Real Zaragoza

Escabechina en los laterales

Mouriño se convirtió el domingo en el sexto inquilino de un lateral derecho marcado por una inestabilidad compartida con el zurdo, por donde han pasado ya nueve efectivos

Gámez apunta a volver en Anduva

Mouriño conduce el balón durante el partido ante el Andorra en La Romareda.

Mouriño conduce el balón durante el partido ante el Andorra en La Romareda. / ANDREEA VORNICU

Santiago Valero

No hay forma. La inestabilidad continúa marcando los dos laterales del Real Zaragoza a lo largo de la temporada. Los problemas en forma de lesiones, bajos estados de forma o falta de confianza del entrenador de turno han provocado una escabechina en ambos costados de la defensa zaragocista, donde nadie ha sido capaz de adueñarse del puesto desde que Nieto cayera gravemente lesionado en la quinta jornada del curso disputada en Cartagena. Aquel percance fue el génesis de un interminable vaivén de jugadores para ocupar una demarcación en la que nadie ha sido capaz de hacerse con una titularidad que tampoco está clara en el otro lado, donde Fran Gámez también ha perdido el sitio. 

El valenciano, que apunta a volver a la titularidad el domingo en Anduva tras haber formado en el once inicial blanquillo en uno solo de los cinco últimos partidos (principalmente por problemas físicos), es el que más veces (19) ha ocupado cualquier lateral (principalmente el diestro), pero Víctor Fernández lo descartó el domingo en su estreno en el banquillo (los dos laterales derechos de la plantilla fueron suplentes) para elegir a Mouriño, el sexto jugador que pasa por esa posición esta temporada. La decisión, enmarcada más sobre una cuestión táctica (diagonales de Puado desde ese costado o falta de centímetros en el cómputo general del once inicial zaragocista) no hizo sino acentuar la inestabilidad en una zona por la que ya han pasado, además de Gámez y Mouriño, Borge, Luna, Zedadka y Francés, si bien este último de forma eventual a lo largo de un partido y nunca de inicio.

En el otro costado, la escabechina es aún mayor. Lecoeuche, el escogido por Víctor para su debut en el banquillo, está llamado a tener continuidad el domingo en Anduva, pero entre lesiones y falta de confianza, el galo apenas acumula una docena de apariciones en el flanco zurdo de la retaguardia. Nieto, indiscutible hasta que cayó lesionado, jugó los primeros cinco encuentros y, a partir de ahí, el puesto quedó huérfano de regularidad. Por ahí ya han pasado Francés, Borge, Gámez o Francho, además de los carrileros Valera y Mollejo (en la defensa de tres centrales de Velázquez) e, incluso, Juan Sebastián, el lateral derecho del filial al que Escribá puso en la izquierda en el desastre copero ante el Atzeneta, de Tercera RFEF. En total, nueve inquilinos. 

Lesiones

La sangría es evidente. Las lesiones se han cebado especialmente en ambos lados de una defensa sumida en la desgracia desde que Nieto sufriera una avulsión del tendón proximal de la musculatura isquiotibial que le obligó a pasar por el quirófano. Luego dueron cayendo Lecoeuche, víctima de varias lesiones musculares a lo largo del curso, y Borge, que, al igual que Nieto, se perderá el resto de la temporada tras haber sido operado de la rotura de la plastia del ligamento cruzado anterior de su pierna izquierda. Gámez, por su parte, también ha sufrido problemas musculares.

El problema es serio. El plan inicial era fichar en enero un lateral zurdo para competir por el puesto con Lecoeuche, pero Cordero, condicionado por el sistema de Velázquez, decidió finalmente reforzar el otro costado con Zedadka, que apenas ha sido cuatro veces titular y que parece destinado a continuar en el banquillo. 

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