La actualidad del Real Zaragoza

Bebé explica la pobreza del fútbol del Real Zaragoza

El extremo roza el 40% de los remates del equipo desde su llegada y en Lugo casi los monopolizó, con 6 del total de nueve. El porcentaje de sus intentos, casi siempre lejanos, ha subido mucho en los tres últimos partidos, donde se ha jugado peor y él ha sido casi el único recurso ofensivo

Bebé controla un balón ante el Hacen en el partido jugado en Lugo.

Bebé controla un balón ante el Hacen en el partido jugado en Lugo. / PRENSA2

S. Valero

Es innegable el impacto que ha tenido la llegada de Bebé en el ataque del Real Zaragoza, los dos últimos goles han sido suyos, ante el Andorra para ganar ese partido y el Alavés para maquillar la goleada, y también que ha añadido carácter y personalidad en un vestuario muy carente de esas dos virtudes. El jugador portugués, de tremendo disparo con su pierna derecha, aunque en Lugo también probó suerte con la zurda, está aumentando su presencia ofensiva hasta un límite que marca mucho el juego del equipo. En Lugo, de los 9 remates del Zaragoza, 6, dos tercios, tuvieron su firma, con uno al palo como el más peligroso, aumentando la sensación de que una parte importante del potencial arriba resultara de los balones al extremo como si fuera Michael Jordan y él se los jugara, pero esto no es baloncesto.

En sus poco más de 400 minutos en 5 partidos, saliendo desde el banquillo en Andorra y siendo titular y jugando todos los minutos en Málaga y con el Burgos y casi todos frente al Alavés y el Lugo, el extremo cedido por el Rayo Vallecano ha realizado hasta 24 intentos hacia la portería contraria del total de 62 del Zaragoza. Es decir, en global en estos partidos con él a disposición de Escribá ha rematado el 38,7% de las veces del Zaragoza, una barbaridad.

Ese porcentaje, además, ha ido en aumento. En Andorra tiró solo dos veces, una de ellas a gol en la perfecta contra iniciada por Francho y con el medido pase de Giuliano, de las 11 del equipo, aunque solo jugó medio tiempo, ya que salió tras el descanso. Contra el Alavés fueron 3 de 16, con el soberbio gol de más de 30 metros a Sivera, y en Málaga ya rozó la mitad, con 5 de 11, para también quedarse cerca ante el Burgos del 50%, con 7 disparos del total de 15, y superarlo ampliamente en Lugo.

En el duelo ante el cuadro lucense solo Giuliano, con una clara ocasión ante Whalley que mandó fuera por poco, Nieto, que propició el rechace del portero, y un mal disparo de Gueye lo intentaron al margen de Bebé. Este rozó el gol en una falta magistralmente lanzada y lejana nada más empezar que acabó en el larguero con Whalley ya batido y también tuvo un disparo en la segunda parte que se marchó alto por muy poco, mientras que el resto de sus intentos, todos desde larga distancia, quedaron lejos de inquietar al portero rival

En estos últimos partidos, en los que el portugués ha aumentado su peso rematador, es cuando el Zaragoza ha jugado peor, sobre todo en la segunda parte en Málaga y ante el Burgos y en el global del partido en el Anxo Carro. Es verdad que ante burgaleses y gallegos Escribá ha querido frenar como fuera la sangría de goles recibidos, siete en las dos anteriores jornadas (cuatro del Alavés y tres del Málaga), pero no lo es menos que el fútbol zaragocista se ha vuelto más básico y que los balones para que se la juegue el último fichaje de enero han ganado peso en el ataque del equipo. Demasiado, sin duda.

Así, el futbolista caboverdiano ya es, con solo 5 partidos de 30 jornadas, el tercer jugador que más remata en el global de la Liga para el Zaragoza, solo superado por los 50 intentos de Giuliano en 28 encuentros ligueros, y los 25 de Bermejo, al que no tardará en superar.