La actualidad del Real Zaragoza

5.000 deseos y un sueño en La Romareda

La afición vuelve a exhibir su capacidad para soñar y creer en el entrenamiento a puertas abiertas antes de Reyes en La Romareda, con muchos más aficionados que los 3.000 de hace un año.

"Esto es un chute de energía, de zaragocismo e ilusión que nos tiene que dar mucha fuerza. Somos unos privilegiados", asegura Francho, que proclama un mensaje ambicioso para buscar el ascenso en la segunda vuelta

Lleva muchas muestras el zaragocismo en esta temporada de su capacidad de ilusionarse y de soñar, con más socios que nunca en La Romareda en esta etapa en Segunda y con una asistencia media también sin parangón. El clásico entrenamiento abierto del Real Zaragoza antes del Día de Reyes, recuperado hace un año después de la obligada suspensión de la pandemia, fue el enésimo ejemplo, un baño de 5.000 deseos, mayoritariamente de niños, en el estadio para disfrutar del entrenamiento de los jugadores zaragocistas y para jalear a sus ídolos. “He sido crío, sé lo que es venir estos días y es un chute de energía, de zaragocismo e ilusión, que nos tiene que dar mucha fuerza para lo que queda de segunda vuelta”, resumió Francho, canterano y voz autorizada para pensar en ese objetivo que es volver a Primera y que no se ha cumplido en las 10 campañas anteriores.

“Hay que ser ambiciosos, cosas como las de este día nos tienen que dar fuerza y se está demostrando ya en los últimos partidos, donde estamos yendo a tope, aunque no acompañen los resultados. Seguro que vienen cosas bonitas”, añadió el centrocampista al ser preguntado por el objetivo del ascenso, una meta que el propio presidente Jorge Mas dejó clara en su visita antes de Navidad para pelear por ella en esta misma temporada tras una primera vuelta demasiado irregular y que va a exigir unos 40 puntos para poder acabar en promoción. “Hay nivel para eso, pero debemos tener los pies en el suelo, ser realistas, ver solo el siguiente partido y dar el 100% porque si no te pinta la cara cualquiera. En base a eso hay capacidad de sobra para lograrlo”.

"Cualquiera firmaría con los ojos cerrados tener un ambiente así en un entrenamiento. Somos unos privilegiados por disfrutarlo y a ver si lo tenemos muy en cuenta y nos ayuda mucho en el futuro”

La comparación

Hace solo un año fueron 3.000 los aficionados que se congregaron en La Romareda y el aumento de la cifra sirve de claro ejemplo de que este zaragocismo no solo no deja de creer, sino que redobla su fe. “Cualquiera firmaría con los ojos cerrados tener un ambiente así en un entrenamiento. Somos unos privilegiados por disfrutarlo y a ver si lo tenemos muy en cuenta y nos ayuda mucho en el futuro”, espetó Francho, uno de los más aclamados por la grada, aunque casi cada acción destacada del entrenamiento recibió su correspondiente aplauso con muchas pancartas, camisetas y bufandas para exhibir ese zaragocismo. “Tenemos la suerte de ser un club muy grande y en días como hoy se demuestra, todos somos conscientes de dónde estamos”, aseveró el centrocampista.

¿Qué supone ese apoyo para la plantilla? “La palabra no es responsabilidad sino más ambición y saber que no estamos solos. 5.000 personas no es algo así como así y nos tiene que ayudar a vivir todos los partidos como si fueran el último”, finalizó Francho, orgulloso desde su corazón zaragocista de vivir una jornada bonita en La Romareda, llena de ilusión y que se mostró desde la apertura de puertas antes del entrenamiento, con largas filas para acceder a la parte de la zona de preferencia y debajo del palco que fue habilitada para los zaragocistas, que la llenaron casi por completo, con muy pocos espacios vacíos.

El entrenamiento, con el expresidente zaragocista Christian Lapetra entre los asistentes, tuvo una hora de duración, con Julio Velázquez en actitud observadora y dejando el mayor peso de las instrucciones a su segundo, José Antonio Morga, constó de carrera suave, rondos, ejercicios de remate y un partidillo a espacio reducido que fue el que más atención reclamó de una grada donde el Cartero Real recogió las cartas de los más rezagados. El lanzamiento de balones para los aficionados zaragocistas y casi media hora de firmas de la plantilla pusieron fin a una mañana repleta de zaragocismo, de deseos… y de un sueño.