Entrevista | Exjugador del Real Zaragoza, club al que ha pertenecido 16 años

Lasure: "Cada día que vestí la camiseta del Real Zaragoza fue la hostia"

El canterano hace balance de sus 16 años en el club, asegura que no se va dolido con nadie y "sí con la espina clavada por no haber podido jugar más". Afirma estar "convencido de que puedo volver a ser el que fui" antes del tumor y ratifica su deseo de regresar algún día a la que considera su casa

Lasure posa en la Ciudad deportiva antes de su salida de la entidad zaragocista.

Lasure posa en la Ciudad deportiva antes de su salida de la entidad zaragocista. / Jaime Galindo.

S. Valero

¿Qué sensaciones tiene estos días tras su salida después de 16 años en el Real Zaragoza?

Por un lado, de extrañeza, porque es dejar el club de tu vida, con mucho tiempo ahí y te invita a hacer un balance en el que tienes un cúmulo de sentimientos en la cabeza, pero por otro además de esa nostalgia tienes una sensación de alivio porque sabes que has resuelto una salida que eras consciente de que se tenía que dar.

¿Cuándo decidió que no había más opción que salir?

Cuando el club le comunicó unas semanas antes del inicio de este mercado a mi agente que debía hacerlo y yo tenía claro que no iba a poner ningún tipo de problema, ni a ir en contra del Zaragoza en eso.

En verano ya pudo salir y apostó por seguir. ¿Por qué?

En ese momento era precipitado irse, quedaba poco tiempo para cerrar el mercado y los equipos tenían todos las plantillas perfiladas y contaba con pocas opciones. Consideré que lo mejor era quedarme y el club no puso ningún problema.

"Me queda la sensación de que quería haber aportado algo más, me sabe mal no haber jugado más, sobre todo en La Romareda, que tanto me habría gustado. Estaba el deseo de demostrar que estás bien y que puedes seguir compitiendo al máximo"

Una vez que fue inscrito en enero pasado tras superar su tumor testicular apenas ha jugado, solo ha tenido minutos en tres partidos. ¿Se le queda un sabor amargo por eso?

Me queda la sensación de que quería haber aportado algo más, me sabe mal no haber jugado más, sobre todo en La Romareda, que tanto me habría gustado. Estaba el deseo de demostrar que estás bien y que puedes seguir compitiendo al máximo. Lo he vivido, eso sí, con normalidad, tratando de luchar siempre, ya que eso ha sido mi seña de identidad en mi vida y como futbolista.

Al final el club le inscribió y apenas lo ha utilizado después. Mucho sentido no tiene…

No lo sé, eso es una cuestión del Zaragoza. Visto con retrospectiva es cierto que no lo tiene, aunque no creo que sea esa la cuestión. El club te inscribe con la intención de que pelees por un puesto y después las circunstancias, los entrenadores, el contexto… hacen que no se dé el caso de esa oportunidad. Las cosas está claro que se han producido de forma diferente a lo que yo podía pensar hace un año.

¿Se marcha dolido con alguien?

En absoluto, al revés, agradecido porque al final hago balance de todo, de esos 16 años, de esos muchísimos momentos buenos y otros no tanto. Todos asumimos que en nuestra vida vivimos cosas positivas y otras negativas, nada es completamente un cuento de color de rosa. Se trata de mirar en la globalidad y mi sentimiento solo puede ser totalmente positivo, aunque siempre en tu vida te puedes encontrar a gente que no confíe tanto en ti, pero no he sentido que nadie me hiciera algo malo de forma personal.

"Con Escribá he tenido una relación normal. En ningún caso me he sentido engañado, ni me ha mentido ni nada de eso. Al revés, el trato ha sido fenomenal y solo me puedo sentir agradecido"

Escribá no le dio minutos, ¿fue claro con usted sobre su situación?

He tenido una relación normal con él. Al comunicarme que debo salir entiendo que es una decisión de todo el club y Escribá me dice lo mismo al hablar conmigo. En ningún caso me he sentido engañado, ni me ha mentido ni nada de eso. Al revés, el trato ha sido fenomenal y solo me puedo sentir agradecido, sin ningún motivo para quejarme, al contrario.

"Lo que me tocó vivir con la enfermedad hace que lo que he pasado de estar sin participar lo vea de otra manera, he sido capaz de relativizarlo muchísimo"

Pasó por un tumor testicular y siempre dijo después que esa adversidad fue una oportunidad tremenda para ser mejor. Esa enseñanza también le habrá valido para estos meses.

Por supuesto. Lo que me tocó vivir hace que lo que he pasado de estar sin participar lo vea de otra manera, he sido capaz de relativizarlo muchísimo. En otros momentos de mi carrera en los que jugué poco, los viví de una forma diferente, no tenía nada que ver. Aprendí una lección importante con la enfermedad y eso te cambia el enfoque, estoy convencido de que si otros compañeros no hubieran jugado prácticamente nada en un año habrían sufrido mucho más de lo que lo he hecho yo. Y esa lección de la adversidad como oportunidad también me la digo ahora, cierro una etapa en Zaragoza y no dejo de ver un horizonte de futuro por mucho que ahora esté sin equipo.

Dani Lasure posa tras un entrenamiento del Real Zaragoza.

Dani Lasure posa tras un entrenamiento del Real Zaragoza. / JAIME GALINDO

¿Lasure sigue siendo el mismo jugador que antes del tumor? ¿Puede dar el nivel que dio, por ejemplo en la 17-18, con Natxo González?

Estoy convencido de eso, sin ninguna duda puedo volver a ser el que fui y demostré en esos momentos.

