APUNTES AL MARGEN

Dos estados

Alfonso Alegre

Alfonso Alegre

El 7 de octubre la mayor parte de la gente quedó consternada tras el ataque de Hamás a Israel. Se sucedieron las condenas, y se habló mucho del derecho de Israel a la legítima defensa. De hecho, vimos a la UE, a través de la presidenta Von der Leyen, respaldar a Israel a pesar de que el número de cadáveres de niños palestinos ya empezaba ser insoportable. A mí el ataque de Hamás me pareció comprensible (ojo, no es lo mismo comprender que justificar). No olvidemos que los palestinos llevan soportando vejaciones, asesinatos, expulsiones, torturas, bloqueos etc. 80 años. ¿Se imaginan ustedes que alguno de esos niños que hemos visto con las tripas fuera o sin un brazo por culpa de las bombas israelíes fueran sus hijos? ¿De qué serían ustedes capaces? Pienso que tras los más de 30.000 muertos del terrorismo israelí, si mañana hubiera un ataque palestino como el del 7 de octubre, mucha gente en España y en el resto del mundo lo justificaría y la inmensa mayoría lo comprenderíamos. Pero esto no va de qué es o no moralmente aceptable, porque lo moralmente aceptable depende de lo cerca que te caigan las bombas o de lo próximos que sean los muertos. Esto va de arreglar un problema que llevan causando los israelíes desde hace décadas y que, además del drama humano de los palestinos, tiene derivadas para el resto del mundo como millones de refugiados, secuestros de aviones, fundamentalismo islámico, incrementos del precio del petróleo, graves crisis económicas o ahora mismo un problema de circulación de barcos por el mar Rojo. Y esto hay que resolverlo. En mi opinión, la mejor solución sería que hubiera un único estado laico y bilingüe en el que judíos y árabes convivieran en igualdad de derechos, sin apartheid. Pero como no soy un comeflores y sé que lo mejor es enemigo de lo bueno, me decanto por la solución de dos estados. Afortunadamente ya hay voces cualificadas como la de Josep Borrell que se atreven a decir lo que es obvio: que la única solución posible pasa por obligar a Israel a aceptar un Estado palestino. A la UE y al mundo en general le toca forzar a Israel. Sanciones diplomáticas y económicas inmediatas empezando por el embargo de armas. España podría empezar sumándose ya a la denuncia de Sudáfrica y los ciudadanos deberíamos presionar a los gobiernos hasta que haya un estado palestino. Una tregua, un alto el fuego etc. sin arreglar el problema de fondo son pan para hoy y muertos para mañana.