Un partido marcado en rojo

A falta de siete partidos para cerrar la temporada, el Casademont Zaragoza toca con los dedos una salvación virtual que puede dejar sellada este sábado frente a un rival directo, el Obradoiro (17.00). Es una cita marcada en rojo en el calendario del equipo porque la siguiente oportunidad frente a un rival de la zona baja no llegará ya hasta la penúltima jornada con la visita del Granada.

El Casademont tiene diez triunfos en su haber. Le faltan dos para las proclamadas 12 victorias que persigue Porfirio Fisac desde el principio de la temporada, pero si alcanza las once este sábado lo tendrá en su mano porque el Palencia sigue con cinco y el propio Obradoiro se quedaría con siete, cuatro de diferencia a falta de seis partidos. Mejor todavía si el equipo zaragozano recupera los ocho puntos de diferencia con los que cayó en el Fontes do Sar, porque entonces serían cinco de diferencia. Además, este fin de semana hay un dramático Breogán-Palencia, colista contra penúltimo.

Hasta el momento, el equipo aragonés no ha sido lo suficientemente contundente contra los equipos de la zona baja, ni siquiera en casa. Fuera solo ha sido capaz de ganar en Palencia y, en casa, patinó contra el Andorra, único rival de abajo que le ha ganado los dos partidos. Tiene los averajes favorables con el Bilbao y el Palencia y desfavorables con el Andorra y contra el Breogán. Ante el Obradoiro debe recuperar ocho puntos (80-72), los mismos que frente al Granada (78-70).

El club quiere contar con la afición y por eso ha lanzado varias ofertas esta semana. El lunes anunció que cada abonado puede adquirir dos entradas a 10 euros cada una en Fondo Anillo 2 y esa misma tarde, en el entrenamiento a puertas abiertas, también se pusieron a la venta tickets para este sábado al mismo precio de 10 euros. También los clientes de Caja Rural, uno de los patrocinadores del club, pueden adquirirlas a ese precio. Volver a enganchar al aficionado es otro de los retos del equipo de Porfirio Fisac en esta recta final de la temporada.

Para el Casademont Zaragoza ganar significaría un poco de tranquilidad a falta de seis jornadas para el final, empezar a cerrar una temporada en la que las salidas prematuras, las lesiones y los continuos cambios en el roster, motivados tanto por factores externos como internos, han hecho que el equipo no tuviera la regularidad necesaria y haya ido ofreciendo una de cal y otra de arena a sus seguidores, provocando cierto desencanto. Sin embargo, el pasado lunes 2.500 acudieron al entrenamiento de puertas abiertas. El Casademont quiere aprovechar esa inercia mañana.

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