La opinión de Sergio Pérez

El ahínco de Giuliano Simeone y el descuido fatal de Vada

Lo escuchamos de manera habitual en boca de los protagonistas. Los partidos se deciden muchas veces por detalles. En el Real Zaragoza-Albacete hubo dos decisivos: la pelea de Giuliano que forzó el córner en el que Lluís López hizo el 1-0 y la omisión de esfuerzo de Vada en el 1-1

Vada disputa un balón en el encuentro frente al Albacete.

Vada disputa un balón en el encuentro frente al Albacete. / JAIME GALINDO

Sergio Pérez

Sergio Pérez

Lo hemos escuchado tantas veces que ya ha pasado a formar parte del paisaje verbal del fútbol, más todavía en estos últimos tiempos de equipos con numerosos parecidos y casi repetidos. Eso de que los partidos se deciden por detalles es uno de los soniquetes más frecuentados por los protagonistas del juego. No deja de ser una perogrullada, pero también una gran verdad. Al final, una pequeña circunstancia inclina la balanza hacia un lado o hacia el otro, lleva a los equipos hasta las victorias, los ancla en los empates o los condena a las derrotas.

Los detalles no son algo abstracto. Son aciertos, acciones positivas o negativas, buena predisposición, trabajo, tino, actitud. En el partido que el Real Zaragoza empató con el Albacete hubo dos momentos que condicionaron el encuentro y el resultado. El equipo de Fran Escribá se adelantó con un brillante cabezazo picado de Lluís López a la salida de un córner. Para que el central catalán pudiera lucirse de esa manera tuvo que darse previamente un detalle que, con la algarabía que produce el gol, quedó en un segundo plano y pareció insignificante. Giuliano peleó con su habitual ahínco un balón que, gracias a su esfuerzo, terminó en un saque de esquina favorable. El gol se hizo posible por la fe del argentino, por su impecable actitud.

Otro detalle, en sentido contrario, fue lo que dejó al Real Zaragoza sin victoria y con un solo punto. Al paso por el minuto 64 del encuentro, el Albacete colgó un centro lateral desde la izquierda a la espalda de la defensa local que cayó en un espacio mal cubierto, con Nieto posicionado de modo erróneo. Por allí, en carrera, apareció Carlos Isaac para empalar el balón con un magnífico golpeo que superó a Cristian Álvarez. Vada, con nada, al contrario que Isaac, que fue con todo, se quedó mirando la acción en lugar de continuarla, pelearla e incomodar el disparo del jugador visitante. Detalles que acercan triunfos y detalles que cuestan puntos.