La actualidad del Real Zaragoza

A por el decimosexto técnico y el sexto director deportivo. La gran trituradora del Real Zaragoza

El Zaragoza firmará su decimosexto entrenador y el sexto director deportivo desde su último descenso. Tan solo tres técnicos completaron una temporada entera en el banquillo

Torrecilla y Sanllehí dialogan en la primera aparición del director general en el palco, la pasada campaña ante el Burgos.

Torrecilla y Sanllehí dialogan en la primera aparición del director general en el palco, la pasada campaña ante el Burgos. / Jaime Galindo.

Jorge Oto

Jorge Oto

Es un no parar. El Real Zaragoza continúa siendo una trituradora de entrenadores y de directores deportivos desde que dio con sus huesos en Segunda por última vez. Con Torrecilla y Carcedo ya fuera, el club se dispone a firmar al sexto director deportivo y el decimosexto técnico en estas diez temporadas consecutivas que acumula en la categoría de plata del fútbol nacional. Casi nada.

Todo empezó con un director deportivo que no era tal. Moisés García León fue designado secretario técnico de aquel Real Zaragoza en el que el que mandaba en todos los ámbitos era el director general Jesús García Pitarch. Paco Herrera fue el entrenador elegido para acometer el intento de retorno a la categoría perdida. Pero, tras un inicio aceptable, el equipo se cayó y Víctor Muñoz tomó el relevo hasta el final de la temporada para comenzar también la siguiente y ser destituido en la 14-15, cuando el equipo era octavo, por desavenencias internas con el entonces consejero Carlos Iribarren. Ranko Popovic era el nuevo inquilino del banquillo de un equipo que se quedaría a apenas seis minutos del ascenso tras caer en el partido definitivo en tierras canarias ante Las Palmas.

También la campaña siguiente habría movimiento doble. Popovic fue destituido y con él se marchó Martín González, de nuevo, como consecuencia de discrepancias con Iribarren. Lluís Carreras y Narciso Julià serían los siguientes en ocupar el banquillo y la dirección deportiva, respectivamente.

Pero el desastre de Palamós, donde el Zaragoza se quedó sin playoff tras salir goleado por el Llagostera, ya descendido, supuso el fin de la etapa del entrenador catalán y la llegada, en la 2016-17, de Luis Milla, otra apuesta arriesgada que tampoco salió bien. En una campaña nefasta, otros dos técnicos (Raúl Agné y César Láinez) pasaron por el banquillo zaragocista y fue el aragonés el que consiguió esquivar un descenso que por momentos pareció inevitable. Juliá sería destituido en febrero para iniciar la etapa de Lalo Arantegui en la dirección deportiva hasta la Navidad de 2020. Natxo González fue su primera apuesta como entrenador tras haber realizado una gran campaña en el Reus.

De menos a más y tras eludir el despido en alguna ocasión, el técnico vasco llevó al Zaragoza hasta un playoff marcado por el acuerdo alcanzado por el entrenador con el Deportivo para la próxima temporada. Otra etapa efímera.

Otro entrenador de autor, Imanol Idiakez, destituido tras la décima jornada, Lucas Alcaraz y Víctor Fernández pasaron por el banquillo aragonés en la 2018-2019, de nuevo, salvada in extremis por un entrenador aragonés. Víctor fue la gran apuesta para la siguiente temporada, seguramente, la que más cerca estuvo un ascenso que parecía seguro antes de la irrupción de la pandemia. Sin embargo, la reanudación de la competición devolvió a una escuadra desconocida que echó a perder todo lo que había adquirido previamente.

Adiós a Lalo

El batacazo abrió una nueva etapa pero Lalo volvió a apostar por un entrenador, Rubén Baraja, con todo por demostrar. Fracaso. El pucelano duró poco y la temporada se torcería hasta el punto de costarle el cargo a Lalo, que había entregado antes el banquillo a Iván Martínez, entonces en el filial. Ya con Torrecilla en la dirección deportiva, JIM salvó al Zaragoza del descenso a Primera RFEF y se ganó su continuidad para la 2020-21, en la que el equipo se quedó lejos de la pomada prometida por Torrecilla.

La llegada de la nueva propiedad supuso el comienzo de una nueva era, pero Raúl Sanllehí, el hombre fuerte designado por los propietarios, decidió renovar a Torrecilla pese a la presión popular, y entregar el equipo a Carcedo, que apenas contaba con 21 partidos de experiencia en la categoría. Tampoco ha funcionado. Solo tres (Natxo, Víctor Fernández y JIM han completado una temporada entera en el banquillo).

La historia se repite y, casi como cada año, el Zaragoza se enfrenta a la crisis de siempre. Habrá otro entrenador y un nuevo director deportivo elegidos por Sanllehí, que se sitúa ante la hora de la verdad. El ruido de la trituradora sigue siendo ensordecedor. 

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