Entrevista | Jugador del Amorebieta y canterano zaragocista, con 16 años en el club

Lasure: "No me comparo con el Lasure del pasado, no me aporta nada"

El lateral del Amorebieta se mide por primera vez al Zaragoza el domingo tras salir en enero pasado después de 16 años en el club: "El componente emocional es muy alto, soy zaragocista, pero mi trabajo es saber controlar eso y utilizarlo a mi favor"

"No es mi objetivo, ni demostrar nada a nadie ni a mí mismo. Trato de hacer mi trabajo lo mejor posible y con eso me quedo", asegura sobre la recuperación de sensaciones en esta campaña, donde ya acumula 12 partidos

"En los dos últimos encuentros se ha visto que el Zaragoza daba un paso adelante y en ello tiene que ver la predisposición del nuevo míster a ser más vertical y generar más juego ofensivo"

Lasure se lamenta en un partido del Amorebieta.

Lasure se lamenta en un partido del Amorebieta. / LALIGA

El Periódico de Aragón

Se mide el Zaragoza a un Amorebieta con nuevo entrenador, con la llegada de Jandro Castro por Haritz Mujika. ¿Cómo ven ese cambio en la plantilla?

Todo en la vida, y en el fútbol aún más, son resultados y es cierto que no nos estaban acompañando y entonces siempre se hace necesario un cambio y el entrenador es la primera pieza que habitualmente se mueve. Nos toca adaptarnos a lo que nos pida, ha sido algo inesperado, pero solo queda seguir trabajando y buscando la mejoría como equipo.

Son un recién ascendido y están en su papel. Nadie dudaba en agosto que iban a sufrir por la salvación, aunque seguro que esperaban llevar más puntos a estas alturas.

Sabemos de dónde viene el club, que el año pasado estaba en Primera RFEF, pero habíamos hecho una buena pretemporada y las sensaciones eran mejores. Esperábamos llevar más puntos a estas alturas, eso es verdad, creo que estamos compitiendo bien, que todos nuestros partidos son igualados y que, salvo el Leganés, ningún rival nos ha hecho una goleada. No estamos cuidando los detalles y en esta categoría eso es muy peligroso. Eso nos está faltando sin duda.

Solo mirando las estadísticas ya se ve que el Amore está fallando mucho lejos de casa, con solo dos puntos.

Eso está claro y nos penaliza claramente. Si quieres salvarte tienes que hacerte fuerte en tu estadio, pero fuera debes ir sumando también, al menos bastante más de lo que lo hemos hecho. Al Amorebieta ya le ocurrió lo mismo en la temporada que estuvo en Segunda y bajó. Es una asignatura muy pendiente.

¿Qué Amorebieta le espera al Zaragoza?

En casa estamos siendo un equipo correoso, que juega directo, que tiene las cosas claras arriba y que intenta hacer daño al rival jugando en pocos pasos. Obviamente, el nuevo entrenador va a suponer cambios en lo que nos pide y en el modelo de juego, pero la idea pasará por ser un bloque vertical, atacar rápido e intentar que el Zaragoza no se sienta cómodo.

¿Tienen plantilla para lograr la permanencia?

Sin duda, hay grupo de sobra y la gente cree. Si no pensáramos en salvarnos estaríamos ya condenados y peor de lo que estamos. La sensación general que hay en el vestuario es que podemos, aunque a día de hoy sabemos de la dificultad, porque casi llevamos una vuelta entera y hemos sacado muy pocos puntos (14).

"Es un Zaragoza extraño hasta ahora, tras empezar muy fuerte, luego se deshinchó todo y llegó ese bajón. Sabemos de la exigencia que tiene el equipo, algo que pasa factura en el entorno y es complicado de gestionar desde dentro"

¿Al Zaragoza cómo lo ve? Está siendo una temporada muy difícil de analizar y de explicar, con un gran inicio, una tremenda caída, el adiós de un entrenador…

Sí, es un Zaragoza extraño hasta ahora, tras empezar muy fuerte, con unas incorporaciones en verano que parecía que le daban ese salto y luego se deshinchó todo y llegó ese bajón. Sabemos de la exigencia que tiene el Zaragoza, algo que pasa factura en el entorno y es complicado de gestionar desde dentro. A ver si con el cambio de entrenador dan ese paso adelante y recuperan las sensaciones.

¿Piensa que el Zaragoza tiene plantilla para luchar por esa zona alta?

Por los nombres que hay pienso que sí y la impresión que daba al inicio era que esa iba a ser la realidad y que el techo de este Zaragoza era alto. Tampoco creo que el equipo haya merecido perder muchos partidos en los que cayó, pero la realidad es que está a mitad de tabla y que anda por debajo de lo esperado. También cuando empiezas tan fuerte generas muchas expectativas y eso hay que saberlo gestionar en un entorno que es complicado y que cuando las cosas no van bien se hace difícil saberlo llevar.

¿Cree que se disparó en demasía la ilusión, que era mayor que otros años y eso pudo perjudicar?

