Obras hidráulicas

El embalse de Almudévar encara su recta final con un 20% de sobrecoste

Las obras se entregarán antes de junio, cuando empezarán los trámites para el plan de emergencia y las pruebas de cargan El coste total llega a 130 millones

La estación de bombeo en el edificio de control y el canal que llevará el agua al embalse del Almudévar.

La estación de bombeo en el edificio de control y el canal que llevará el agua al embalse del Almudévar. / CHE

Laura Carnicero

Laura Carnicero

Una de las mayores infraestructuras hidráulicas que se ha iniciado en los últimos años en España encara su recta final. El embalse de Almudévar afronta estas semanas sus últimos «remates», si es que en una obra de tal calibre pudiera hablarse en los mismos términos que en la reforma de cualquier casa. Después de casi 130 millones de euros de inversión –con un sobrecoste del 20%–y tras siete años de obras, el embalse, con una capacidad de 169 hectómetros cúbicos, podría entrar en funcionamiento en 2027. Hasta entonces quedan dos fases clave: el diseño del plan de emergencias y las pruebas de carga, que dependen de las condiciones meteorológicas y podrían retrasar los plazos iniciales. Con todo, desde la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) recalcan que la intención es que entre en funcionamiento antes de que finalice la actual planificación de la cuenca, que llega hasta 2027.

Una máquina trabaja en la zona de los restos de Morrón de Villar.

Una máquina trabaja en la zona de los restos de Morrón de Villar. / CHE

«Ya solo quedan los remates en la obra: pavimentar la coronación, arreglos en las catas, las plantaciones de vegetación, terminar el traslado del muro de la ermita y concluir los trabajos en Morrón del Villar». En este punto están los trabajos finales del embalse de Almudévar. Lo explica su director de obra, Raimundo Lafuente, que señala en conversación telefónica con EL PERIÓDICO DE ARAGÓN que los trabajos se entregarán «antes de junio».

A partir de entonces, la infraestructura ubicada entre las localidades de Almudévar, Huesca y Vicién iniciará una nueva etapa, quizá la más importante, que comprende las pruebas de carga del embalse. Lo primero será, explicó Lafuente, «preparar el programa de puesta en carga y el plan de emergencia». Después de toda la tramitación de esta documentación, se estima que a principios de 2025 pueda ejecutarse la puesta en carga.

Las condiciones de llenado

Sin embargo, iniciar el llenado de prueba del pantano no es algo que tenga una fecha inamovible en el calendario, sino que depende de las condiciones meteorológicas y, especialmente, de las lluvias acumuladas en la estación. «A principios de 2025 podríamos empezar las pruebas de carga, pero dependemos de que haya excedentes en el Gállego y el Cinca. Si la temporada es tan seca como en los años anteriores, no se podrá hacer. Pero si tenemos una como la actual, podremos hacerlo», completa el jefe de obra. Así, la prueba consistirá de «un llenado bastante despacio, dejando el agua a una determinada cota para analizar el comportamiento de la presa», y después, «un vaciado rápido», para comprobar que el embalse se comporta bien en dichas circunstancias.

Trabajos para trasladar el muro de la ermita.

Trabajos para trasladar el muro de la ermita. / CHE

Los sobrecostes

El embalse de Almudévar se nutrirá en un futuro de los «excedentes» de las cuencas del Cinca y del Gállego que no recojan sus respectivos embalses aguas arriba, el Grado y Mediano, y la Sotonera, Búbal y Lanuza, respectivamente. Por eso, para hacer las pruebas de carga es necesario un escenario normal o húmedo, no de sequía. Además, se harán coincidir las pruebas de llenado y vaciado con la época de riegos, lo que supondría una utilización «parcial» del embalse antes de su puesta en marcha definitiva, y que se destinaría, como está previsto desde el inicio, para la comunidad de regantes de Riegos del_Alto Aragón.

En este tiempo, el coste de la infraestructura ha crecido un 20%, pasando de los 100 millones por los que se adjudicó el contrato, a los 120 o 130 millones de coste final. Raimundo Lafuente recordó que las obras salieron a licitación por 208 millones, y que la empresa adjudicataria realizó una baja importante. El aumento en este tiempo se explica, señaló Lafuente, por los «imprevistos» que siempre ocurren en cualquier obra.

Así, siete años después verá la luz una de las grandes obras hidráulicas pendientes en Aragón, que dará servicio al regadío del Alto Aragón en años en los que, como este 2024, haya excedente en las cuencas del Gállego y el Cinca.

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