POLÍTICA HIDRÁULICA

Ribera y Azcón cierran filas contra cualquier futuro trasvase del Ebro

Ninguno contempla obras que desvíen o fragmenten el caudal del río a otras comunidades y el aragonés reclama celeridad para aplicar el Pacto del Agua mientras la ministra rechaza el proyecto de Biscarrués

La vicepresidenta tercera y Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, mantiene una reunión con el presidente de Aragón, Jorge Azcón, en Madrid

La vicepresidenta tercera y Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, mantiene una reunión con el presidente de Aragón, Jorge Azcón, en Madrid / EFE/ BORJA SÁNCHEZ-TRILLO

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

El encuentro entre la vicepresidenta del Gobierno de España, Teresa Ribera, y el presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha fijado este lunes en la sede del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico la clara oposición de ambas instituciones a un trasvase del Ebro. Una demanda que el líder del Ejecutivo autonómico lleva reclamando meses y que ha podido certificar de boca de una de los pesos pesados del Gobierno central, para alejar ese fantasma que siempre rodea a Aragón y que en la actualidad viene espoleado por comunidades del mismo color azul popular. Logrado el hito que no pudo repetir con el Plan Pirineos, Azcón ha reclamado más celeridad en las obras del Pacto del Agua y Ribera ha manifestado su compromiso, dando carpetazo, eso sí, al embalse de Biscarrués que el presidente popular rescató del olvido hace unas semanas.

Ambos han iniciado sus intervenciones ante la prensa exhibiendo agradecimientos mutuos y defendiendo «el tono cordial, colaborativo y constructivo» de una reunión que el presidente aragonés espera que sea «la primera de otras muchas» que apuntalen la política hidráulica de la comunidad. El presidente aragonés ha recordado que la solicitud de la reunión se formalizó hace un par de meses y que, por lo tanto, se habían abordado más temas que el propio Pacto del Agua. Eso sí, según el líder del Ejecutivo autonómico, «la situación ha cambiado pero no la posición del Gobierno de Aragón».

Azcón, que ha enarbolado una mañana más su imagen más antitrasvasista, ha recordado «la obligación que marca el Estatuto de Autonomía» de la comunidad de «defender el agua de Aragón» y mantuvo su postura de que «la cuenca hidrográfica del Ebro se gestione de forma unitaria». El presidente también ha solicitado a Ribera su regreso a la comisión mixta sobre el Pacto del Agua, «para dar a conocer cómo se encuentran las obras», así como ha pedido «celeridad» en los compromisos adquiridos para 2027, «porque vamos a plantear que se estudien de una manera más inmediata».

El trámite pasará antes por las Cortes de Aragón, cuya presidenta, Marta Fernández, se encargará de la invitación a la comisión a la vicepresidenta. Teresa Ribera ha abrazado la proposición, por ser «una manera eficaz y respetuosa de dar seguimiento y compartir las explicaciones». La ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico ha manifestado este lunes su intención de escuchar en la comisión mixta las propuestas que los participantes en el cónclave pudieran tener para la política hidráulica del Ebro en los próximos años.

Sobre un posible trasvase del Ebro, la ministra de Transición Ecológica ha asegurado que «no se ha planteado la fragmentación del río ni ningún volumen de agua trasvasable hacia otro lugar», defendiendo que es una política «importante y extremadamente sensible». Ese será el principio por el que se moverán en el ministerio, según ha detallado la máxima responsable del área, con la intención de que «el Plan Hidrológico del Ebro sea respetado escrupulosamente para una mayor eficiencia y calidad». Ribera ha reivindicado en varias ocasiones el papel vertebrador y de unidad de los territorios que el Ebro aporta a toda España, pero siempre insistiendo en «la unidad de la cuenca».

Política hidráulica

Sobre el río que concentra tantos debates sobre su trasvase, Ribera ha defendido «una buena planificación hidrológica» y mantuvo que su gestión «requiere de atención y debe anticipar los desafíos que puedan aparecer en el futuro». «Es nuestro compromiso y ya hemos hablado de su correcta gestión desde la CHE», ha matizado la vicepresidenta del Gobierno, que ha celebrado «los volúmenes de inversión en el tercer ciclo de planificación para garantizar la mejor gestión posible del Ebro». La vicepresidenta del Gobierno no ha cejado en su defensa de la política hidráulica como vertebradora del territorio y ha esgrimido el principio de solidaridad entre las comunidades autónomas por las que discurre el Ebro.

La ministra Ribera ha señalado su compromiso de «cumplir a rajatabla» el Plan Hidrológico del Ebro, así como la intención de seguir sacando adelante esas obras del Pacto del Agua que Azcón quiere ver cumplidas a la mayor brevedad posible. El propio presidente autonómico ve lejana la fecha de 2027 y ha animado a estudiar fórmulas con las que acelerar algunos de los procesos ya firmados, así como a incluir o revisitar aquellos proyectos que se quedaron fuera del marco. En la actualidad, las tres actuaciones en ejecución son los embalses de Yesa, Almudévar y Mularroya, «con más de 800 millones de euros y con la preocupación de todas las garantías reclamadas en los últimos años».

Mientras que la ministra sí ha defendido el avance de las obras en Almudévar, basándose en las resoluciones judiciales, Ribera ha vuelto a rechazar el pantano de Biscarrués que hace unas semanas Azcón sacaba de nuevo a la palestra: «Los tribunales consideraron que era una obra que no estaba suficientemente justificada y que debía declinarse su tramitación». La ministra ha insistido, de nuevo, en que la política hidráulica es un tema «extremadamente cuidadoso» y en que desde su cartera «se seguirá escuchando y haciendo valoración de las inversiones y de sus modificaciones».