Recinto Valdespartera

Fofito y su legado

La carpa de ‘Viva el circo’ permanecerá en Valdespartera hasta el 5 de noviembre

Fofito dio la bienvenida a su público con el mítico ‘¿cómo están ustedes?’

Fofito dio la bienvenida a su público con el mítico ‘¿cómo están ustedes?’ / Andreea Vornicu

Si alguien comienza a cantar «había una vez…» seguro que más de uno sigue con «un circo que alegraba siempre el corazón». Y es que no importa la edad, una visita al circo es siempre una buena idea. Los Payasos de la Tele han acompañado hasta a tres generaciones con sus animadas y pegadizas canciones. Solo una de esas generaciones tuvo la oportunidad de ver a los payasos en directo en la televisión; los jóvenes se contentaron con un casete para rebobinar en el coche y los más pequeños aprendieron las canciones desde YouTube. Pero ahora todos ellos tienen la oportunidad de revivir esta experiencia en la carpa de Viva el circo. 

El gran Fofito y su hija, Mónica Aragón, son los encargados de dirigir la función de 90 minutos en la que se intercalan números circenses de lo más original y guiños a Los Payasos de la Tele con algunas de las canciones más conocidas. Desde el interior de la carpa estos maestros de ceremonias comentaban ayer que lo que hace especial al show Viva el circo es la intergeneracionalidad de la función, «hace la misma ilusión a los padres que a los abuelos que a los más pequeñitos», afirma Mónica. Ambos aseguran que se recupera «la esencia del circo tradicional traído al día de hoy y es una forma maravillosa de transmitir nuestro legado y que todo el mundo lo disfrute».

Dúo Cardio en el centro de la pista

Dúo Cardio en el centro de la pista / Andreea Vornicu

Tradición y vanguardia

Hoy, antes de comenzar uno de los pases del circo, los nervios entre los más pequeños ya eran evidentes. Para algunos era su primera vez en una carpa así, y para otros suponía repetir una bonita experiencia. El olor a palomitas y las fotos para inmortalizar el momento han caracterizado el arranque de la función que ha empezado con un número coreografiado de acrobacias muy bien recibido por la audiencia. Pero tras la emoción inicial, ha llegado una de las frases más esperadas por todos. El mítico «¿cómo están ustedes?» ha resonado en el interior del circo, Fofito y Mónica han hecho su estelar aparición y el público ha enloquecido por completo.

Tras ofrecer un pequeño adelanto de lo que iba a ocurrir a lo largo de la función con la canción Chinito de amor, ha salido a la pista Michael Ferreri, quien ha dejado a grandes y pequeños impresionados con sus malabarismos. Hasta diez pelotas han estado en el aire a la vez, siendo casi imposibles seguirlas con los ojos. Rosmarie ha hecho girar los platos con mucha pericia, siempre acompañada por el fiel Marco, que más que ayudar, molestaba, pero en un número cómico nunca viene mal.

Por otro lado, la destreza y el talento sobre el trapecio los ha puesto Roberta Bellucci, quien ha aportado una gran elegancia y delicadeza desde las alturas. Entre número y número, Johny Bogino ha entretenido a un público que ya estaba muy emocionado. La complicidad entre padre e hija de Mónica y Fofito se ha dejado ver a lo largo de la función, además de una camiseta del Casademont, llevada con orgullo por el payaso para sorpresa de todos.

El malabarista Michael Ferreri

El malabarista Michael Ferreri / Andreea Vornicu

Con solo trece años, el integrante más joven del circo, Gabriel Dell’Aqua ha dejado con la boca abierta a más de uno con su gran fuerza y equilibrio, ofreciendo un número en el que casi parecía imposible que fuera humano. Pero la juventud es algo que caracteriza al show, ya que Steven Ferreri, de tan solo 20 años, ha hecho aguantar la respiración al público con complicados ejercicios sobre una cuerda de metal. Marco ha hecho gala de una gran habilidad y concentración montando la bicicleta más pequeña del mundo y Dasha y Man han mostrado el romanticismo más puro bajo la luna con un verdadero adagio acrobático. No solo los profesionales han pisado la pista, cuatro voluntarios forzosos, escogidos por Bogino, han interpretado un número que ha provocado unas cuantas carcajadas.

El Dúo Cardio, desde México y, por primera vez en España, ha ofrecido una mágica combinación entre fuerza y delicadeza. Y como no podía ser de otra forma, han sonado los clásicos, aunque lo han hecho con un toque cañero. Don Pepito y Don José, la Gallina Turuleca y Susanita tiene un ratón han sido entonados por grandes y pequeños con emoción e ilusión.

Una gran función necesita un gran final, la compañía al completo ha salido a la pista para cantar junto al público Había una vez un circo, dejando muy claro que sí, que siempre alegra el corazón y que los clásicos siguen triunfando.