Así es el maridaje ideal: los vinos y cavas perfectos para las comidas y cenas de Navidad

El vino es un invitado indispensable en las comidas y cenas de Navidad. Igual que los ingredientes y materias primas con los que elaborar nuestros platos, la elección de un buen vino o cava para acompañar los menús de estas fechas no puede dejarse al azar.

Los expertos como el enólogo de Bodegas San Valero, Javier Domeque, lo tienen claro: «Al final los vinos son tan importantes como la comida, ya que pueden potenciar los sabores y placeres que producen los distintos platos y viceversa, convirtiendo una experiencia gastronómica buena en una inolvidable».

Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de elegir un vino en Navidad es el maridaje que acompaña a cada comida y el tipo de alimentos que vamos a servir en nuestros menús. «A priori no hay nada estipulado, salvo los gustos personales de cada comensal. Para los aperitivos y entrantes son ideales los cavas o vinos blancos, rosados o tintos jóvenes, frescos y ligeros, para no saturar el momento inicial. Mientras que para los segundos o platos principales podemos optar por vinos más viejos, intensos y profundos», detalla Javier Domeque.

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En cuanto a los alimentos, con pescados o mariscos, los cavas, blancos y rosados son el complemento perfecto, y lo mismo para las ensaladas o cremas. Ahora bien, si hablamos de carnes rojas o magras, como el ternasco o un solomillo de ternera, toca descorchar un vino tinto de crianza o gran reserva, que aportan un gran sabor y cuerpo al plato.

El momento final de la comida es el más dulce. Ya sea con turrones o bombones, lo mejor es acabar con unos vinos espumosos o más sencillos. Aquí suele hacer su aparición el cava, aunque no tiene porque ser solo el broche de oro de la sobremesa. «El cava se asocia habitualmente con el postre aunque en realidad es un producto que marida con casi todo. Incluso con comidas con mucha grasa, que necesitan de un nivel de acidez alto, queda perfecto», apunta el enólogo.

La importancia de los detalles

La temperatura es otro factor fundamental, según Javier Domeque, ya que esta hace «que un vino o cava exprese todo lo que lleva dentro». En este sentido, hay que seguir las recomendaciones en cada botella e intentar mantener el caldo a esa temperatura a lo largo de toda la comida, no dejando que se caliente o se enfríe más de la cuenta.

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Por otra parte, el experto recuerda que «en Navidad es importante apostar por productos de Aragón, y en el caso del vino por variedades autóctonas como la garnacha y Cariñena, en variedades tintas, y macabeo o garnacha blanca, en las blancas». En la comunidad encontramos una gran variedad de vinos de excelente calidad con denominación de origen protegida, e incluso de producción ecológica.

A la hora de adquirir vinos y cavas aragoneses, podemos acudir tanto a supermercados, bodegas o establecimientos especializados, donde además de poder encontrar vinos aragoneses de gran calidad a muy buen precio también ofrecen asesoramiento para encontrar el maridaje perfecto para los menús navideños. Las botellas también son un regalo perfecto para llevar a las casas de amigos y familiares para obsequiar a los anfitriones de comidas y cenas y disfrutar juntos de una buena mesa al calor de unos buenos caldos.

Aragón, tierra de vino

Aragón tiene fama internacional por los exquisitos vinos y cavas que se elaboran en su territorio. La comunidad produce 140 millones de litros de vino al año, lo que nos sitúa como séptimo productor a nivel nacional. El 85% de la producción vinícola de la comunidad está vinculada a una Denominación de Origen Protegida (DOP), lo que pone de manifiesto la apuesta por la calidad de los vinos aragoneses.

La comunidad cuenta actualmente con cuatro zonas productoras con calidad diferenciada por el origen (DOP Cariñena, DOP Somontano, DOP Calatayud y DOP Campo de Borja) además de los cavas aragoneses que se elaboran dentro de la DO Cava, a las que se suman las indicaciones geográficas protegidas de cinco zonas agrupadas en los Vinos de la Tierra de Aragón y un Vino de Pago. El vino es además un elemento vertebrador del territorio que en la actualidad acoge a 180 operadores (bodegas y almacenistas) con 4.000 familias ligadas a esta actividad en el medio rural.