¿Cómo saber si el jamón serrano está en mal estado?

Hay ciertos cambios en el producto que nos pueden hacer ver que hay que tirarlo

El jamón serrano es uno de los productos más representativos de nuestro país. Famoso en el mundo entero, pues quien lo prueba queda alucinado con su sabor y su textura, es imprescindible para la mayoría de españoles, muchos de los cuales lo consumen diariamente.

Además de ser una de las joyas gastronómicas de nuestro país, es un alimento altamente nutritivo y saludable, por su alto contenido en proteínas y vitaminas, y es aconsejable para aquellos que quieren mejorar su condición física. La mayoría de médicos y nutricionistas lo recomiendan por encima de cualquier tipo de fiambre.

El jamón serrano se extrae del cerdo ibérico, y es producto de un proceso de curación tradicional que se ha seguido desde hace siglos y que se ha ido perfeccionando con el paso del tiempo.

Señales de que está en mal estado

Hay algunas evidentes, como en todos los alimentos, como por ejemplo que aparezca un olor fuerte y desagradable que no sea el propio del jamón.

Otro síntoma es la aparición de un exceso de grasa, que suele ser debido a que se ha conservado en lugares con altas temperaturas. Esto puede afectar a su sabor y textura, y en algunos casos puede incluso no ser seguro consumirlo.

Cuando las lonchas se empiezan a quedar secas, se debe a que no estaba bien cerrado del todo, por lo que también es aconsejable no consumirlo, aunque si no es excesivo, se podrá consumir, aunque su textura y sabor ya no será el mismo.

En ocasiones el jamón tiene una especie de virutitas blancas que, si ya estaban en el momento de la compra no hay problema y son completamente normales, pero si van apareciendo a lo largo del tiempo que lo tenemos guardado en casa, son una señal de que se está pasando y que hay que consumirlo rápido. Si ya son muchas, lo mejor será tirarlo.