SECTOR PRIMARIO

Samper (Vox) se vuelve a mostrar contrario a la reintroducción del lince en Aragón

El consejero de Agricultura asegura en una respuesta que "los perjuicios causados a bienes jurídicos protegidos son muy superiores a los beneficios que conllevaría su hipotética reintroducción"

El departamento afirma en su escrito que el regreso del animal tendría impacto negativo en "la actividad ganadera, ineficacia en la población de conejos o conflicto social", entre otros asuntos

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

El consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación de la DGA, Ángel Samper, ha vuelto a insistir en "los perjuicios" que provocaría el regreso del lince a la comunidad autónoma. Lo ha hecho en una respuesta parlamentaria al portavoz socialista del área, Marcel Iglesias, en la que ha manifesado "el impacto negativo" del regreso de este felino y ha advertido de que su regreso puede tener "impacto en otras especies protegidas" y provocar "conflicto social y coste económico". Todo ello en un contexto de diferencias entre Vox y Partido Popular, que desde la consejería de Medio Ambiente impulsa la vuelta del animal a la tierra, con acuerdos con el sector.

El consejero de Agricultura asegura que "el impacto negativo en la actividad ganadera" se podría notar porque el lince es "un depredador que puede atacar a la ganadería ovina", poniendo en "más riesgo el desarrollo de una actividad económica importante en Aragón". "La modificación de las infraestructuras ganaderas para proteger a los animales de la depredación del lince agravaría significativamente los costes de las explotaciones", prosigue Samper, que señala que este coste repercutiría en "el incremento de precios en la alimentación".

En segundo lugar, Samper cita el proceso de recuperación del lince por su "ineficacia para controlar la población de conejos". El consejero de Agricultura asegura en su respuesta al PSOE que "la reintroducción de un número escaso de ejemplares de lince en un territorio de 500.000 hectáreas es insuficiente para controlar la plaga". "Además, su presencia obligaría a prohibir el uso de perros en determinadas modalidades y épocas de caza, lo que dificultaría el control de otras especies cinegéticas", continúa Samper, que afirma tajante que "cualquier pareja de cazadores con hurones es capaz de cazar en un día más conejos que todos los que conejos que puedan cazar en ese mismo día todos los linces que pueda albergar Aragón durante los próximos 20 años".

El consejero cierra con tres últimos argumentos en contra. El impacto en otras especies protegidas, porque "no hay estudios científicos que desmientan el riesgo real y cierto que la reintroducción del lince tiene para la avifauna objeto de especial protección para garantizar su preservación", la posible aparición de conflicto social sobre el tema, porque puede generarse enfrentamientos "al entre los partidarios y los detractores de la medida, contra el criterio de la población rural y de las organizaciones agrarias, afectando a las zonas rurales en las que la ganadería constituye una actividad principal", y, por último, el coste económico, que sería "significativo" y debería ser asumido "en su mayor parte por las distintas administraciones públicas".