La sabrosa razón por la que los dónuts tienen un agujero: no es para meter el dedo

La característica más icónica de este dulce tiene un origen que muchas personas desconocen

Pocas personas conocen el origen del agujero del dónut.

Pocas personas conocen el origen del agujero del dónut. / PIXABAY

De fresa, de chocolate, con virutas de colores o simplemente glaseados. Hay donúts para todos los paladares. De forma redondeada y textura esponjosa, es sin lugar a dudas uno de los dulces más populares. De hecho, resulta casi imposible encontrar a alguien que no haya introducido su dedo en el agujero de un dónut.

También llamados 'dona' o 'rosquilla', su nombre conocido ha bautizado la marca de estos dulces más vendida en España: Donuts. Como dato curioso, según la página de la empresa, cada año se consumen más de 250 millones de Donuts, lo que se traduce en 8 cada segundo.

Sin embargo, a pesar de su fama, existe un detalle que la mayoría de las personas obvian. La verdadera función del icónico agujero que tienen los dónuts en el centro. Posiblemente, este orificio es la característica más reconocible del dulce y, al mismo tiempo la más desconocida.

El agujero del dónut no siempre estuvo.

El agujero del dónut no siempre estuvo. / PIXABAY

El curioso origen del dónut

El origen etimológico de dónut resulta de la combinación entre las palabras 'dough' (masa) y 'nut' (nuez), que da como resultado el término 'doughnut'. Esto se debe a que, tradicionalmente, el dulce se adornaba con trocitos de nueces.

Existe un intenso debate acerca de cómo surgieron estas deliciosas rosquillas. La mayoría afirma que nacieron en Holanda en el siglo XVI y que entonces recibían el nombre de 'olykoek' (bollo de aceite). Según apuntan, estos pastelitos fueron llevados a los Estados Unidos en el siglo XVII, donde los colonos ingleses los rebautizaron como 'doughnuts', debido a sus ingredientes.

Existen dónuts de todos los sabores.

Existen dónuts de todos los sabores. / PIXABAY

Por qué los dónuts tienen un agujero en el centro

Los primeros dónuts carecían curiosamente de su rasgo más distintivo. El agujero. Un detalle que generaba muchos problemas durante la elaboración. Al parecer, la parte central del bollo solía tardar mucho en cocerse, y a menudo quedaba cruda, lo que resultaba bastante molesto.

La solución a este inconveniente ―y el origen de la icónica imagen del dónut― llegó en 1847, cuando un marinero llamado Hanson Gregorý realizó un agujero en el dónut con la tapa de un pimentero. Este sencillo gesto puso fin al problema, pues desde entonces fue mucho más fácil cocer la masa del pastelito.

Además, es innegable que este orificio central les aporta un toque más llamativo y divertido. ¿Quién no ha jugado a sujetar un dónut con el dedo?