II PREMIO DE NO FICCIÓN LIBROS DEL ASTEROIDE

Paco Cerdà (autor de '14 de abril'): «Nos ha llegado una versión muy naif del 14 de abril»

El escritor y periodista presenta este viernes en Cálamo su libro centrado en las historias humanas de aquel día

Paco Cerdà, con su libro, delante del Palacio Real de Madrid.

Paco Cerdà, con su libro, delante del Palacio Real de Madrid. / EL PERIÓDICO

Daniel Monserrat

Daniel Monserrat

El 14 de abril de 1931, el general Francisco Franco se resiste a izar la bandera republicana en la Academia General Militar de Zaragoza. En Huesca, una muchedumbre recorre las calles recordando a los héroes de Jaca, Fermín Galán y García Hernández. En Jaca precisamente, en su cárcel, los presos están inquietos y se preguntan cuándo podrán recuperar la libertad. Pero ese mismo día también fallece en la calle en Madrid el encuadernador Emilio y en Valencia María Sales, de solo 12 años, es herida gravemente en la violenta toma de la plaza Emilio Castelar por la Guardia Civil. Paco Cerdà rescata en '14 de abril' (ganador del Premio de No Ficción Libros del asteroide que se presenta mañana a las 19.00 horas en la librería Cálamo de Zaragoza) la épica de los olvidados en la llegada de la Segunda República a lo largo de un solo día.

O, como a él le gusta decir, es un viaje a la minúscula del 14 de abril: «Es lo que queda en el margen del periódico del día o del libro de historia. Aquello que aparentemente es menor, tiene poca importancia o relevancia, por ser los sujetos quien son», explica el escritor sobre el concepto antes de entrar en materia: «He intentado incorporar esta visión a esta proclamación de la II República que siempre se ha centrado más en los signos y la bandera que en las vidas y creo que si algo tuvo la proclamación de la república es que respondió a un coro de voces». Y para conseguirlo, el valenciano tuvo claro que «la manera más fiel de representarlo era intentar reseguir los pasos de algunos de ellos empezando por aquellos que pagaron con su propia vida la proclamación de la República, en esa ruptura abrupta entre monarquía y república».

Trabajo ingente de documentación

Para ello, Cerdà ha realizado un trabajo ingente de documentación porque aunque la obra es una novela, todo lo que se cuenta en ella es real, sucedió. Y en ese duro transitar, el escritor reconoce que se ha sorprendido: «Nos ha llegado una versión muy naif de la llegada de la República, de ese 14 de abril, creo sobre todo que hay mucho desconocimiento. Los franceses tienen más claro cómo fue su revolución, su 14 de julio, nuestro 14 de abril está muy desdibujado en la memoria colectiva. Creo que es el momento para conocer y desmontar esa versión naif de la Marsellesa más pasodoble más plazas llenas más sonrisas, que las hubo y que marcaron aquel día, pero que, sin duda, hay una tensión enorme que se respira durante todo el libro. La del 14 de abril es una historia digna de película en distintos puntos de España. El libro quiere contribuir a redibujar esa primera épica democrática que olvidamos, que es nuestra primera andadura democrática», reflexiona en voz alta el autor.

«Nos ha llegado una versión muy naif de la llegada de la República, de ese 14 de abril»

El escritor de Los últimos y El peón empezó casi de cero a la hora de preparar este libro: «Lo primero que me sorprendió y después se ha reflejado en el libro contundentemente son los muertos que hubo. No cuadraban en mi visión idílica de que la llegada de la República fue sin sangre y, después, la enorme tensión que había en las calles, en las prisiones, en algunas sedes de partidos que se asaltaron esta noche, en los destrozos de esculturas, en esa violencia simbólica ya en marcha el mismo 14 de abril… Para mí, la muerte y la tensión no encajaban en mi relato arquetípico de aquel día», revela con seguridad.

"Que no fuera un libro de Historia"

A la hora de escribir la obra, sí tenía claro Paco Cerdà, periodista ante todo, que su objetivo era que «no pareciera un libro de Historia, porque no lo es». «Es una forma de conocer la historia de aquel día sin abundar en el contexto que necesita un relato histórico, pero con una clave sobre todo, no saber qué pasaría a partir del 15 de abril. 14 de abril te mete en un momento en el que todos los futuros eran posibles para España. Si te fijas, en Zaragoza se ve al general Francisco Franco que se niega a izar la bandera (no en un acto de gallardía sino que aduce un defecto de forma) y se hace el remolón para acatar la nueva legalidad republicana, pero en ese momento vemos a un Franco que no será el que después la Historia recordará, ni Carrillo ni Margarita Xirgu ni los versos que resuenan de Lorca y Miguel Hernández en el libro. El libro igual que se esfuerza en dibujar los trazos necesarios de historia para que el lector comprenda cómo sucedió el triunfo republicano, también intenta no cercenar ninguno de los futuros que aquel día estaban abiertos y que menos de un lustro después empezaron a vislumbrarse por completo».

«Es una visión humana y, al mismo tiempo, está alineada con la denuncia de las desigualdades»

Una de las grandes fortalezas del relato que se circunscribe a un único día, el de la proclamación de la II República, es el caleidoscopio de voces que se retratan y que abarca a todos los espectros y bandos: «Muchas veces en este tema se tiende al maniqueísmo y yo quería evitar eso sin duda. Quería proyectar una visión humana sobre aquella jornada y ese era mi bando, contar la historia de las vidas de los más humildes, de aquellos que perdieron su vida ese día, recuperar la memoria tanto del ayudante de cámara del rey como del joven que murió dándose con el tranvía contra la columna y perdió la vida… Pero recorriendo también esas desigualdades de las minas de Río Tinto, del apartheid que había con los británicos que manejaban las minas, recorriendo el chabolismo de Melilla, recuperando las cifras de anafalbetismo en aquel momento… Es una visión humana y, al mismo tiempo, está alineada con la denuncia de las desigualdades», concluye Paco Cerdà. 

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