El sector agroalimentario

Los tractores chinos se presentan en Aragón y hacen ruido en la FIMA

Las marcas asiáticas tratan de expandirse por Europa y aseguran que su maquinaria es entre un 20% y un 30% más barata 

Durante estos días han sido muchos los curiosos que se han interesado por los tractores fabricados en China.

Durante estos días han sido muchos los curiosos que se han interesado por los tractores fabricados en China. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Arturo Pola

Arturo Pola

A falta de las grandes firmas del sector, esta edición de la FIMA está permitiendo a otras marcas buscar su hueco en el mercado de los tractores. Es el caso de las empresas asiáticas, a quienes les está sirviendo la feria de Zaragoza como carta de presentación. Los visitantes han podido conocer estos días una tecnología y una maquinaria de origen chino que pretende expandirse ahora por Europa tras una evolución que, a su juicio, les equipara ya en prestaciones y servicios a las históricas firmas de tractores y, además, con unos precios más atractivos que la competencia.

Como ya sucedió en la última edición de la FIMA, en 2022, marcas emblemáticas como John Deere, Massey Ferguson o New Holland (en lo que parece un cambio en su estrategia comercial) han decidido no aterrizar con sus estands en la Feria de Muestras de Zaragoza. Una situación ideal para las firmas chinas, que se han lanzando a intentar copar parte del nicho de los fabricantes occidentales tras multiplicar sus ventas en el mercado ruso, uno de los más potentes del mundo.

En los más de 100.000 metros cuadrados de la feria de maquinaria agrícola, los tractores asiáticos que más han llamado la atención de los asistentes son los Lovol. «Es la primera vez que decidimos traer un estand a Zaragoza», comienza Gabriel Pujol, jefe de ventas de la marca en España, quien no duda en confirmar esa intención expansionista de la compañía. «Estamos preparados para competir con el resto del mercado. Es complicado, no es un sector en el que sea fácil entrar y España es un país de tradiciones, pero queremos que nos den esa primera oportunidad a los que todavía no nos conocen, aunque cada vez son menos», declara Pujol.

Para animar a dar ese paso, Lovol ha llegado a la capital aragonesa con algunos de los precios más competitivos del mercado. «Nuestro análisis es que nuestros tractores pueden llegar a ser entre un 20% y un 30% más económicos que la media de precios», recalca el jefe de ventas de la firma, a la vez que asegura que sus tractores llevan integrada las últimas novedades tecnológicas.

Lo cierto es que desde Lovol se muestran realmente satisfechos por cómo les está yendo en su primera aparición en la FIMA. «La aceptación está siendo muy buena. Estamos en conversaciones con muchos posibles clientes y hemos conseguido varias ventas directas, algo que cada vez es más difícil en este tipo de ferias», explica Gabriel Pujol, quien indica que han vendido ya más de una decena de tractores en FIMA y están estudiando la posibilidad de abrir varios concesionarios en muchos puntos de la geografía española.

Un fenómeno, el de la de la expansión de la automoción china, que ya se deja notar en el mercado del automóvil. Solo en Aragón, los coches del gigante asiático acumulan casi 400 unidades vendidas en 2023, lo que supuso multiplicar casi por nueve los registros comparables de 2022. Aunque su porción sobre el mercado es todavía reducida, la tendencia es claramente al alza. Los tractores quieren seguir el camino marcado por los coches y, de esta manera, tratar de borrar ciertos prejuicios que todavía quedan de la maquinaria que llega desde Oriente.

Incertidumbre

La intención del mercado asiático de invadir España con sus tractores llega en un momento de dudas para el sector. La venta de tractores nuevos se situó en 8.688 unidades en 2023, año marcado por la sequía, lo que supone un descenso del 14,63% respecto al año anterior, según el último registro de inscripción de maquinaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

En total, las ventas de todo tipo de maquinaria agrícola, entre las que se incluyen las de tractores nuevos, alcanzaron las 30.953 unidades, lo que representa una caída anual del 2,23%, de acuerdo con el registro del MAPA.

A los problemas característicos del campo se les ha unido en este comienzo de año una situación de máxima tensión que ha derivado en la revuelta agraria y en unas constantes protestas que, sin embargo, no parecen poner, por el momento, demasiado nerviosos a los vendedores de tractores. Al menos, de ese modo se están manifestando estos días en la FIMA.

Desde el estand de Manitou Group, Joao Hébil, director general de la marca en España y en Portugal, señala a la maquinaria agrícola como «indispensable» y no cree que vayan a llegar nubarrones negros al sector. «Las protestas están todavía activas y es complicado hacer un balance, pero creemos que no van a tener un impacto directo en la venta al cliente. El campo hay que trabajarlo y las máquinas son necesarias», explica Hébil.

El directivo de Manitou incluso trata de encontrar un aspecto positivo a la revuelta. «Si se consiguen más subvenciones, es posible que se utilicen para renovar maquinaria porque las ayudas son clave para afrontar estas compras», indicó el director general, que asegura que, por el encarecimiento de las materias primas, los tractores han subido su precio alrededor de un 15%. 

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