Opinión | EL ARTÍCULO DEL DÍA

Un partido antisistema

Por si algún despistado se acerca a la lectura de este artículo quiero dejarlo claro desde el principio: es el Partido Popular

Lo que me ha movido a escribir estas líneas es lo acontecido en RTVE con los relevos en su cúpula. En algunos medios serios, no en los habituales desinformadores, se ha recordado la etapa de nuestra televisión pública en los años de gobierno del presidente Zapatero. Fue modélica y varios reconocimientos internacionales así lo destacaron. Servicio público sin obediencia partidista. Recuerdo, porque fui testigo directo de ello, las muchas críticas que le hacían desde las filas socialistas al presidente porque en los informativos se criticaba, a veces duramente, la labor del gobierno. Y su respuesta, que nos indica que se trata de un hombre fundamentalmente decente, afirmando que era lo que correspondía en un medio no partidista. Tras la victoria del PP en las elecciones de noviembre de 2011 el nuevo presidente, M. Rajoy, tardó cinco minutos en cambiar el sistema de designación de los consejeros de RTVE, volviendo al método partidista. Y este gesto, derribando algo que funciona, y bien, me lleva a afirmar que se trata de un partido antisistema: no piensan en el interés general, lo hacen en su forma de entender España. Aznar está ahí.

Alguien me acusará de exagerado al hacer una afirmación tan rotunda por esa decisión, pero es que no es solo esa, hay muchas más. Sobre la no renovación del CGPJ hay poco que decir tras cinco años de negarse a cumplir con una obligación constitucional y ni siquiera con la ayuda de uno de los suyos, el comisario Reynders, lo van a hacer. No quieren y no les importa. Se declaran constitucionalistas, pero no cumplen con las obligaciones que la norma suprema de nuestro ordenamiento jurídico les impone. Antisistema. ¿Y utilizar el Senado para hacer filibusterismo?

Sigamos. En las Comunidades Autónomas en las que gobiernan con el apoyo de VOX han comenzado a tomar decisiones que van por el mismo camino. La corrupción es un grave problema y es imposible evitarla, eso parece, pero la reacción ante la misma es muy importante. El que haya oficinas anticorrupción es un mensaje que se manda a todos, a los posibles corruptos y al resto de ciudadanía: vamos a hacer lo que esté en nuestras manos para combatirla. Y en las Islas Baleares acaban de decidir cerrar ese instrumento. ¿Qué nos quieren decir? Si recordamos que en el segundo gobierno de Aznar hay trece ministros imputados o procesados por corrupción y que el expresidente balear Jaume Matas fue condenado por esas prácticas, que un gobierno del PP tome esa decisión, ¿no es una locura? ¿Y en Madrid? La presidenta de esa CA ha estado cerca de los siguientes casos de corrupción: un piso de sus padres con préstamo público dudoso y nunca devuelto; su hermano cobrando comisiones por la compra de mascarillas en plena pandemia; su cuñada aprobando una oposición pública a la que solo ella ha concurrido; su actual pareja ha reconocido haber cometido tres delitos relacionados con impagos a hacienda; su jefe de gabinete insulta y amenaza a periodistas. ¿Cuál es la reacción de Núñez Feijóo? Reírle las gracias.

Un asunto que a mí me parece especialmente grave. En algunas CCAA ya han tomado decisiones en este sentido, se han derogado las leyes o decretos que regulaban lo que ahora llamamos memoria democrática. Suelo repetir esta idea: Sir Ralf Dahrendorf dijo que la democracia es la convivencia en el conflicto. Y creo que es una gran definición. Somos distintos, tenemos intereses a veces opuestos, pero queremos convivir. Que aún haya en algunas cunetas o cementerios fosas con cadáveres sin identificar de fusilados tras la guerra civil nos debería indignar, a todos. Que aún no hayamos sido capaces de ayudar a parientes de esas personas a encontrarlos y facilitarles una sepultura digna solo me puede llevar a esta reflexión: aún quedan personas entre nosotros con maldad en su corazón. Y no me mueve ningún afán de revancha al hablar de este tema ya que en mi familia no hemos tenido ningún caso de esas características. Dejar sin ayuda económica a los grupos memorialistas que siguen buscando esos cadáveres no dice nada bueno de quien lo hace. En este tema hablar de antisistema es poco. ¿Convivencia?

¿Y los demás? A estas alturas más de uno se estará preguntando si solo el PP es digno de crítica. Pues sí, tienen razón. Pero una cosa es tomar decisiones equivocadas y otra es ser antisistema. Veamos uno de los aspectos más candentes, la amnistía. Se puede estar en contra de ella, de hecho yo lo estoy, pero no de la forma en que se está haciendo. El líder de un partido constitucionalista, de verdad, diría que si hay motivos jurídicos para ello la llevaría al Tribunal Constitucional e, incluso, que si en un futuro tiene la mayoría precisa para ello la derogaría. Y ya está. Así funciona el sistema.

Suscríbete para seguir leyendo