SUCESOS EN ARAGÓN

Desaparecidos en Aragón: buscar desde el primer momento

La errónea creencia de que se debe denunciar pasadas 24 horas perjudica la investigación

Los bomberos buscan a una mujer desaparecida en el canal Imperial a su paso por Zaragoza.

Los bomberos buscan a una mujer desaparecida en el canal Imperial a su paso por Zaragoza. / BOMBEROS DE ZARAGOZA

L. M. G. / F. V.

La norma número uno cada vez que se produce una desaparición es denunciar el hecho de inmediato ante la Policía y la Guardia Civil. «No hay que perder ni un solo segundo», explican en el Grupo de Desaparecidos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón. De esa rápida reacción depende a menudo el éxito de la búsqueda, afirman.

Los investigadores hacen hincapié en este principio porque está muy extendida la errónea creencia de que hay que dejar pasar un plazo de 24 horas antes de acudir a las fuerzas de seguridad.

Se considera, equivocadamente, que hay que cerciorarse de que la ausencia no es momentánea o casual, antes de implicar en la búsqueda al dispositivo policial.

El Grupo de Desaparecidos cuenta con seis agentes y se encarga de todo tipo de desapariciones, si bien el Grupo de Menores tiene también encomendada la búsqueda de niños y adolescentes hasta 18 años, el colectivo más numeroso de personas no localizadas.

La rapidez en la respuesta es clave en los casos en los que se sabe o intuye (por una insinuación, una nota escrita o cualquier otro medio) que el desaparecido se propone acabar con su vida.

Se trata de desapariciones «de riesgo», en la terminología de los agentes, como lo son también las de personas que necesitan a diario una medicación que, si dejan de tomar, puede suponer la agravación de la enfermedad e incluso la muerte.

Desapariciones desconcertantes

Un tipo de desaparición desconcertante es la de personas de cualquier edad que, de forma repentina, interrumpen sus hábitos cotidianos sin llevarse dinero ni efectos personales.

La búsqueda es intensa desde el mismo momento en que se interpone la denuncia. Se movilizan los cuerpos y fuerzas de seguridad, los bomberos y Protección Civil, más los voluntarios que se unen al dispositivo, desde familiares y amigos a vecinos de las víctimas.

En Zaragoza un número significativo de desaparecidos son hallados, tras una búsqueda más o menos larga, en las aguas del canal Imperial y del río Ebro, indica José María Rudíez, de la Asociación Sos Desaparecidos Aragón.

Una diferencia fundamental es la existente entre desapariciones involuntarias y voluntarias. En estas últimas, la Policía informa a la familia del estado de salud de su ser querido, una vez hallado, pero no facilita su paradero.

La búsqueda, que incluye el rastreo de hoteles y hospitales, parte de los datos facilitados por las personas próximas y tiene en cuenta aspectos como los movimientos en las cuentas bancarias y el análisis de la información aportada por el geolocalizador del teléfono móvil, modalidades que requieren autorización judicial.

Las redes sociales, por otro lado, pueden tener una doble utilidad. Aparte de difundir datos del desaparecido o desaparecida, un análisis detallado quizá arroje luz sobre el lugar donde se encuentra la persona buscada o sobre sus intenciones.

Claro que la vía más rápida suele ser una entrevista en profundidad con los familiares y amigos más cercanos, porque puede darse el caso de que el buscado haya hecho comentarios o lanzado insinuaciones que, a posteriori, resultan reveladoras.

En un número considerable de casos, la desaparición dura unas horas o unos días. Esto se da con frecuencia en el caso de los adolescentes de ambos sexos, cuando la marcha del hogar es una reacción radical ante una prohibición paterna o la satisfacción precipitada de un ansia súbita de libertad.

"La búsqueda siempre está activa"

Abundan las desapariciones de ancianos que tienen problemas de alzheimer y demencia senil y que, de no ser localizados con prontitud, pueden morir si tienen una salud frágil.

«La búsqueda de una persona desparecida siempre está activa, aunque pasen 30 años desde la desaparición», aseguran en el Grupo de Desaparecidos.

Para estos especialistas, lo fundamental está en actuar con rapidez con el fin de evitar situaciones de peligro (como ocurre en los secuestros) y para, puestos en lo peor, hallar el cadáver de la víctima, con el fin de que su familia pueda darle sepultura.

«El duelo es un paso psicológico necesario para intentar pasar página», señala un miembro del equipo, que subraya que el reto es evitar que estas situaciones se cronifiquen.