La 3ª jornada de Segunda

Una mano al cuello. La crónica del Cartagena-Real Zaragoza (1-0)

Un polémico tanto validado por el VAR acaba con un Zaragoza inocente y sin pegada

Los jugadores zaragocistas protestan al árbitro en los últimos minutos del partido.

Los jugadores zaragocistas protestan al árbitro en los últimos minutos del partido. / IVAN URQUIZAR

Jorge Oto

Jorge Oto

Dice la norma que si un jugador se ayuda con el brazo para marcar o si la jugada, directamente, acaba en tanto, este debe ser invalidado. Si el árbitro de campo no es capaz de apreciar la infracción, para eso está el VAR, así que todos tranquilos que el artilugio no falla. La teoría, una de las numerosas falacias que abanderan la implantación de una herramienta cuya indudable utilidad es abrasada por el nefasto uso que se hace de ella, no fue aplicada anoche en Cartagonova, donde el Real Zaragoza perdió su primer partido de la temporada por culpa de un gol marcado por De Blasis a falta de menos de diez minutos precedido por el acomodo, voluntario o no, del balón con el brazo izquierdo. 

González Esteban, en primera línea, y Vicandi, desde la pantalla, miraron hacia otro lado y el Zaragoza, tan inocente y blando como siempre, se marchó a casa de vacío y con un cabreo de consideración.

El tanto llegó justo después de que Grau se marchara al vestuario antes de tiempo tras ser expulsado con doble amarilla. A Carcedo le correspondería otra por dejar en el campo al centrocampista y quitar a Molina en su lugar. Hasta entonces, los dos habían estado nefastos, pero, a igualdad de condiciones, se impone dejar en el campo al que no lleva amarilla. El trencilla y el del VAR, quizá con la conciencia algo intranquila, ordenaron la expulsión de Musto por una agresión a Giuliano en una decisión con aspecto compensatorio, pero al Zaragoza apenas le dio para asustar.

Hasta ese tramo final en el que se decidió el duelo, la cosa había estado igualada. Bajo el clásico 4-2-31 y renunciando a la presión alta para apelar al repliegue, el Zaragoza encaró el encuentro a merced del ímpetu de un Cartagena que dificultaba la salida de balón de los de Carcedo. El esférico apenas duraba en las botas de los aragoneses, entre los que solo Giuliano parecía centrado. Un disparo flojo del argentino fue el único argumento ofensivo exhibido en los minutos iniciales por un Zaragoza impreciso y desquiciado.

La presión arriba del Cartagena extrajo fruto antes de llegar al primer cuarto de hora, cuando Grau perdió un balón cerca de la frontal que acabó en la bota derecha de De Blasis, pero la intuición de Cristian fue demasiado escollo para el albinegro, al que se le hizo de noche ante el argentino.

Poco a poco, el Zaragoza se fue estirando y sacudiendo el asedio de su oponente. Lo hacía a base de circulación lenta y ritmo pausado hasta llegar al costado, casi siempre al derecho, donde Gámez lo hacía todo bien hasta que tocaba poner el centro. 

Bermejo, desde lejos, y Vada, tras una galopada de Giuliano, volvieron a intentarlo antes de que el propio argentino, en su estreno como titular, ensayara una chilena que no estuvo lejos de sorprender a Marc, muy seguro hasta entonces. También ante otro intento de Giuliano, al que respondió tan acertadamente como lo había hecho poco antes ante un tiro envuelto en veneno de Bermejo desde cerca de la frontal.

Mejorando lo presente

En la segunda parte, el Zaragoza fue mejor. Y eso que su doble pivote hacía aguas por todos los lados cuando el balón llegaba a sus pies. Giuliano, el mejor de largo de los visitantes, aceptaba el uno contra todos para meter el miedo en el cuerpo a Marc, que vio pasar cerca de su palo izquierdo un disparo cruzado del argentino.

Carrión fue el primero en mover el banquillo y lo hizo de forma inteligente sacando del juego a Alcalá, al que el árbitro había perdonado la expulsión, y reordenando al equipo refrescando la medular y la zona de vanguardia. Carcedo, por su parte, señaló a un inoperante Molina pero dejó dentro a Grau, con amarilla, lo que acabó resultando letal.

Poco antes de la expulsión del zaragocista, Ortuño había asomado para mirar de cerca a Cristian, que no pasó apuros para desbaratar la ocasión del delantero. El partido parecía destinado al tercer empate sin goles consecutivo de un Zaragoza más inocente que un fuelle.

Pero llegó el momento clave. Un centro desde la derecha que Jair no vio y que burló a Francés fue directo al cuerpo de De Blasis, que pareció ayudarse con el brazo para situar el balón cerca de su bota. Un posterior quiebro a Larra y un certero zurdazo ante el que nada pudo hacer Cristian lo dejaban todo en manos del VAR, que no vio nada punible en la acción.

Al Zaragoza le quedaba la heroica. Una falta al borde del área pedía a gritos a Eugeni, pero Carcedo prefirió sacarlo cuatro minutos después, en el 94, no se sabe bien para qué. Petrovic tuvo la última, pero su remate fue el claro ejemplo de la insoportable blandura de este Zaragoza. 

Cartagena Fútbol Club: Marc Martínez; Pedro Alcala (Franchu, m.56), Pablo Vazquez, Toni Datkovic, Damian Musto, Mikel Rico (Sergio Tejera, m.56), (Luca Sangalli, m.74), Ivan Calero, Jairo; Jansson (Valle de Borja, m.72), De Blasis y Alfredo Ortuño (Sadiku, m.72).

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Fran Gámez (Larrazabal, m.73), Francés, Jair Amador, Nieto; Jaume Grau, Manu Molina (Petrovic, m.63), Serrano; Sergio Bermejo (Mollejo, m.63), Valentín Vada (Juanjo Narváez, m.73) y Giuliano Simeone.

Gol: 1-0, M.82: De Blasis.

Árbitro: Jon Ander González Esteban, del comité vasco. Mostró la tarjeta amarilla a los locales Pedro Alcalá (m.11), Mikel Rico (m.28), Jansson (m.49) y Toni Datkovic (m.58) y a los visitantes Manu Molina (m.38), Valentín Vada (m.52), Petrovic (m.70), Mollejo (m.94) y dos a Jaume Grau (m.34 y m.79), por lo que fue expulsado. Además, lo fue con tarjeta roja directa el local Musto (m.88).

Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada de LaLiga SmartBank de fútbol que se disputó en el estadio Cartagonova de Cartagena ante 7.990 espectadores.

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