TÚ OPINAS

¿Es justo que las deportistas trans compitan en igualdad de condiciones con otras mujeres?

Este debate no para de generar distintas opiniones al respecto, que en la mayoría de los casos las instituciones deportivas ignoran

Lia Thoma, primera persona transgénero en ganar un campeonato femenino en EEUU.

Lia Thoma, primera persona transgénero en ganar un campeonato femenino en EEUU. / BRETT DAVIS / USA TODAY SPORTS

Julia Pes Montañés

Durante décadas las personas pertenecientes al colectivo LGTBIQ+ han sido fuertemente rechazadas y discriminadas pero, con el paso de los años estas han ido adquiriendo cada vez más visibilidad. Si nos centramos concretamente en las personas transgénero, han tenido que sufrir una fuerte lucha para ser realmente reconocidas como hombres y mujeres pero en el ámbito deportivo surgen algunos matices.

Innumerables mujeres trans han batido récords mundiales en distintas disciplinas mostrando menor esfuerzo que las demás deportistas.

Casos como el de la nadadora estadounidense Lia Thoma, primera persona transgénero en ganar un campeonato en EEUU en la historia de la División I, Laurel Hubbard, seleccionada para competir en Tokio 2020, siendo la primera mujer transgénero en competir en unos Juegos Olímpicos, entre otros muchos casos, han generado a lo largo de los años un gran debate, pero realmente ¿Es justo científicamente?

Laurel Hubbars, primera mujer transgénero en competir en unos juegos olímpicos.

Laurel Hubbars, primera mujer transgénero en competir en unos juegos olímpicos. / EUROPA PRESS

Los hombres tienen por naturaleza un mayor volumen cardíaco y pulmonar, más masa muscular y un porcentaje de grasa corporal más bajo, y aunque las mujeres trans hayan pasado por procesos hormonales, estos no pueden compensarlo, como demuestra un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine en 2020.

Al contrario, tras un tratamiento hormonal con testosterona, los hombres trans pueden llegar a igualar a los hombres en flexiones y velocidad de carrera y ser superiores físicamente a las mujeres.

Distintas soluciones, ningún consenso

Claro está que para esta situación se han tratado de buscar distintas soluciones, aunque aún no están lo suficientemente desarrolladas para que ninguna sea oficial.

La primera medida que se llevó a cabo fue que las mujeres con DSD, trastornos del desarrollo sexual, tuvieran que tener sus niveles de testosterona por debajo de cinco mmol/l durante, al menos, seis meses para poder participar en competiciones entre 400 metros y una milla, más tarde esta se amplió a todo el atletismo. A partir de ese momento, el nivel de testosterona se deberá reducir por debajo de 2,5 mmol/l durante al menos 24 meses.

La atleta sudafricana Semenya en una competición.

La atleta sudafricana Semenya en una competición. / JEAN-CHRISTOPHE BOTT / EFE

En otros lugares se llevaran acabo otras medidas, por ejemplo, en Berlín, en la Copa del Mundo de Natación de 2023, se introducia una categoría abierta completamente nueva, específica para atletas transgénero.

Pero no todas las deportistas trans están de acuerdo con estas medidas, Semenya, atleta sudafricana que compitió internacionalmente en los 800 metros femeninos, se negó a seguir ningún tratamiento para bajar su nivel de testosterona. Incluso llevó su caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que declaró que había sido víctima de discriminación, o Lia Thomas que ignorando todas las polemicas tiene como objetivo los proximos Juegos Olímpicos de París 2024. Ella declara: "Soy una mujer como todas las del equipo. No sé exactamente cuál es mi futuro en la natación, pero me gustaría continuar", "Quiero nadar y competir como hasta ahora".

Un debate abierto

Este debate no para de generar distintas opiniones al respecto, que en la mayoría de los casos las instituciones deportivas ignoran, dejan de lado e incluso crean leyes sin realizar apenas estudios.

No solo hay que tener en cuenta la opinión trans sino también la opinión del resto de las deportistas, que al competir contra mujeres con factores biológicos masculinos les dificulta batir sus propias marcas, en el deporte lo que compiten son los cuerpos, no los sentimientos y la frustración que puede llegar a sufrir una deportista al ver que compite contra factores superiores a los suyos también hay que tenerla en cuenta.