Opinión | EL ARTÍCULO DEL DÍA

Respeto para la UMD

Es habitual que al hilo del recuerdo de la revolución de los claveles, el 25 de abril, se cite a la UMD (Unión Militar Democrática) que, según la idea más extendida, tuvo ciertos paralelismos con la portuguesa. Yo no estoy muy de acuerdo, pero es una opinión. Dos buenos amigos, integrantes en su día de esa organización, Arturo Gurriarán y Jesús Martín-Consuegra, me invitan a visitar en Youtube un documental sobre el tema. Su título: Agua en la pólvora del franquismo, realizado por Diego Asensio Gómez. No me ha gustado, ya que no aporta nada a lo que ya sabíamos, contiene evidentes errores y le veo, aunque esa es una simple opinión, un sesgo desafortunado.

Cuando falleció Julio Busquets sus hijos, de acuerdo con sus últimas voluntades expresadas en su testamento, me entregaron la documentación que obraba en su poder sobre esta asociación de militares. Fruto de su estudio, de las muchas horas de conversación con integrantes de la misma y de otras investigaciones, nació el libro Militares contra Franco, historia de la UMD, Zaragoza 2002, en el que reproduzco muchos de esos escritos. En 2019 deposité en el Centro Documental de Memoria Histórica, en Salamanca, un ejemplar de ese libro, otro del que editó el Estado Mayor Central del ET sobre el tema, más el que identificaron entre ellos como el «libro marrón», donde se recogían escritos y recomendaciones para los que iban ingresando en la asociación, junto a toda la documentación que tenía en mi poder.

En mi libro identifico a 174 jefes, oficiales y suboficiales (muy pocos, apenas una decena, incluso solo por el alias) que tuvieron alguna relación con la UMD. Algunos fueron muy protagonistas y unos pocos no se afiliaron, pero tuvieron un peso en la actividad de esta organización. Paradigmático en este segundo grupo es Luis Pinilla especialmente en FORJA y en la Escuela de Psicología del Ejército.

Este dato numérico que acabo de facilitar nos indica bien a las claras que la UMD fue una organización muy plural y que una parte importante de su fuerza estuvo en su número, nunca conocido hasta mi investigación. En ámbitos políticos de la transición se llegó a especular con miles de afiliados. Pretender reducir lo que supuso esta asociación a unos pocos nombres es hacerle un flaco favor.

Hay unos hechos que nadie discute, pero si contamos solo una parte estamos dando una visión sesgada de lo que ocurrió. Voy a tratar de exponer en unas pocas líneas lo imprescindible. A Portugal no fue ningún delegado de la UMD, por la sencilla razón de que aún no existía como tal. Luis Otero y Julio Busquets, juntos, y José Fortes, solo, se dirigieron a Lisboa y Oporto a conocer de primera mano lo que estaba ocurriendo. Los días 31 de agosto y 1 de septiembre, de ese año de 1974, en Barcelona, donde estaban destinados la mayoría, en el domicilio de Guillermo Reinlein, nació formalmente esta asociación de militares demócratas y antifranquistas. Los doce fundadores fueron: además del anfitrión, Julián Delgado (que tuvo que ausentarse para revalidar su diploma de paracaidista, por tanto, presente en espíritu), Julio Busquets, Luis Otero, José Sagrado, Juan Diego García, Jesús Martín-Consuegra, Gabriel Cardona, Enrique López-Amor, Santiago Perinat, José Julve y Antonio Miralles. Tres comandantes y nueve capitanes, de ellos cinco del Arma de Ingenieros del ET.

Tal como quedó claro en los primeros documentos, cuando España fuese una democracia se disolverían. Y así lo hicieron el 26 de junio de 1977, a escasos diez días de las primeras elecciones tras el fallecimiento de Franco. Tanto la dirección de esta asamblea como de la organización en los últimos meses correspondió, al alimón, a dos personas muy queridas por una inmensa mayoría: Jesús Martín-Consuegra y Pepe Julve.

Los miembros de la UMD más conocidos por la opinión pública fueron siete de los procesados en el sumario 250/75: Luis Otero, José Fortes, Fernando Reinlein, Jesús Martín-Consuegra, Fermín Ibarra, Restituto Valero y Manuel Fernández Lago, todos ellos separados del servicio. No fueron los únicos procesados, sometidos a tribunales de honor o sancionados disciplinariamente, otros fueron: Julio Busquets, Pepe Julve, Jesús Molina Javierre, Antonio García Márquez, Abel Ruíz Cillero, Enrique López-Amor, Juan Diego, Arturo Gurriarán, Guillermo Reinlein, Julián Delgado, Antonio Herreros, y José Ignacio Domínguez (Cuchi).

Por todo lo que acabo de escribir queda claro que el protagonismo fue colectivo y que pretender situar en Madrid y en Luis Otero la clave de la UMD no es cierto. Recuerdo, afecto y respeto es lo que merecen todos los que lucharon, desde dentro del ejército, para que la democracia llegase a nuestro país.

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