Real Zaragoza

Víctor rescata a Jair

El técnico aragonés ha devuelto al central una titularidad que Velázquez le negó en seis partidos seguidos

En Anduva se acercó a su mejor versión

Víctor, junto a Jair en una sesión de entrenamiento en la Ciudad Deportiva.

Víctor, junto a Jair en una sesión de entrenamiento en la Ciudad Deportiva. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Jorge Oto

Jorge Oto

La versión ofrecida por Jair Amador el pasado domingo en Anduva se acerca a la que el central venía ofreciendo en una estancia en el Real Zaragoza marcada por la regularidad. El extremeño (aunque nacido en Portugal) está viviendo una campaña difícil en la que su rendimiento ha estado por debajo de lo que venía siendo habitual a lo largo de las tres temporadas anteriores desde que recaló en La Romareda en la 20-21 de la mano del entonces director deportivo Lalo Arantegui.

Solo en su primer año había estado por debajo de los 36 partidos disputados y fue como consecuencia de una lesión en la cintilla iliotibial de la rodilla y otra muscular que le hicieron no poder jugar en 10 de los primeros 11 encuentros. En la siguiente fue titular en los 39 que disputó y en la siguiente en 35 de los 36 jugados. Pero, a pesar de conservar un hueco en el once inicial de Escribá al comienzo del curso, Jair sufrió un bajón en su rendimiento que le fue apartando de un once del que quedó definitivamente fuera cuando Velázquez apostó por una defensa de tres centrales en la que solo faltaba él. Su error en el 2-2 del Levante en La Romareda al ser superado en el salto por Brugué (de mucha menor estatura), el tanto en propia puerta frente al Mirandés (0-1) y los dos fallos ante el Eibar (2-3) emergían como ejemplos claros de que el central no estaba ante su mejor temporada.

Hasta seis encuentros consecutivos permaneció en el banquillo con Velázquez, que, obligado por la sanción de Mouriño, devolvió al luso a la alineación en Valladolid en su último partido como entrenador del Zaragoza. Víctor Fernández, en cambio, tuvo claro desde el principio que Jair debía integrar la defensa de cuatro con la que pretendía acabar con el sistema anterior de tres centrales y ha sido titular en los dos encuentros dirigidos por el aragonés, tanto ante el Espanyol en La Romareda, donde dejó dudas, como en Miranda, donde fue uno de los mejores de un Zaragoza que ha recuperado a uno de sus capitanes.  

Su mayor ostracismo

Aquel ostracismo de seis duelos consecutivos sin jugar fue el mayor en las ocho temporadas, desde la 16-17, que el defensor zaragocista acumula ya en el fútbol profesional, ya que solo en el Huesca en ese curso estuvo tanto tiempo sin jugar, entre las jornadas 34 y 39 de ese campeonato, con Anquela en el banquillo y con Carlos David e Íñigo López como pareja titular en el conjunto oscense. 

Desde entonces, Jair siempre había tenido continuidad en unas alineaciones de las que nunca había estado tanto tiempo excluido. Su vuelta el once con Víctor advierte no solo de la relevancia que el entrenador zaragozano concede al zaguero, sino a la necesidad de dotar de jerarquía y galones a un equipo en el que no abundan en el campo ni la capacidad de liderazgo ni el carácter.

En todo caso, no está siendo la mejor campaña de Jair. El central, de 34 años, tiene contrato hasta 2025 tras renovar en marzo de 2023 (antes, en enero de 2022, lo hizo de forma automática al cumplir 50 partidos) y su contrato incluye una campaña más opcional, en la 25-26, en función de rendimiento, de partidos.

De momento, el extremeño es el único, junto a Francés, que ha superado los 2.000 minutos en el terreno de juego esta temporada y solo el canterano ha estado más tiempo en el césped que Jair, titular en 24 de los 32 encuentros disputados hasta ahora y autor de un tanto, precisamente, el que dio el triunfo al Zaragoza en Tenerife, rival del domingo.