DISTINCIONES

Ruberte, Aibar y Arguilé reciben el Caraues 2022

Susana Ruberte, Antonio Aibar y Gonzalo Arguilé recibieron la distinción. | SERVICIO ESPECIAL

Susana Ruberte, Antonio Aibar y Gonzalo Arguilé recibieron la distinción. | SERVICIO ESPECIAL / la crónica cronicas@aragon.elperiodico.com

La Crónica

El Ayuntamiento de Magallón otorgó la distinción Caraues que reconoce el trabajo de colectivos, bodegas, personas, instituciones en favor de la viticultura y la oleicultura magallonera. Los distinguidos en esta edición fueron Susana Ruberte, primera mujer enóloga en Aragón y propietaria de Bodegas Ruberte; el ex presidente de Bodegas Aragonesas y de la Cooperativa Santo Cristo, Antonio Aibar; y el ex consejero de Agricultura, Gonzalo Arguilé.

Aibar fue el primero en ser distinguido, «por su excelencia profesional, compromiso, honestidad y haber sido un impulsor de los regadíos sociales». Tras recibir el galardón de manos de Miguel Ángel Lacámara, presidente de la DOP Aceite Sierra del Moncayo, Aibar agradeció el reconocimiento, orgulloso «de ser socio de la Cooperativa Santo Cristo de Magallón desde hace 45 años, haber sido su presidente 12 años y haber contribuido a posicionar el sector agroalimentario magallonero».

A continuación, el alcalde de Víctor Chueca presentó a Susana Ruberte, «una pionera en el mundo del vino, que fue la primera mujer enóloga de Aragón». La teniente de alcalde, María del Carmen Serrano, le entregó la distinción, por «su excelente trabajo en aras de la modernización del vino en nuestra villa». Ruberte, emocionada, agradeció el reconocimiento y tras hacer un breve repaso de su vasta trayectoria de más de 40 años quiso compartir el premio con su marido y todos los viticultores, «nuestros mejores aliados para hacer buenos vinos, pues todo comienza en el viñedo que cuidamos durante todo el año».

Por último, Chueca entregó a Gonzalo Arguilé la distinción «por su brillante trabajo institucional en el Gobierno de Aragón, en aras de la modernización y la conservación de la agricultura, por su defensa de la ruralidad y porque sin él, la agroalimentación aragonesa no hubiera tenido la modernización y el avance que tuvo durante los primeros años del siglo XXI».

Arguilé, agradecido, reconoció el trabajo de toda la corporación. «Víctor (Chueca) se ha acordado de una época en la que un consejero se hizo eco de las demandas de un joven alcalde inquieto y defensor de su territorio y me sentí muy cómodo haciéndolo». Además, Arguilé felicitó a sus compañeros de distinción, «grandes profesionales y personas» y quiso hacer una mención especial a Pedro Orduna, «magallonero de pro que fue mi mano derecha y tanto hizo por la industria agroalimentaria».