiona a todo el zaragocismo y que tiene que servir, más allá de la ilusión, para poner las pilas a la plantilla. Para ellos también tiene que ser un aliciente ver cómo en el fútbol, que es muy complicado, esta es una decisión que se aprueba casi unánimemente. Eso es tremendamente difícil, ponernos a todos de acuerdo, y en este caso se cumple. Los cambios de entrenador no suelen ser una buena señal pero en este caso creo que merece la pena», señala.

Para Andoni Cedrún, el cambio ya ha surtido un efecto. «Independientemente del enfoque futbolístico que le dé al equipo, el botepronto es el chute antidepresivo que tenemos la afición del Real Zaragoza, que es pasar de una irritación, de un fracaso, de una decepción, al optimismo. Para mí eso es lo primero. Luego ya vendrá lo que venga en el campo, lo que pueda transmitir, las sensaciones del equipo. Pero de momento, un antidepresivo, es un parche antidepresivo», insiste el exguardameta zaragocista.

Jesús Solana, nueve temporadas como blanquillo, seis junto a Víctor Fernández, no valora la decisión del cambio de entrenador por falta de un conocimiento interno de la situación pero sí la decisión de su extécnico. «Víctor siempre ha sido un comodín que ha estado ahí, siempre dispuesto a echar una mano al club, siempre se ha ofrecido, es un zaragocista de pro como se vio en su presentación, que sabe que va a dar todo por el Zaragoza. Aparte de que lo conoce muy bien y creo que sabe lo que necesita el equipo en este momento», señala el riojano.

Al exlateral le recuerda a otra figura histórica del Real Zaragoza. «Anticipar el futuro y saber si es la solución es bastante complicado, igual es la solución más factible porque encontrar un entrenador a estas alturas de temporada que pueda venir en estas circunstancias es complicado. Es el tipo de entrenador que había antes en la casa, como Luis Costa, que siempre estaba dispuesto a ayudar al equipo en cualquier momento, con la diferencia de que Luis estaba dentro del organigrama del club. Víctor está haciendo un poco ese papel, diría que ha sido un favor al club ofreciéndose y estando en disposición de echar una mano».

El impacto inmediato

El primer impacto positivo está conseguido. Ahora faltará por ver qué puede aportar y cambiar al equipo en lo futbolístico. Cedrún tiene claro que va a verse a otro equipo porque Víctor va a pedir a sus futbolistas «que no tengan miedo a perder. Que vean la portería contraria, que jueguen alegres, que no estén muertos, que no tengan responsabilidad porque va a ser para Víctor, sacar provecho de los jugadores que tiene. La sensación va a ser que el equipo va dar un paso adelante. Otra cuestión es que no tengamos gol o lo que sea. Pero va a sacar provecho de los jugadores, a querer que el balón corra, tener extremos, con velocidad, una sensación diferente a la que teníamos hasta este momento. Yo no veo a un equipo que apueste por el 0-0 y esperar a que llegue una oportunidad, va a ser un equipo que va a intentar pisar el área contraria. Otra cosa es lo que venga después», argumenta.

Su excompañero en el gran Zaragoza de los noventa lo ve de manera similar. «Es un entrenador que le gusta hacer las cosas con balón y lo que va a intentar es hacer las cosas con sentido y poner siempre a los mejores jugadores y en su mejor situación. La verdad es que tiene un punto de vista del fútbol que gusta en La Romareda y que va a intentar llevarlo a la práctica siempre, un poco presionado también por la situación en la que está el equipo que te obliga a hacer cosas y tomar decisiones que si empezaras desde el principio tendrías más tiempo para trabajar. Imagino que intentará aplicar su forma de ver el fútbol vistoso, como dijo en la rueda de prensa que gire todo alrededor del balón dentro de las posibilidades que tenga y del tiempo que pueda trabajar con los jugadores, que no es mucho», señala Solana.

Néstor Pérez echa la mirada más en largo. «No sé si es la solución, creo que sería muy atrevido decir que es la solución, pero sí creo que es una piedra angular en el proyecto, creo que es empezar por un cimiento muy fuerte. A partir de ahí hay que construir alrededor. Creo que Víctor Fernández es un gran entrenador pero no es un mago, entonces hay que hacer muchas cosas bien alrededor de él para que se cumplan los objetivos. Por sí solo no se van a cumplir», advierte.

No hay milagros

Algo en lo que coincide Solana. «No se pueden pedir milagros porque no es lo mismo cuando vienes al principio o tienes el mercado de invierno abierto para buscar algún refuerzo o algún jugador que sea más de tu gusto futbolístico, ahora tienes que adaptarte a lo que tienes e intentar aportar los conocimientos y motivar a los jugadores de otra forma. Es un poco el riesgo que corre Víctor, que se le pidan ahora milagros. Hay que ser consciente de que quedan pocos partidos y que no se le exija ahora que el equipo llegue a playoff cuando no se ven opciones. Que se vuelva a recuperar el espíritu de la gente, que se vuelva a confiar, que se vea al equipo desde otro punto de vista y que esta pequeña desunión que se ha podido ver estos últimos partidos con la afición que se vuelva a juntar y apretar juntos porque la afición empuja mucho y se necesita», anhela Solana.

Y ese cambio que necesita el equipo en el más corto plazo llegará desde el convencimiento, en opinión de Néstor Pérez. «Para los entrenadores además de entrenar, que muchas veces se olvida este apartado, hay una cosa fundamental que es convencer al futbolista de lo que se quiere, del plan, del camino que hay que recorrer. Y ahí no creo que Víctor sea bueno, es el mejor. En el corto plazo es lo que va a conseguir o intentar conseguir, primero un chute de realismo y de zaragocismo que creo que va a llegar al futbolista y, segundo, convencerles de cuál es el camino que nos va a llevar al éxito. Para mí ahí no es que sea bueno, es el mejor», concluye.

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