¿Por qué aparecen dolores articulares en invierno y cómo la medicina regenerativa puede ayudarte?

La llegada del invierno no solo trae consigo temperaturas más bajas, sino también efectos significativos en la salud articular, especialmente para aquellos que sufren de artrosis en nuestro entorno.

Este fenómeno se atribuye a condiciones ambientales como la lluvia y la humedad, que impactan directamente en las articulaciones. En este sentido, la disminución notable de la presión atmosférica durante esta estación es la responsable del característico dolor en las articulaciones que no están en un estado óptimo de salud.

El doctor Carlos Jarabo, director médico de Clínicas Cres, explica que la disminución de la presión atmosférica, combinada con bajas temperaturas y un aumento general de la humedad, provoca la expansión del líquido sinovial. Esto resulta en inflamación y agrava el dolor en personas con enfermedades como la artrosis.

¿Qué ocurre en las articulaciones con los cambios de presión?

El líquido sinovial mencionado por el Dr. Jarabo es aquel que se encuentra en el interior de las articulaciones. Su expansión, desencadenada por cambios en la presión atmosférica, resulta en dolor articular, indicando una falta de salud en la articulación y generando distensión en los tejidos inflamados.

Adicionalmente, el frío contribuye a la rigidez de las articulaciones, manifestándose en una menor facilidad para su movilización y, por ende, un incremento en el dolor. Las bajas temperaturas también provocan vasoconstricción, disminuyendo el flujo sanguíneo hacia los músculos y reduciendo la elasticidad de tendones y ligamentos. Por todas estas razones, es crucial mantenerse activo incluso durante el invierno.

¿El peso y la salud postural tienen influencia?

El sobrepeso es otro de los puntos a tener en cuenta, ya que puede agravar la dolencia cuando viene dada por artrosis en las articulaciones de carga, como son la rodilla y la cadera. La alimentación personalizada acorde con nuestra genética y microbiota es clave para favorecer la reducción de la inflamación y síntomas asociados a procesos reumáticos como la artrosis y artritis.

Por una parte, con los estudios genéticos nutricionales, sabemos a nivel celular qué es lo más afín con nuestra biología o metabolismo, teniendo un conocimiento de por vida de qué alimentación llevar de forma precisa y personalizada. Ya que las diferencias interindividuales están marcadas por nuestro ADN.

Por otra parte, con el estudio de microbiota intestinal, se identifican causas asociadas a inflamación y favoreciendo un sistema inmune óptimo. Podremos saber, si a nivel interno presenta alguna infección de tipo biológico (parásitos, hongos, bacterias, archeas), si presenta un sobrecrecimiento de microorganismos, se analizan parámetros relacionados con la inflamación, se mide la permeabilidad intestinal (es decir, cómo está la membrana de su intestino), ya que a mayor permeabilidad intestinal, mayor inflamación generalizada y mayor sintomatología asociada a dolor articular e hinchazón.

Además, entre el 60-80% de las células inmunitarias están alojadas en nuestro intestino y la microbiota intestinal tiene un propio sistema inmunológico, por lo que cuidar nuestra microbiota y ponerle un tratamiento personalizado va ayudar a mejorar la inmunotolerancia y por lo tanto a mitigar el ataque que hace nuestro cuerpo a las articulaciones, así como, presentar una defensas más altas, todo ello, favorece un contexto antiinflamatorio y una gran calidad de vida.

¿Cómo prevenir el dolor articular?

El doctor Carlos Jarabo comparte una serie de consejos para prevenir el dolor articular. “Tener unos buenos hábitos de vida es el mejor consejo para prevenir las dolencias articulares”, asegura. En este sentido, realizar actividad física a diario, cada uno en la medida en la que su estado físico y edad le permita, ayuda a mantener la movilidad de la articulación. También es importante realizar estiramientos para fortalecer los tendones y ejercicios de fuerza para fortalecer los músculos, con el fin de proteger la articulación. 

El estrés es otro de los enemigos de las patologías articulares, por lo que bajar el grado de ansiedad ayudará a mejorar brotes, como en los casos de artritis reumatoide.

¿Cuáles son los avances médicos para tratar patologías articulares?

La doctora Elena Guallar, de la Clínica Cres en Zaragoza, destaca que un notable porcentaje de pacientes que consultan por dolor articular lo hacen a causa de la artrosis. Este fenómeno no sorprende, ya que según investigaciones recientes, alrededor del 80% de la población mayor de 65 años presenta algún tipo de artrosis.

La artrosis se manifiesta en diversos grados y, dependiendo del diagnóstico y la severidad, el enfoque terapéutico puede variar. En las etapas iniciales, es común recomendar la administración de antiinflamatorios y analgésicos. Sin embargo, a medida que la enfermedad progresa, estos tratamientos pueden volverse menos efectivos y, además, conllevan el riesgo de efectos secundarios adversos en el organismo.

¿Qué es la medicina regenerativa y cómo puede ayudar?

Para los casos en los que la enfermedad no ha llegado aún a su grado máximo, y según el diagnóstico médico, la doctora aconseja tratar la dolencia con técnicas de medicina regenerativa. Este tratamiento tiene como objetivo es el de aliviar el dolor y recuperar la funcionalidad de la articulación, consiguiendo de este modo mejorar la calidad de vida del paciente.

Los tratamientos con medicina regenerativa son técnicas que se llevan a cabo con el propio material biológico del paciente. Se trata de tratamientos muy seguros que evitan rechazos y efectos secundarios adversos, lo que reduce significativamente el tiempo de recuperación.

Los tratamientos con medicina regenerativa pueden ser una buena alternativa para combatir los síntomas de la artrosis y otras patologías que cursan con dolor, como las lesiones deportivas. El doctor Jarabo recuerda que un buen diagnóstico resulta fundamental para que el tratamiento tenga éxito y para ello es muy importante ponerse en las manos de facultativos con experiencia en este tipo de tratamientos.

La Clínica Cres Zaragozaestá situada en la calle María Lostal 27. Se puede pedir cita previa en el 976483553.