Políticas para una crisis global

Las oenegés aragonesas se alinean con la coordinadora estatal de organizaciones de desarrollo y suscriben sus propuestas de cara a las próximas elecciones generales de este domingo

Movilización de la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo de España para pedir la reforma de la ley de cooperación

Movilización de la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo de España para pedir la reforma de la ley de cooperación / Coordinadora de organizaciones para el desarrollo

Mario Gracia

El próximo domingo se celebran elecciones generales y las oenegés de desarrollo aragonesas, agrupadas en torno a la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS), no han querido mantenerse al margen en esta crucial cita electoral. “Las elecciones del 23 de julio son una oportunidad para que los partidos políticos respondan con rigor a las múltiples crisis que afectan a la ciudadanía dentro y fuera de nuestro país”, asegura la FAS en un comunicado, en el que ha fijado sus posiciones de cara a los comicios, adhiriéndose al documento ‘Es hora de cooperar. Una ley de consenso por desarrollar’ de la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo de España.

En dicho manifiesto, la Coordinadora, de la que las FAS es integrante, presenta sus propuestas en defensa de la política de cooperación con la intención de que los partidos las incorporen a sus programas electorales. Ambas organizaciones están manteniendo encuentros con candidatos y candidatas de distintos grupos políticos para trasladarles en persona estas peticiones. Con dicho fin, Irene Bello, presidenta de la organización estatal, se reunió el pasado jueves con Cristina Narbona, del PSOE, José Herrera, del PP, y Ernest Urtasun, de Sumar. Todos ellos firmaron un ‘compromiso con la cooperación’ en nombre de sus partidos, que también ha sido suscrito por PNV, ERC, BNG, CUP y EH-Bildu.

El desarrollo de la nueva Ley de Cooperación para el Desarrollo y la Solidaridad Global, aprobada el pasado mes de febrero con un amplio consenso –votaron a favor todos los grupos parlamentarios del Senado, excepto Vox-, “marca el camino” a seguir, a juicio tanto de la FAS como de la Coordinadora. “Tal como establece la ley, debemos construir una política de Estado sólida y coherente, fortalecida institucionalmente, con los recursos presupuestarios necesarios y que avance en la consecución de la Agenda 2030 y los derechos humanos. Necesitamos propuestas ambiciosas y responsables que pongan en el centro los derechos de las personas y la sostenibilidad del planeta”, argumentan las oenegés en su documento de propuestas.

“Esta ley marca la senda que deberá seguirse de ahora en adelante para dejar atrás una década de debilitamiento y transformarla en una verdadera política palanca que promueva las transiciones necesarias y el desarrollo sostenible”, prosiguen. La próxima legislatura toca desarrollar y aplicar la nueva norma “y llevar a la práctica las reformas que propone. Y eso significa acelerar las medidas para cumplir lo establecido en la Agenda de Desarrollo Sostenible para el año 2030 y garantizar los derechos humanos”.

Y, todo ello, en un contexto global marcado por los múltiples desafíos que afronta la humanidad “que ponen en riesgo el marco de derechos humanos para todas las personas en todo el mundo”. La multiplicación de las desigualdades, la pobreza, las crisis humanitarias, los conflictos y los desplazamientos forzosos, sumados a la escalada armamentística, la emergencia climática, la superación de siete de los nueve límites ecológicos planetarios, los desafíos de la inteligencia artificial o el deterioro de la democracia “alertan de un modelo social, económico y político que necesita repensarse desde un enfoque basado en la cooperación, la solidaridad, los feminismos, la conexión con la ciudadanía y el respeto del planeta que nos acoge”, sostiene la Coordinadora.

Las oenegés defienden que “se ha vuelto más perentorio que nunca” proteger los bienes públicos globales, como el medioambiente, la paz, los derechos humanos –educación, alimentación, salud…-. En estas circunstancias, nuestro país “tiene la responsabilidad de impulsar, con mayor fuerza y recursos, las transformaciones urgentes de nuestras sociedades”, exhorta la Coordinadora estatal.

Y debe hacerlo “sin olvidar que nos situamos en un marco de liderazgo con la Presidencia de España del Consejo de la Unión Europea en este segundo semestre del año”. A lo que la FAS agrega que “será una buena oportunidad para demostrar qué papel queremos jugar en el mundo y de qué modo contribuimos a construir una Europa que defienda sus valores fundacionales: la democracia, los derechos humanos, la igualdad y la paz”.

Es hora de cooperar

Tanto la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS) como la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo están de acuerdo en que vía más directa para caminar en la dirección que las oenegés han marcado en su manifiesto ‘Es hora de cooperar’ es que el próximo Gobierno de España impulse el desarrollo de la Ley de Cooperación para el Desarrollo y la Solidaridad Global. Ello implica culminar la reforma del sistema de cooperación, desplegando el marco reglamentario previsto en la norma. También supone aumentar el presupuesto destinado a la política de cooperación, “alcanzando lo antes posible” el 0,7% del PIB, es decir, al menos 8.000 millones al final de la próxima legislatura.

Además, la Agenda 2030 debe orientar “de modo estratégico la acción del Estado” desde “la coherencia de políticas para el desarrollo sostenible”. Las oenegés también apuestan por fortalecer la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la relación del Gobierno con las organizaciones de desarrollo. Proponen que el VI Plan Director de la Cooperación esté “alineado con los enfoques feministas, ecologista, de infancia y basado en derechos humanos”, al igual que la política exterior. Finalmente, piden promover la participación ciudadana y “reconocer el papel de las cooperaciones descentralizadas como expresión de la solidaridad de los pueblos”.