Lo que es evidente es que se generó mucha expectación, con los refuerzos y con el comienzo, y se situaron muy altas las miras. Eso hace más peligroso llevarte la decepción, pasa igual que cuando vas a una película con muchas ganas de que te guste. En esta categoría, que es tan larga, hay tiempo para dinámicas buenas y malas y cuando llegan las segundas, como no mantengas la serenidad y la calma, te puedes ir muy abajo.

¿Qué piensa que ha cambiado Velázquez?

Hay cambios que son más difíciles de percibir, en el estado de ánimo o en la energía que esté transmitiendo, y otros que son claros a nivel futbolístico, en ese esquema con tres centrales y con carrileros más altos en esa línea de cinco. El cambio mayor es a nivel de régimen interno más que en lo que pueda ser más visible. En los dos últimos partidos se ha visto que el Zaragoza daba un paso adelante y que en ello tiene que ver la predisposición del míster a ser más vertical y generar más juego ofensivo, que es verdad que al Zaragoza le estaba penalizando ser muy conservador y eso será una cuestión del nuevo cuerpo técnico.

"No puedo ser objetivo, porque ahí pesa ser zaragocista, pero creo que sí es candidato al ascenso el Zaragoza. Yo miro los equipos y tiene que estar arriba por plantilla y ya no le digo por institución y afición"

¿Lo sigue situando como candidato al ascenso?

No puedo ser objetivo, porque ahí pesa ser zaragocista, pero creo que sí lo es. Yo miro los equipos y el Zaragoza tiene que estar arriba por plantilla y ya no le digo por institución y afición. Quiero pensar que sí, que es candidato.

A nivel personal pese al difícil año del Amorebieta está siendo una buena temporada para usted. Está jugando mucho, ya hasta en 12 partidos de Liga, y eso que arrancó el curso con una lesión de tobillo.

Estoy satisfecho de lo que estoy jugando, aunque al final si lo grupal no acompaña la felicidad no puede ser nunca plena. No había tenido continuidad en los últimos años y el tener minutos de forma regular es lo que buscamos todos.

El lateral zaragozano avanza con el balón en un partido ante el Burgos.

El lateral zaragozano avanza con el balón en un partido ante el Burgos. / LALIGA

Con Haritz estaba jugando de carrilero en una defensa de tres y siempre pareció esa la mejor posición para usted, porque le permite mirar mucho hacia arriba.

Eso a mí me ayuda, jugar así me permite estar más liberado de tareas defensivas y me gusta aportar arriba, llegar a zonas ofensivas. Ahora a ver qué pasa con el nuevo míster, pero la verdad es que me estoy sintiendo muy cómodo ahí.

Cuando se marchó en enero pasado aseguraba que estaba seguro de que iba a recuperarse el Lasure anterior al cáncer testicular. ¿Ya está a ese nivel o cerca?

Me voy sintiendo cada día mejor, encontrando poco a poco ese pico de forma, pero es que no me comparo con el Lasure del pasado, porque eso no me aporta nada. Quiero buscar mi mejor versión del presente, que al final es de lo que se trata. Lo que me hace sentir bien es cada vez notarme mejor.

Tiene 29 años, le queda recorrido…

Cuando llegó la enfermedad en ningún momento pensé que podía dejar el fútbol. Soy joven y siempre he pensado que tenía mucha carrera por delante y que sería buena. En ello estoy.

"No miro tan a largo plazo, el proceso que pasé con el cáncer fue una de las cosas que me enseñó, disfrutar de las cosas, del día a día, no marcarme objetivos lejanos"

¿Está recuperando techos que tenía antes? Por ejemplo llegar a la élite.

No, qué va. No miro tan a largo plazo, el proceso que pasé con el cáncer fue una de las cosas que me enseñó, disfrutar de las cosas, del día a día, no marcarme objetivos lejanos. Si miras mucho al futuro siempre estás con esa ansiedad por cumplir objetivos y no te paras en lo bonito que tiene cada día.

¿Siente que con su rendimiento se está reivindicando?

Si lo hago, no es algo buscado. No es mi objetivo, ni demostrar nada a nadie, ni a mí mismo. Trato de hacer mi trabajo lo mejor posible y con eso me quedo. Ahora tengo contrato en el Amorebieta hasta junio, mi objetivo era tener minutos y ayudar lo máximo posible, lo que estoy consiguiendo por ahora, y solo mirar al siguiente partido. Cuando rescindí del Zaragoza tenía complicado firmar tras tanto tiempo habiendo jugado muy poco y encontré sitio (Eibar) y lo he vuelto a encontrar. De aquí a junio pueden pasar muchas cosas y Dios dirá.

Es la primera vez que juega contra el Zaragoza, por cierto.

Con el Leganés cuando la cesión fue el año del cáncer y en el Tenerife había cláusula, así que será la primera vez. Es una motivación extra jugar contra el club de tu vida, en el que estuviste 16 años, es un partido muy diferente al resto, muy especial, aunque no dejan de ser tres puntos y lo que quiero es hacerlo lo mejor posible y ayudar a mi equipo. El componente emocional es muy alto, soy zaragocista, pero mi trabajo es saber controlar eso y utilizarlo a mi favor. De todas formas, seguro que será más emocionante cuando llegue en La Romareda, ahí se hará todavía más especial jugar.