Novedad literaria

Nativel Preciado: "Cuando terminé la novela, me sentí como si hubiera ido a terapia"

La periodista y escritora ha presentado este lunes en Zaragoza su último libro, 'Palabras para Olivia'

Nativel Preciado, este lunes en Zaragoza, donde ha presentado su última novela 'Palabras para Olivia'.

Nativel Preciado, este lunes en Zaragoza, donde ha presentado su última novela 'Palabras para Olivia'. / Miguel Ángel Gracia

Andrea Sánchez

Andrea Sánchez

La periodista y escritora Nativel Preciado ha presentado este lunes en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Zaragoza su última novela, 'Palabras para Olivia' (Espasa). Dos historias de amor, separadas por tres décadas, con un toque detectivesco a lo Agatha Christie, una novela en la que no todo es lo que parece.

-En la novela, Olivia contrata a Teo para escribir su libro y una de las razones es la falta de inspiración. ¿Se siente identificada en este aspecto?

La crisis creativa la tiene absolutamente todo el mundo que crea algo. Por mucha experiencia que tengas en la vida, cuando emprendes algo nuevo te entra el pánico a no ser capaz. Creo que todo el mundo lo sufre. Y a Olivia le he prestado esa sensación de que no va a poder emprender una cosa nueva, además de todas mis emociones y sentimientos.

-¿Cuánto de usted tiene Olivia?

Aunque en algunas cosas es todo lo que yo no soy, tiene mucho de mí. Es un personaje con el que me identifico mucho, además se va dulcificando a lo largo de la novela. Y tiene los mismos recuerdos que yo, la manera de escribir y esa capacidad de hablar con los jóvenes. Al llegar a determinada edad tenemos que tener esa relación intergeneracional, para no perder el norte y ser un poco más humildes. Tienen mucho que aportarnos.

-¿Cómo surgió esta historia?

Fue de una manera desafortunada. Tuve que ocuparme de mi hermano enfermo y un día empezamos a hablar de la época más feliz de nuestras vidas, la infancia. Recordamos y revivimos las emociones de ese tiempo. Entonces quise hacerle un homenaje y trasladar a una novela los sentimientos tan profundos que sentimos los dos. He volcado todos mis recuerdos en ella.

-¿Qué fue lo más difícil en el proceso de escribir la novela?

Contar el presente y el pasado de una manera que pareciese simultánea. Diferenciarlo, pero tratar de contar las dos novelas en una. Esta ha sido la mayor dificultad que he tenido. No quería que fuese como un flashback, sino integrarlo completamente, como si todo sucediera al mismo tiempo.

"La crisis creativa la tiene absolutamente todo el mundo que crea algo y a Olivia le he prestado esa sensación"

-Y, aunque no esté concebida como una novela de detectives, hay suspense. Nada es lo que parece.

Tiene un poco de todo. A mí me gusta que en las novelas haya lo mismo que en la vida real. Hay música, enigmas, dolor, alegrías, comida, paisajes, animales… Todo esto acompaña a los personajes, porque en realidad esas cosas son personajes de la novela que forman parte de los personajes físicos.

-Los personajes están construidos de forma compleja y psicológicamente profunda. ¿Cómo los desarrolla?

Soy muy minuciosa a la hora de describir, antes de ponerme a desarrollar el hecho físico, tengo todo muy armado. Tengo un cuadernito con cada personaje donde pongo cómo le quiero llamar, cómo es, qué le rodea… Voy haciendo cada personaje.

-¿Y cómo los integra en la novela?

Tengo un esquema con lo que va a pasar en toda la novela, aunque siempre lo que quieres hacer es mucho más ambicioso. Cuando te pones a escribir, es el momento más duro de la novela. Y ahí todo salta por los aires, esas previsiones son muy complicadas darles vida real. Todo lo que has pensado a veces no encaja y se desbarata ese trabajo previo. Pero los personajes van cobrando vida propia y contando una historia. Conforme eso va ocurriendo, voy aclarando mi mundo. Eso es lo más apasionante de la literatura, ver que van saliendo las cosas a medida que escribes.

-¿Tiene la escritura un efecto terapéutico para usted?

Sin duda. Además, esta es una novela muy emocional y sanadora para mí. He hecho un homenaje, he superado una etapa difícil de mi vida y he conseguido encajar las piezas que yo creía que no iba a ser capaz. Cuando terminé la novela y puse la palabra fin, me sentí como si hubiera hecho una terapia con un psicólogo de años enteros. Escribir es una manera de vivir, es un fin en sí mismo. Esta ha sido una novela muy especial.

"Siempre será necesario que haya periodistas que sepan distinguir la verdad de la mentira y ahora más que nunca"

-Uno de los temas que trata en la novela es el esfuerzo por editar y la autoedición. ¿Es un problema real?

Absolutamente. Conozco a muchos jóvenes como Teo que tienen una gran vocación por escribir y a veces no tienen la suerte de poder seguir adelante porque no les publican. Teo del Valle es un personaje muy poco inventado, muy real.

-¿Su faceta periodística está siempre en sus novelas?

Sí, siempre. Estoy muy satisfecha de haber elegido esta profesión por todo lo que me ha dado. He contado historias reales y me he pasado a la literatura contando historias inventadas. A la hora de escribir tengo un estilo muy periodístico.

-Después de tantos años en la profesión, ¿cómo ha evolucionado y cómo ve la situación actual del periodismo?

Cuando empecé éramos pocos y vivíamos una época maravillosa. Desde el punto de vista histórico de una transición, de estrenar un poco el mundo y por eso me quedé tan enganchada del periodismo. Ahora hay muchos medios, somos muchos y el mundo está cambiando. Pero, siempre será necesario que haya periodistas que sepan distinguir la verdad de la mentira y ahora más que nunca.

-¿Qué proyectos tiene de cara al futuro?

Antes de empezar a escribir esta novela, estaba trabajando en otra, que ahora ya la retomaré. Va en cierto modo de la herencia de mi vida como escritora, como periodista, pero desde el punto de vista de la ficción. Es como el cuento de La Lechera, lo que soñabas y lo que has sido en realidad.

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