Crítica de 'Leopardos en el diván': Una gran travesura literaria como novela

La realidad y el deseo, lo real y lo casi auténtico, lo onírico y lo presencial. Gonzalo Fontana Elboj debuta en la novela con 'Leopardos en el diván', lo que él mismo define como «una travesura literaria».... y muy bien ejecutada se puede añadir sin temor a equivocarse.

Adentrarse en Leopardos en el diván es hacerlo en un libro exquisitamente escrito que te permite viajar sin sobresaltos (más allá de los que permite el pacto tácito al que siempre han de llegar el escritor y el lector que se asoma a su obra) por el desencanto de la lucidez en una historia que siempre va más allá.

Para empezar, además, el lector se encuentra con un libro que, como deben ser las obras mejor escritas que deben llamar la atención por su contenido, poco desvela en la pequeña sinopsis que reza así: Es la historia de Jorge, un profesor cincuentón, cínico, desnortado e incapaz de comprender el mundo que lo rodea. Un encuentro fortuito lo arrastrará a un alucinante viaje en el que se verá transportado a los parajes de un deseo que creía haber dejado atrás, pero también al abismo de sus peores pesadillas.

Ejercicio de equilibrios

A partir de ahí, 'Leopardos en el diván' es un ejercicio de equilibrios, de lucha contra el constreñimiento de la forma impuesta por la prosa y una demostración en mayúsculas de la expresión interna de un escritor que está llamado a seguir por una senda diferente a lo leído hasta ahora y que si pudiera entrar en una etiqueta sería en la de inclasificable. ¿Hay alguna manera mejor de calificar una primera incursión en el género de la novela? Así las cosas, lo mejor que nos puede pasar a los lectores de Gonzalo Fontana es que podamos vivir todas las vidas, las nuestras y las de sus personajes, las internas y las externas, las reales y las inventadas... ¿O acaso no beben todas ellas del mismo lugar? 

‘LEOPARDOS EN EL DIVÁN’           

Gonzalo Fontana Elboj                          

Pregunta

129 páginas