Decimoctava edición

Feria del Libro Viejo y Antiguo: "Un lugar para el descubrimiento"

Este miércoles ha comenzado la decimoctava edición de la feria del Libro Viejo y Antiguo que se celebrará hasta el 14 de abril en la plaza Aragón de Zaragoza

En los expositores se pueden encontrar libros antiguos, publicaciones descatalogadas, mapas, postales y tebeos, entre otros materiales afines.

En los expositores se pueden encontrar libros antiguos, publicaciones descatalogadas, mapas, postales y tebeos, entre otros materiales afines. / Josema Molina

Andrea Sánchez

Andrea Sánchez

«Un libro puede ser un Martini, o un beso por la noche antes de que llegue el sueño, también puede ser un taxi que nos lleva a un lugar insospechado, aunque hay libros, lo sé, que tienen vocación de juez de silla en ese partido de tenis que es la vida. Un partido con momentos dulces y difíciles». Así definió Fernando Sanmartín lo que es para él un libro. El escritor zaragozano ha sido el encargado de dar el pistoletazo de salida a la decimoctava edición de la feria del Libro Viejo y Antiguo de Zaragoza como pregonero. La cita estará abierta todos los días en la plaza Aragón hasta el 14 de abril en horario de 11.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 21.00 horas.

El pregón ha corrido a cargo de Fernando Sanmartín, una cita inaugural que ha tenido que trasladarse a la Biblioteca de Aragón debido a la previsión de lluvia. En su discurso, ha hecho referencia a la feria como una «fiesta». «Es un lugar que propicia el descubrimiento, el reencuentro y las nuevas relaciones con libros que pertenecieron a otros», señaló. Y la oferta es más que variada. Porque se pueden encontrar libros antiguos, pero también publicaciones descatalogadas, grabados y mapas, postales, fotografías, álbumes de cromos, tebeos antiguos, libros de ocasión y un sinfín de materiales literarios de otras épocas.

En esta línea, la cita ha ido ganando interés en los últimos años entre los coleccionistas. Como Fernando, zaragozano de 81 años, que rebuscaba en una caja de postales antiguas. «Soy coleccionista de todo, sobre todo de papel. Empecé con la cerámica, pero ya no me cabía y cambié al papel», ha señalado. En cambio, a María, de 63 años, le gustan los libros antiguos y de ocasión: «Soy gran compradora de libros, es mi fetiche. Busco alguno descatalogado, aunque nunca sé que busco hasta que encuentro algo que es justo lo que quería». «Me gusta venir varios días y curiosear», ha subrayado mientras miraba una fotografía antigua de una playa asturiana.

Poco después del pregón, las once casetas que participan en la feria fueron subiendo sus persianas y los ciudadanos empezaron a curiosear en los mostradores. Tres de los expositores son aragoneses: Luces de Bohemia, Prólogo y Libros del rescate. «Hemos participado en la feria de Zaragoza y siempre tiene muy buena acogida tanto por parte de gente de la ciudad como de gente de los alrededores», ha destacado Nacho Asín, de Luces de bohemia, «intentamos traer libros para todo el mundo, pero con especial atención al tema de Aragón ya que estamos en Zaragoza».

Otra de las librerías que llevan participando desde la primera edición es la de García Prieto, de Madrid. «Es algo interesante tanto para nosotros, los libreros, como para la ciudad, porque es algo que no se ve de normal», ha confesado José, «las librerías de nuevo tienen una orientación muy diferente», quien en su puesto ofrece una gran variedad de pegatinas, imágenes y postales antiguas que llaman la atención de los coleccionistas. «Con internet tenemos acceso diario a todo, pero, al final, es más bonita la venta directa. Al margen de los intereses propios, también se descubren otras cosas, eso es lo divertido», ha añadido.

Valencia, Navarra y Victoria son otras tres ciudades que también están presentes en las diferentes casetas de la feria. Es el caso de Marcos, de la librería Marcos Ortiz, de Valencia. Él trabaja «un poco de todo», pero en su expositor destacan algunas reliquias, ya que lo que más tiene son primeras ediciones de algunos clásicos.

La feria está organizada por la Asociación de Libreros de Viejo y Antiguo de Aragón (ALVADA) y cuenta con el apoyo del Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza.