RESEÑA LITERARIA

Crítica de Javier Lahoz de 'Sobrevivir fue su victoria': La humanidad en peligro

La escritora Ana Rioja presenta este jueves en el Museo de Zaragoza su cuarta novela, ‘Sobrevivir fue su victoria’

Ana Rioja publicó el pasado mes de mayo su cuarta novela, ‘Sobrevivir fue su victoria’.

Ana Rioja publicó el pasado mes de mayo su cuarta novela, ‘Sobrevivir fue su victoria’. / El Periódico

Javier Lahoz

La escritura de Ana Rioja tiene algo de especial. Sus primeras novelas ya anunciaban personajes en los que la sensibilidad era uno de sus rasgos definitorios y definitivos. La apuesta por el entendimiento es una constante, especialmente en épocas difíciles. De nuevo en esta ocasión entra pronto en materia, duro arranque que anticipa un duro desarrollo. La acción se inicia en 1937 y las páginas retumban bajo el sonido de las bombas. El horror se apodera de Tudela, y sus protagonistas se van definiendo de inmediato. Se trata de una historia coral repleta de diferentes voces que se manifiestan en primera persona y que buscan la protección de los más cercanos. Señores y criados, intelectuales, mujeres que comienzan a ser madres, hijos que han empezado a acostumbrarse a la orfandad y padres que se ven abocados a un destino desconocido cobran vida en estas páginas en las que la muerte se muestra en cada rincón.

Las frágiles miradas se trasladan a otro tiempo para relatar historias que en el presente se entrelazan. Entre la timidez y la rotundidad las lágrimas afloran y con una prosa que atrapa y abraza se van destapando los secretos que hacen que algunos episodios sean como son. Secretos, en definitiva, que hacen que la vida sea como es. El retrato es fehaciente, personas que han aprendido a esperar y a desesperarse en la espera. Se las escucha, se las observa tras sus diálogos poderosos, la única arma que debería estar siempre preparada para el combate. La realidad y la ficción conviven. Los rostros se dibujan sobre los nombres. Los hechos se sitúan delante de las suposiciones. La incertidumbre desplaza con violencia a la comodidad. Las carencias consiguen que las épocas de prosperidad permanezcan de repente relegadas al olvido.

Hay un ritmo vertiginoso porque a pesar de que los días pasan lentos cuando el desasosiego impera, ocurren muchos acontecimientos. Los personajes no están para descansar, no es una época que invite a hacerlo, y si hay que cruzar medio país para encontrarse con los más queridos, se cruza, aun asumiendo riesgos de enorme calibre. Y nunca mejor dicho. El desastre y el optimismo se reconocen y han elegido convivir. Hay ingredientes que crean más tensión todavía al tener sabor a cotidiano aunque contando con un extraño hedor que lo ha convertido en clandestino. Las conversaciones son el mejor indicativo de cómo el entorno les engulle, y de que aquellos en quienes siempre se confió dejan que asome ahora un recelo en el semblante.

Una lectura sin pausa ni respiro

Su manera de contar es directa y cercana. También, envolvente y voraz. A la ficción le da la oportunidad de sentirse real, y de que así se perciba. Las novelas de Ana Rioja se leen siempre de tirón. En cuanto se empieza cualquiera de ellas se tiene la certeza de que en breve, sin pausas, sin distracciones y sin respiro, se ha de llegar al final. Y con las expectativas colmadas. Porque todas y cada una de sus líneas suman momentos que autora y lectores inmortalizan en imágenes que la mente retiene. Más todavía en este nuevo trabajo que tanto me ha cautivado, 'Sobrevivir fue su victoria', que empezó su andadura hace pocas semanas y sobre el que este jueves se celebra un encuentro, con presentación y firma incluidas, en el Museo de Zaragoza. El acto ha sido organizado por Ediciones 94, que ha publicado la obra en su colección de narrativa.

Me he encontrado igualmente con un conjunto de sentidos homenajes, nombres y apellidos de quienes se quedaron en el camino sin que 'a priori' hubiera ninguna razón para ello. Cuesta entender que haya razones para entablar una guerra, arrasar el presente y acabar de cuajo con cualquier plan de futuro. También se reconoce a aquellos que, como reza el título, obtuvieron la victoria de la supervivencia y que incluso se la facilitaron a los otros. Ellos y ellas. Cambios de identidad o ruegos desesperados surgen como por arte de magia.

Mientras leía a Ana Rioja imaginaba como banda sonora las canciones del conocido documental de Basilio Martín Patino. Es una autora que escribe a ritmo de copla, de silencios y de desgarro. Sigo siendo incondicional suyo, de su literatura y de su amistad, de la calidad y la calidez de sus palabras, del recuerdo de aquellos años en los que nos conocimos para explicarle que yo únicamente quería escribir sobre el cine y sus circunstancias. 

'SOBREVIVIR FUE SU VICTORIA'

Ana Rioja

Ediciones 94

152 páginas

15,00 euros