Casi dos años después de que se cerrara al público por el hundimiento de la losa superior del párking subterráneo, ya se conoce cómo será la futura plaza Salamero. El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Víctor Serrano, ha presentado este lunes el proyecto de remodelación de este céntrico entorno que, según se puede contemplar en las recreaciones digitales, será más verde y con menos espacio para los coches. Las obras costarán entre 5 y 6 millones de euros y podrían inaugurarse, si se cumplen los plazos previstos, dentro de un año, a finales de 2022.

Fue el 29 de enero de 2020 cuando se hundió parcialmente la losa superficial del aparcamiento subterráneo que hay bajo la plaza Salamero. Desde entonces se cortó el paso a los peatones y a los vehículos y en estos dos años se ha procedido a arreglar la superficie del párking. En los últimos meses se ha estado redactando el proyecto de remodelación de este espacio urbano, para lo que también se ha contado con la participación de la ciudadanía a través de una consulta online. Hasta ahora, se han gastado unos dos millones de euros en asegurar la superficie del lugar y a esta inversión habrá que sumar los entre cinco y seis millones que valdrá darle forma al entorno.

El precio, de todas formas, no está cerrado porque podrían realizarse todavía modificaciones en el proyecto inicial y, además, según ha explicado Serrano, la falta y carencia de materiales y la crisis de abastecimiento mundial, así como la inflación, hacen que el coste final sea difícil de determinar.

En cuanto al diseño, el encargado de explicar el proyecto ha sido su creador Héctor Fernández, del estudio Lignum. El espacio central de la plaza contará con ocho parterres en los que habrá tres niveles de vegetación: flores, arbustos y árboles de pequeño y medio tamaño, para evitar que el peso sea demasiado grande y sobrecargue la losa del párking. Además, en la parte que va desde la calle Cinco de Marzo hasta el encuentro de Salamero con César Augusto también se instalarán otras tres zonas verdes, de más tamaño, y una fuente en forma de lámina de agua en la que podrán proyectarse imágenes, si bien, no se actuará en el entorno de la iglesia de Santiago el Mayor.

El objetivo del diseño de esta parte de la plaza, la más próxima a la calle Azoque, en la que antes estaba la entrada del párking subterráneo desde César Augusto, es que haya una continuidad visual desde el paseo Independencia hasta la iglesia de Santiago, también conocida como de San Idelfonso, para que la fachada del templo cobre protagonismo y pueda contemplarse desde más allá de Salamero. Asimismo, quedará un espacio más abierto y liberado en el que se podrán celebrar conciertos, proyecciones y también mercadillos al aire libre.

Así será la futura plaza Salamero de Zaragoza. AYTO. DE ZARAGOZA

Con respecto a los equipamientos, además de parterres con vegetación habrá zonas de juegos infantiles (una demanda ciudadana dada la cercanía de varios colegios) y desaparecerán los escalones y los bancos en diferentes alturas. "Queremos que el peatón sea el protagonista. El hecho de que la antigua plaza estuviera rodeada por la calzada hacía que el espacio central tuviera carencias. La circulación de vehículos será restringida y sobre una cota cero", ha explicado el encargado de diseñar este espacio.

Así, los coches podrán seguir pasando, aunque solo aquellos que estén permitidos, entre César Augusto y la calle Azoque y entre Morería y Teniente Coronel Valenzuela. Las salidas y entradas al párking subterráneo para coches se sacarán de la plaza y los accesos peatonales estarán en los laterales y ya no en el centro. Asimismo, el quiosco de flores que ocupaba un lugar protagonista se instalará ahora al final de la calle Cinco de Marzo. Según ha avanzado Serrano, no habrá más negocios en la plaza, por lo que se descarta que vaya a haber bares y terrazas ocupando el espacio central del lugar.

Para proteger a los paseantes del sol en verano y el viento en invierno, se van a montar también unas estructuras metálicas que estarán cubiertas por plantas trepadoras y en las cuales se instalará también la iluminación pública y pulverizadores de agua para refrescar el ambiente. Para tratar que Salamero sea lo más verde posible y cuánto antes, "se intentará que la vegetación que se plante sea grande desde el principio". "La plaza será un oasis en la ciudad", ha avanzado el diseñador del espacio.

Víctor Serrano, con una imagen de la futura plaza detrás. ÁNGEL DE CASTRO

Además, en uno de los parterres laterales, los que no estarán en sobre la losa de hormigón que cubre el párking, se van a replantar dos de los once olivos que ocupaban el centro de la antigua plaza Salamero. Cada uno pesa 3.000 kilos, por lo que no se pueden poner sobre el aparcamiento subterráneo para evitar aportar más peso. Para decidir qué hacer con el resto de ejemplares (nueve) se pretende realizar un proceso participativo en el que la ciudadanía pueda elegir en qué sitios emblemáticos de la ciudad se colocan.

Con respecto a los plazos, Serrano ha afirmado que espera agilizar los trámites administrativos para poder licitar las obras de remodelación. Así, podría ser en marzo cuando entren las máquinas a trabajar y desde ese momento el plazo de ejecución estipulado será de diez meses. Por tanto, a finales de 2022 la nueva Salamero tendría que estar terminada.

En total, se va a intervenir en 8.158 metros cuadrados en los que habrá 1.447 metros cuadrados de parterres y zonas verdes. Una vez concluyan las obras de la plaza Salamero, se seguirán realizando actuaciones en esta zona de la ciudad para crear la que será la primera supermanzana de Zaragoza, que abarcará todo el espacio comprendido entre el paseo Independencia, el Coso, César Augusto y el paseo Pamplona.