Un edificio deshabitado se derrumba en Borja

Podía haber acabado en tragedia pero, afortunadamente, ningún vehículo ni ningún peatón circulaba ayer a primera hora de la mañana por la calle Coloma de Borja cuando uno de sus edificios colapsó en su parte delantera y terminó por derrumbarse parcialmente. Como consecuencia de este incidente, dos familias que viven en el edificio de al lado tuvieron que ser desalojadas hasta que el arquitecto municipal valore la situación y la calle en la que se produjo el suceso, estrecha pero bastante transitada.

Los bomberos de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) recibieron el aviso en torno a las 08.30 horas y, hasta allí, desplazaron varios efectivos de los parques de Tarazona y Tauste. Además, contaron con la ayuda de un perro para descartar que hubiera alguna personas atrapada entre los escombros. No fue así y todo quedó en un susto.

Esta céntrica vía de la localidad quedó cortada al tráfico y, en estas labores, también participaron efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Local.

El alcalde de Borja, Eduardo Arilla, aseguró ayer a este diario que el edificio –propiedad de una sociedad con sede en la capital aragonesa y que lo había adquirido para invertir en materia urbanística– contaba con una licencia de obras para intervenir en el tejado. No obstante, algunos de los vecinos señalaron que llevaban varios meses escuchando ruidos en el interior del edificio, para lo que dicha sociedad no contaba con licencia. 

Ahora, el consistorio borjano ha abierto un expediente de investigación urbanística para tratar de dilucidar las causas del derrumbe y, hasta que el arquitecto municipal no lo considere oportuno, no permitirá el regreso de este par de familias conformadas por cuatro y cinco miembros, respectivamente. Desde un primer momento, los servicios sociales de la Comarca Campo de Borja se encargaron de realojar a los afectados.

Arilla respiró aliviado después de conocer que el derrumbe de esta «vivienda antigua» no había pasado «nada importante», pues segundos antes varios escolares habían transitado ese mismo punto cuando se dirigían al Colegio de Educación Primaria e Infantil (CEIP) Campo de Borja. Como explicó el primer edil, se trata de «una calle concurrida» por ser próxima al ayuntamiento de la localidad y a la sede comarcal. De hecho, es el camino que él mismo toma con su vehículo cuando se dirige a trabajar al consistorio.