Okafor ya brilla en el Casademont Zaragoza

Era una de las incógnitas de la temporada, saber cómo se encontraba y cuánto le costaría alcanzar un nivel óptimo para la competición. Pero Jahlil Okafor la ha despejado rápido: está a un nivel más que aceptable y su fichaje fue un acierto porque el pívot está ofreciendo un rendimiento inmediato al Casademont Zaragoza. Tras firmar en Valencia su mejor partido del curso en cuanto a valoración se refiere (25 créditos), el jugador estadounidense con pasaporte nigeriano ya es el mejor del conjunto aragonés en ese apartado con 15,1 créditos de media y el decimoquinto de la Liga ACB.

Físicamente no se encuentra todavía al 100%. Llegó a Zaragoza después de nueve meses sin jugar por una grave lesión, en el tendón de Aquiles, en la pretemporada no disputó ni un minuto en los amistosos y ahora el cuerpo técnico lo está dosificando guardándolo solo para la Liga Endesa. En la FIBA Europe Cup solo disputó minutos en los dos encuentros de la fase clasificatoria en Suecia. De momento, el plan está funcionando porque en la ACB está promediando 22 minutos por encuentro y solo hay dos jugadores que pasan más tiempo en la pista, Yusta y Smith, con 26 cada uno.

Okafor está siendo de las mejores noticias del Casademont Zaragoza hasta el momento. Su trabajo está siendo impecable desde el primer día que llegó a la capital aragonesa, demostrando a diario que está aquí para aprovechar la oportunidad y regresar al más alto nivel que pueda después de varios años lastrado por las lesiones. Que si fue número tres del draft de 2015 y jugó 247 partidos en la NBA en seis temporadas, fue por algo. Desde luego, su calidad ha quedado fuera de toda duda desde el primer día, mostrando que puede ser superior a cualquier rival que tenga enfrente en la Liga.

Solo se ha quedado por debajo de los diez puntos en tres de las nueve jornadas disputadas y eso que en algunas le ha perjudicado el precario juego ofensivo que ha mostrado el equipo. Además, únicamente en dos partidos se ha quedado sin repartir ninguna asistencia y en las últimas jornadas está ampliando su repertorio. Frente al Valencia no solo hizo daño por dentro con las tres canastas en los cinco balones recibidos más las tres faltas recibidas que le llevaron tres veces al tiro libre, es que, además, fue el mejor triplista del equipo. Anotó los tres lanzamientos que intentó desde más allá del 6,75. Eso le hace no solo un jugador más completo sino, sobre todo, dificilísimo de defender para los pívots rivales.

Además de buen lanzamiento desde todas las distancias tiene también buen juego de pies y de espaldas y, desde luego, ningún temor a fallar o a llevarse algún tapón, que también se los ha llevado. Se trata, sin duda, de un jugador de otro nivel, diferencial para un equipo como el Casademont Zaragoza. Eso sí, había que arriesgar con su fichaje por todos los problemas que arrastraba.

Los números

De momento, el plan que lleva el cuerpo técnico con él está dando resultados. Aunque a veces le cuesta bajar al balance defensivo, no tiene problemas en acumular minutos de juego. En Valencia fue el día que más tiempo estuvo en la pista, nada menos que 28 minutos (solo Yusta jugó un minuto más), los primeros doce seguidos sin descanso. Sus números son más que interesantes. Promedia 12,1 puntos, el tercer que más del equipo, y lidera al Casademont en rebotes (4,9 de media) y mates (0,8), donde es el decimotercero de la competición. Anota 4,2 tiros de dos por partido, la décima marca más alta de la ACB, con un 63,3% de acierto, la decimocuarta de la Liga Endesa. En triples, el 4/4 acumulado en las dos últimas jornadas le lleva a promediar un 50% de acierto desde esa distancia.

Números de estrella que ya brilla mientras sigue trabajando para estar al 100% físicamente y poder tener continuidad al más alto nivel en su primera experiencia europea, donde quiere dejar atrás todos sus problemas de lesiones en las rodillas, en los pies y, la última, en el tendón de Aquiles. De momento solo está jugando en la Liga ACB pero cada día lo hace mejor y más seguido. La afición del Príncipe Felipe ya está disfrutando con su juego y, de seguir así, será uno de esos jugadores que los seguidores recordarán haber visto todavía dentro de muchos años.