La tecnología en tres dimensiones comienza a aplicarse en los nuevos estudios de investigación, y es la que ha permitido a un equipo español cartografiar por primera vez los elementos geomorfológicos de la cuenca del río Ebro de hace entre cinco y seis millones de años. Las imágenes obtenidas demuestran que la superficie analizada se encuentra en la actualidad a 2,5 o 3 kilómetros de profundidad bajo el fondo marino.

"Los resultados aportan luz sobre la manera en la que se produjo la bajada del nivel del mar durante el Mesiniense (hace entre 5,33 y 6 millones de años) e implican que la inundación posterior del margen fue extremadamente rápida", señala Roger Urgeles, autor principal e investigador en el departamento de Geología Marina del Instituto de Ciencias del Mar (CSIC).

El estudio, que se ha publicado en Basin Research, se basó en la tecnología sísmica de reflexión 3D en un bloque de 2.700 kilómetros cuadrados en el margen continental del Ebro. Gracias a esta técnica, los investigadores pudieron ver con gran detalle la morfología del margen continental de hace seis millones de años y cartografiar su red de drenaje, su línea de costa y sus valles fluviales, canales, meandros y terrazas.

Según Urgeles, en las imágenes obtenidas se aprecia que el río Ebro de hace seis millones de años erosionó e incidió hasta 1.300 metros en el margen continental. "Las simulaciones numéricas de transporte fluvial y evolución del drenaje demuestran que el Ebro mesiniense tenía unas dimensiones y una cuenca de drenaje similar a la del Ebro actual", destaca el experto.

Para los investigadores, el periodo estudiado es "muy particular" en el Mediterráneo porque al cerrarse el Estrecho de Gibraltar el nivel del mar en la cuenca bajó de forma "dramática" y expuso los márgenes continentales a los agentes atmosféricos.

El análisis cuantitativo permitió al equipo de científicos determinar la profundidad real a la que se encontraba esta zona del margen continental durante el Mesiniense. Para ello, se restituyó la posición de la línea de costa identificada en los datos sísmicos 3D, con técnicas que permiten sustraer los efectos del hundimiento del suelo, de la corteza y el efecto de compactación de los sedimentos.

MENOR NIVEL "La caída del nivel del mar en esa época y en esta parte de la cuenca mediterránea fue de unos 1.300 metros", asegura Urgeles. Los resultados permiten también determinar la extensión de las rocas sedimentarias asociadas a la bajada del nivel del mar. "Son por tanto de interés para la industria petrolera, puesto que estos cuerpos pueden actuar como reservorio de hidrocarburos", añade el científico.

La adquisición de datos con esta técnica geofísica "la sísmica de reflexión 3D" está "al alcance de muy pocos grupos de investigación en el mundo", debido a los altos costes involucrados. Estos datos permiten obtener un mapa con una calidad parecida a la de los datos de la superficie.