La 23ª jornada de Segunda

Un feliz reencuentro para el Real Zaragoza

El Real Zaragoza suma ante el Andorra un triunfo inteligente y necesario, lleno de pragmatismo y eficacia, para mirar hacia arriba

Los goles de Francho y Gámez llegaron en el momento justo para desarmar al casi inofensivo Andorra

Francho Serrqano, tras anotar el primer gol ante el Andorra.

Francho Serrqano, tras anotar el primer gol ante el Andorra. / ANDREEA VORNICU

El Real Zaragoza, en su regreso a La Romareda en este 20024, en el partido que se aplazó de forma justa por la nieve y que se jugó en las condiciones que debe exigir esta competición, se volvió a reencontrar con la victoria en un duelo que mereció ganar siendo más inteligente en la apuesta, con más ocasiones y llegada que un Andorra insulso en casi todo el choque, con un fútbol de posesión y de poca llegada ante un Zaragoza que se levantó tras la mala imagen en Elda y que volvió a ganar tras solo sumar un triunfo en las 13 citas anteriores. Francho en la primera parte y Fran Gámez en la segunda sellaron un botín de oro para que el equipo vuelve a pensar en la meta del playoff de ascenso como un objetivo alcanzable.

No lo ha sido en los últimos tiempos por esa caída de la que tanto le ha costado levantarse. Ante el Andorra, con un césped en buen estado para la nieve caída y por el gran trabajo realizado por los empleados del club, aunque el nuevo horario tuvo una entrada de las peores del curso, retomó la senda del triunfo y golpeó en dos momentos decisivos aprovechando la debilidad defensiva del enemigo, que tuvo más posesión, pero que volvió a demostrar que esa apuesta a Eder Sarabia no le funciona en este curso porque no le salen las cosas en ataque y encaja demasiados goles

Partida de ajedrez

Mantuvo Julio Velázquez el esquema con tres centrales, el 5-3-2 situando a Mollejo en el carril zurdo, poblando la medular para que Francho fuera la sombra de Jandro y recuperando a Azón como referencia ante un Andorra en el que Eder Sarabia también recurrió al mismo dibujo como respuesta aunque el arranque fue el que se esperaba, con el rival teniendo más el balón y un Zaragoza a la espera que no tardó en hacer daño a su enemigo.

Un centro de Mollejo al que llegó muy justo Azón y un disparo de Toni Moya desviado tras una buena recuperación de un activo Mollejo fueron los primeros avisos de un Zaragoza que presionaba arriba y que incomodaba bien la apuesta de Sarabia. Sin embargo, el paso de los minutos devino en un repliegue cada vez más intermedio y que convertía en más complicado hacerle daño a un enemigo tan previsible en su fútbol control como inofensivo.

Gámez apareció en una jugada para recuperar un buen balón ante Pampín y no encontró a Iván Azón y una combinación entre el 9 y Francho acabó en el disparo del centrocampista tras otro robo, que era cuando de verdad se le generaba peligro al conjunto andorrano. Sin embargo, el Zaragoza ya no era tan efectivo en la presión y La Romareda se empezaba a impacientar ante la iniciativa insulsa del Andorra, antes de que un buen centro de Fran Gámez se lo quitara de la cabeza Pastor a Maikel Mesa.

El Zaragoza, en todo caso, no sufría y Scheidler y Karrikaburu, las dos referencias andorranas, ni tocaban el balón y solo una indecisión entre Badía y Gámez bien resuelta por el meta generó dudas. Cuando el descanso ya asomaba, con el Andorra sobando el balón, el equipo de Velázquez hizo una buena presión de la que Marc Aguado sacó el jugo al robarle el balón a Molina para que Francho sorprendiera a Dani Martín en el 43 para el 1-0. Una falta de entendimiento entre el meta y Pastor, otra vez con el Zaragoza afilado en la presión arriba, pudo ocasionar el segundo, pero al descanso se llegó con la justa y mínima ventaja.

Quiso dar un paso adelante el Andorra en la segunda mitad, tratando de que su posesión supusiera más llegada e hizo sufrir al Zaragoza en los minutos iniciales, en dos jugadas de Pampín, con remate de Scheidler que Badía, que siempre está donde debe, repelió y otro flojo de Karrikaburu. Jaume Grau entró por un tocado Marc Aguado y, cuando peor pintaba el duelo para el Zaragoza, Azón sacó una falta que Toni Moya mandó el travesaño y Mollejo prolongó de cabeza para que Fran Gámez ejecutara a Dani Martín con una precisa chilena para ponerle el lazo a la victoria en el minuto 66 porque el Andorra terminó de hundirse sin que un triple cambio de Eder Sarabia le quisiera revivir.

Un gol anulado a Maikel Mesa tras una buena estrategia salvó al rival de un golpe más humillante y el Zaragoza, con Manu Vallejo y Enrich en el frente de ataque en el tramo final sin mostrar demasiada frescura ambos, sobre todo el gaditano, no iba a sufrir nada en los últimos minutos, donde Sarabia movió el dibujo y solo obtuvo el remate de Karrikaburu muy flojo ante un Zaragoza muy serio en esos instantes y que hasta pudo anotar el tercero con el incansable Francho en un mal remate tras su exhibición física. El Zaragoza, en todo caso, logró una victoria inteligente, sabiendo jugar al Andorra y sumando tres puntos de esperanza a todos los niveles, también para el mercado, y que le reencuentran con la sonrisa y le sirven de aliciente para mirar al futuro con más esperanza.