CASADEMONT ZARAGOZA

Momento crítico en el Casademont Zaragoza

El equipo de Porfirio Fisac encadena tres partidos seguidos perdiendo por 41, 34 y 26 puntos de diferencia, algo inédito en su historia

Porfirio Fisac da instrucciones al equipo durante un entrenamiento en el Príncipe Felipe

Porfirio Fisac da instrucciones al equipo durante un entrenamiento en el Príncipe Felipe / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

El Casademont Zaragoza se encuentra en el peor momento de la temporada. Su regreso de las tres semanas sin competición debido a la Copa y a la ventana FIBA no ha podido ser más desalentador porque el equipo de Porfirio Fisac ha encadenado tres palizas consecutivas, algo inédito en sus 15 temporadas compitiendo en la ACB. Además, en el torneo doméstico encadena otro récord propio, negativo por supuesto, y es que acumula tres jornadas seguidas encajando más de cien puntos: 106 frente al Tenerife, 109 en Barcelona y 111 en Gran Canaria.

Una derrota abultada, un marcador amplio, puede ser un accidente, un partido que sale mal, una tormenta perfecta de la que es difícil escapar. Le ha ocurrido más de una vez al equipo aragonés, que tiene su derrota más negativa en una diferencia de 45 puntos precisamente contra el Gran Canaria hace ya siete años (57-101). Pero siempre habían sido situaciones puntuales, un mal día olvidado con una victoria en la jornada siguiente, un traspié en un largo camino.

Tres derrotas seguidas, y en solo siete días, como las que ha encajado el conjunto de Porfirio Fisac es una muy mala señal. Recibir más de cien puntos todos los días es síntoma de relajación defensiva por falta de intensidad, normalmente provocada por desinterés o desconexión del equipo. Es lo que transmite este Casademont, que perdió en el Palau por 41 puntos de diferencia (109-68), que se dejó la eliminatoria europea contra el Chemnitz al perder por 34 (64-98) y que volvió a reincidir en la pista del Gran Canaria cediendo por 26 puntos (111-85).

Mala gestión

A Fisac se le ha caído el equipo por completo. En marzo, cuando llega la fase decisiva de las temporadas, cuando todos los equipos buscan su máximo rendimiento, el del Casademont sigue siendo de mínimos, como si viviera una permanente pretemporada. Es verdad que los problemas y contratiempos se han ido acumulando casi semana tras semana, que se ha visto obligado a hacer más cambios de los deseados, que le ha faltado estabilidad y continuidad, pero algunas de esas adversidades han sido inevitables y totalmente ajenas al técnico y al club y, otras, fruto de la gestión de las mismas.

Pese a todo, el equipo encadenó una buena racha al final de la primera vuelta que le hubiera dado incluso para meterse en la Copa si no hubiera perdido en casa contra el Andorra, ganando cinco de los últimos seis partidos. Pero desde entonces acumula un solo triunfo en siete jornadas y, lo que es peor, con una caída acentuada en las últimas semanas, una auténtica crisis de juego y resultados que señala sin discusión a todos, a jugadores y entrenador.

En las quince temporadas que lleva en la élite nunca había encadenado tres derrotas consecutivas tan alarmantes. En la campaña 2020-21 vivió algo similar pero no tan grave. Perdió contra el Barça por 107-88 (-19), en casa frente al Estudiantes por 104-113 (-9) y en la Champions contra el Brose Bamberg por 117-76 (-41), tres partidos seguidos recibiendo más de cien puntos de una tacada pero no tan abultados. Y antes y después de esa serie sumó sendas victorias.

Un récord

De hecho, no es nada frecuente que suceda algo así en la élite. En los últimos tres partidos solo de ACB el equipo aragonés ha encajado 326 puntos (106 ante Tenerife, 109 en Barcelona y 111 en Gran Canaria), lo que supone la segunda peor marca de un equipo de la máxima categoría en todo el siglo XXI, solo superados por los 320 puntos que encajó el Cáceres en tres jornadas seguidas en la temporada 2001-02 (107, 103 y 120), dato que ofreció El Rincón del Supermanager.

Si a esa serie se suma el partido de la FIBA Europe Cup frente al Niners Chemnitz, el Casademont ha encajado 424 puntos en los últimos cuatro partidos oficiales que ha disputado, una media de 106. Y su producción ofensiva se ha quedado lejísimos de eso porque ha hecho 317 puntos, es decir, 107 menos, para una media de 79,25.

Especialmente sangrante es la defensa exterior que hace el equipo aragonés. O que no hace, habría que decir. El Lenovo Tenerife le metió 18 triples en 28 intentos, el Barcelona 14 en 29 y el Gran Canaria batió su récord en la ACB desde el 6,75 con 20 triples en 40 lanzamientos. Es decir, el Casademont ha encajado 52 triples en los últimos tres partidos ACB.

Datos más que preocupantes que reflejan la realidad de un equipo en su peor momento y que ahora afronta un partido decisivo. El domingo recibe en casa al Palencia, al que debe ganar para no complicarse la vida en la Liga Endesa y no volver a coquetear con el descenso. Para entonces estará ya Finn Delany, el decimoctavo jugador de la temporada.