LA 'CARA B' DE LAS ELECCIONES EN ARAGÓN

Manuel Murciano, alcalde de Moscardón: "Mi campaña electoral lleva durando 44 años"

Murciano es el regidor de Moscardón, en Teruel, desde las primeras elecciones democráticas, en 1979 || Las ganas y la pasión por su pueblo le hacen volverse a presentar

Manuel Murciano, alcalde de Moscardón, en Teruel, desde 1979

Manuel Murciano, alcalde de Moscardón, en Teruel, desde 1979 / Efe / Antonio García

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

Manuel Murciano llegó al poder en Moscardón el mismo año en el que Margaret Thatcher se convertía en la primera ministra de Reino Unido. Era un lejano 1979, cuando a la Unión Soviética le quedaban diez años de vida, Jorge Azcón solo llevaba seis en este mundo y Javier Lambán, a sus 22, ya iniciaba su carrera política. 

En estos 44 años, Aragón ha cambiado mucho y todo lo que se ha transformado Moscardón ha llegado de la mano de Murciano. "Solo soy un hombre sencillo, que toma esta responsabilidad como un deber que tengo", explica el alcalde más veterano de Aragón, uno de los diez en todo el país que sigue ostentando el poder. A sus 80 años, vuelve a presentarse a los comicios y aspira el próximo 28 de mayo a seguir formando parte de esa élite de la experiencia: "Es que no me cuesta nada".

Al frente de un consistorio que atiende a 60 vecinos, Murciano asegura que en este municipio turolense pasan cosas y que nunca se han "dormido": "Hemos hecho lo que hemos podido porque los recursos dan para lo que dan". Recuerda, además, su paso por la diputación provincial, "durante tres legislaturas", y avala su experiencia por "conozco a mucha gente y me mantengo con la misma ilusión y participación". ¿Todo esto forma parte de su campaña para las próximas elecciones? "Yo no hago campaña electoral, la llevo haciendo durante 44 años. El que quiera saber lo que hago, que mire todo lo que pasado durante estas cuatro décadas".

Tanto tiempo al frente del Ayuntamiento de Moscardón, con cambio de partidos incluido –estuvo con la UCD en la primera legislatura, 20 años en el PP y los últimos 20 representando al PAR- le han valido para ser uno de los mejores pintores de la política de la comunidad. "Creo que no hemos ido a mejor", lamenta Murciano, que considera que "al principio todo era más natural y hoy, en los sitios más grandes, lo que manda es mantener el sillón".

Esas rencillas por los cargos o por conseguir una mayor exposición pública no llegan hasta los municipios más pequeños, como es el caso de Moscardón. "No se parece en nada, porque aquí nos toca poner dinero", cuenta Murciano. Tan poco se parece la situación en las grandes ciudades a lo que ocurre en estas localidades que al edil de Moscardón le cuesta verse como un representante más: "No soy un político, solo soy alguien que quiere hacer algo por sus vecinos".

"Hay que estar preparado para todo"

"Aquí hay que hacer de todo y estar todo el día en contacto con la gente", resume el edil sobre su función, que sale adelante porque "creemos en este proyecto". "Hay que estar preparado para todo, incluso para discutir", bromea Murciano, que pese a todo mantiene su alegría intacta: "Lo hago porque quiero a mi pueblo y quiero que todo mejore, he llegado a abandonar trabajo por seguir haciendo cosas por Moscardón". Esa concepción de importancia que el edil le da al ayuntamiento no es compartida por todos los ciudadanos, "que ven la institución como algo secundario", pero sí por algunos a los que les agradece "la ayuda constante y las ganas por apoyar los proyectos del pueblo".

"Es un camino muy largo", resume Murciano, en un rápido repaso a las más de cuatro décadas dirigiendo este pequeño municipio turolense. Un camino extenso que, sin embargo, no le ha generado muchos problemas, "porque en estos pueblos tan pequeños no pasan muchas cosas". Sucesos inolvidables aparte, el regidor sí que admite tener "mucha paciencia" con toda la gente que le rodea. "Aunque te ayuden y te echen una mano, tienes que darte cuenta de que en el cargo estás completamente solo", completa Murciano.

Un veterano entre jóvenes

A Murciano le cuesta encontrar un ramillete de momentos con los que quedarse de su extenso mandato. No es por falta de memoria, es por su necesidad de vivir en el presente y seguir asumiendo el reto futuro de que Moscardón mantenga su crecimiento. Hoy son 60 vecinos los que acompañan a su alcalde en la localidad: un cuarto de ellos son menores de 16 años, motivo de alegría para el veterano regidor. "Estoy muy contento de tener un pueblo tan joven, con gente que se quiere quedar, por mantener la escuela abierta y que los chavales puedan ir a su colegio", relata Murciano, que se ve ligeramente parecido a esos jóvenes, aunque desde su atalaya de los 80 años. "Creo que puedo seguir siendo útil para mi pueblo, pero es cierto que físicamente no tengo 40 años", admite, alegre, el todavía alcalde.

Este veterano de la política es de los que opina que esta ciencia desapareció hace muchos días de la vida de municipios como Moscardón: "No afecta lo que pasa en los despachos o los líos entre partidos, porque en estos pueblos se vota a la persona". Importante que lo diga él, candidato del PAR, en el año más convulso de la historia reciente de la formación.

"El que quiere a su pueblo y quiere que el municipio prospere, tiene que meterse en esto y ayudar todo lo posible", culmina Murciano, que se despide con una tierna amenaza de perdurabilidad: "A ver si dentro de cuatro años me vuelves a llamar porque seguimos dando guerra".