RESEÑA

Los libros aragoneses de Domingo Buesa: Huesca en la Edad Media

El profesor Laliena propuso a los oscenses volver la vista a esa época oscense y hacerlo desde los avances que se habían ido produciendo durante las dos últimas décadas

Uno de los coordinadores del libro, Carlos Laliena.

Uno de los coordinadores del libro, Carlos Laliena. / EL PERIÓDICO

Domingo Buesa

Domingo Buesa

En septiembre del año 2021 se celebraron en la capital altoaragonesa unas jornadas dedicadas a la Huesca medieval -coordinadas por Carlos Laliena, María Jesús García Arnal y Carlos Garcés- para recordar que ya habían pasado treinta años desde la publicación del volumen de estudios sobre 'Huesca, historia de una ciudad', que se ha convertido en un clásico para los estudiosos. Ahora bien, en este tiempo han sucedido muchas cosas: la ciudad ha crecido, se han ampliado las fuentes de estudio, han avanzado las investigaciones y, especialmente, se ha visto la necesidad de hacer participar a los nuevos oscenses de esa historia heredada.

Por todo ello, el profesor Laliena propuso a los oscenses volver la vista a la Huesca medieval y hacerlo desde los avances que se habían ido produciendo durante las dos últimas décadas. El éxito que supuso esa jornada desemboco en la certeza de que era necesario plantearse la edición de un volumen con los estudios dictados. Así nace este libro, dos años después, que no responde exactamente a lo que se explicó en aquellas jornadas, aunque mantiene el objetivo de las mismas, enriquecido con aspectos como esos anexos que nos hablan de las nuevas fuentes para la historiografía de la Huesca medieval, con la finalidad de abrir cauces para nuevos estudios, de facilitar a la nueva generación de historiadores caminos para avanzar en la investigación.  Evidentemente esta era una tarea que podían plantear conocidos especialistas como Dolores Barrios o el archivero José Generelo, quien ofrece una completa y precisa relación de las aportaciones entre 1990 y 2022.

No es una suma de estudios

El libro, a pesar de estar compuesto por capítulos cuyas autorías responden a varios autores no es una suma de estudios para investigadores. Y esto que es muy importante, es el resultado del certero trabajo de Carlos Laliena, catedrático de medieval en nuestra universidad, para que todos ellos construyeran un relato común, unitario y de calidad, sobre ese mundo medieval de la que fuera la segunda “capital” del reino. Un acercamiento que comienza por la morfología urbana que es tarea que acomete la arqueóloga Julia Justes dedicando sus esfuerzos a explicar los avances en la arqueología urbana entre los siglos XII y XIV, siempre contando con el aval de sus concienzudos trabajos de campo.

Sobre esta nueva visión del escenario se acomete la descripción de la Huesca del siglo XIII (que hace García Arnal atendiendo a la formación de una élite ciudadana de gobierno) y la del siglo XIV que plantea Laliena como una sucesión de notas sobre diferentes cuestiones: la presencia judía, la fidelidad al rey, la guerra, los mudéjares o las cuestiones de género. El siglo XV es una propuesta para entender la historia social y política por una archivera que ha dedicado muy importantes trabajos a Huesca: María Teresa Iranzo Muñio. Es interesante valorar, como hace ella, la incidencia de guerras externas como la catalana de 1462 o la presencia en Huesca de las luchas de los bandos altoaragoneses entre los grandes linajes, al concluir el siglo XV.

Explicada la evolución histórica de la ciudad, la segunda parte del libro se emplea en trabajar sobre las dinámicas artísticas de la ciudad medieval, tarea en la que se emplean tres autores. Francisco de Asís García García (gran conocedor del crismón de la catedral de Jaca) analiza lo que él llama encrucijadas artísticas, entre los siglos XII y XIV, con reflexiones sobre la nueva monumentalidad impuesta tras la conquista de 1096, el papel de la devoción mariana y el aporte de los artistas que pasan en sus viajes por la ciudad. Susana Villacampa nos acerca a ese esplendor del gótico en Huesca, conviviendo con la influencia flamenca y las huellas mudéjares, temas que conoce ampliamente y que pone al alcance de la sociedad desde su importante labor como directora del museo diocesano.

Legado artístico

Hablar del legado artístico también invita a hacerlo de su defensa, o por lo menos del estado de su defensa. Este bloque lo acomete Antonio Turmo Arnal que habla del curioso tema de las asociaciones en defensa del patrimonio, centrándose en los Amigos del castillo de Montearagón -que son necesarios pues buena falta le hacen tal como está-, creada en 1995 con el empuje de María Jesús Goded, y en los Obreros de San Pedro el Viejo de Huesca (creada en 1998 a iniciativa de mosén Jesús Vallés) que se preocupan con acierto de las actuaciones en este viejo recinto hispano que potenció Ramiro II el Monje. Después de explicar su labor, completa el recurso con unas explicaciones sobre intervenciones en otros monumentos medievales de la ciudad.

Como pueden ver, el libro tiene un gran interés y además está escrito, sin perder ese nivel científico, para hacerlo asequible a todos los que les interese el pasado medieval de Huesca, que fue objeto de la pasión de grandes historiadores como Ricardo del Arco, Durán Gudiol o Federico Balaguer, entre otros. Por ello, es bueno que agradezcamos al Instituto de Estudios Altoaragoneses de la Diputación de Huesca el que haya acometido su publicación, con la ayuda del Ayuntamiento de Huesca, porque les aseguro que es un buen regalo para todos los que amamos la historia de Aragón porque, con su lectura, también aprenderemos mucho de la historia del viejo reino aragonés.

'HUESCA EN LA EDAD MEDIA. UNA CIUDAD DE LA CORONA DE ARAGÓN'

Carlos Laliena y María Jesús García (coordinadores)

IEA

283 páginas

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