De hecho, al final de esa temporada, el Eibar hizo una oferta importante por usted al Zaragoza y suponía jugar en Primera. ¿Hasta qué punto rechazar eso cambió todo?

No sé cómo fue de decisivo en mi carrera, claro que en su momento lo pensé, pero ahora ya no le doy vueltas. Supuso un punto de inflexión como muchas otras cosas, ha habido momentos que marcan mi vida deportiva y ese está seguro entre los 10 más importantes. Sin embargo, no lo miro con amargura ni echo la vista atrás, pensando en que se fue todo al garete. Ya digo que me quedo en lo global y eso solo puede ser positivo.

¿Su mejor y su peor momento en estos 16 años en el Real Zaragoza?

El mejor, mi debut en La Romareda (en Copa ante el Valladolid, el 7 de septiembre de 2016), es el más especial y el que cualquier jugador de la casa desea vivir y el peor, no tengo ninguno, de verdad. Soy un privilegiado y cada día que he vestido la camiseta del Real Zaragoza ha sido la hostia.

"Una espina global es no haber podido ascender a Primera, donde el equipo tiene que estar por historia y grandeza, y tengo esa decepción de no haber podido aportar mucho más a ese logro"

¿Se va con alguna espina clavada?

Con varias, la más inminente es la de no haber podido jugar más estos meses en La Romareda para que la gente me viese que estoy bien y yo poder disfrutar de esa sensación única porque en ningún sitio del mundo sentiré lo que aquí jugando al fútbol. Y una espina más global es la de no haber podido ascender a Primera, donde el equipo tiene que estar por historia y grandeza, y tengo esa decepción de no haber podido aportar mucho más a ese logro, además de por supuesto la de no jugar con el Zaragoza en la élite, eso es indiscutible. Hubiera sido un sueño haber ayudado en eso y disfrutar de la Primera aquí.

Con su salida, aquella hornada en la que estaban Pombo, Delmás, Guti o usted ya desaparece por completo…

Ya no quedamos ninguno y ha habido ese relevo generacional de canteranos. Es bonito recordarlo y destacar que fue una buena hornada de jugadores que aportamos cosas y que vivimos ese sentimiento común. Eso es lo que queda y seguro que lo recordaremos cuando nos juntemos, porque fuimos partícipes de algo muy bonito.

"Jugar en casa te hace dar un plus. Debería ser un principio inviolable que al menos tres o cuatro futbolistas de la cantera estuvieran sobre el césped cada día"

En ese sentido, el club, con cambio de proyecto y de responsables deportivos, ha seguido apostando por la cantera: Francho, Francés, Azón, Puche, Luna…

Es una de las mejores noticias que hay, porque el Zaragoza no debe perder ciertas señas de identidad y eso se consigue teniendo a la máxima gente posible de la cantera en el primer equipo. Cuando juegas en tu casa das un plus que no lo haces al estar fuera. Tengo clarísimo que el jugador criado aquí tiene una cosa especial que no la posee el que viene y siempre ese futbolista da más aunque solo sea por la sensación única de jugar en La Romareda. Para mí, debería ser un principio inviolable que al menos tres o cuatro futbolistas de la casa estuvieran sobre el césped cada día.

Ha estado hasta hace unos días en esa plantilla, ¿qué sensaciones le da el equipo?

Está siendo una temporada irregular. Sí que creo que el fútbol ha mejorado con la llegada del nuevo cuerpo técnico, con una línea ascendente, pero al final en puntos no se está traduciendo demasiado. Veo al Zaragoza ahora en un punto muerto, pero al final esta Segunda por lo igualada y competida que es te da opciones siempre de dar el salto arriba. Lo importante es que no se descuelgue, si es capaz de ganar tres o cuatro partidos seguidos se va a ver con opciones de llegar a la promoción.

Pero, ¿hay nivel de plantilla para eso?

Creo que sí, pero como lo tienen otros muchos equipos. Es que hay muchas plantillas de un nivel muy parejo, pero es verdad que no tenemos un grupo con algún crack, aunque también el equipo está más compensado y equilibrado al no tener ese futbolista tan diferencial. 

"La sensación del cambio con la nueva propiedad la tengo sin duda, pero estos son paulatinos, queremos que sean cuanto antes para ese ascenso, pero lo normal es que todo lleve su proceso y su tiempo"

¿Cree que el nuevo grupo inversor que ha entrado en el club está dando pasos sólidos para ese retorno a Primera?

Diría que sí. Es lo que se ha dicho en todo momento y además se han visto ya cosas que no pasaban hace tiempo, como las mejoras en la Ciudad Deportiva. La sensación del cambio la tengo sin duda, pero estos son paulatinos, queremos que sean cuanto antes para ese ascenso, pero lo normal es que todo lleve su proceso y su tiempo.

¿Hacia dónde encamina su futuro? ¿Tiene alguna preferencia en su destino?

No lo sé. Estoy pendiente de ver opciones con mi agente cuando estén sobre la mesa y ya decidiré. No tengo ni idea de por dónde va a ir. Prefiero quedarme en España por el nivel futbolístico y por la vida aquí, pero estoy abierto a todo y no me cierro puertas.

"Es un sentimiento para siempre, no se puede discutir ni cambiar. Me moriré siendo zaragocista, porque siento que ese escudo lo llevo tatuado en el pecho"

Con su salida el Zaragoza pierde un jugador, pero el zaragocista que desde niño iba a La Romareda sigue ahí.

Es un sentimiento para siempre, no se puede discutir ni cambiar. Me moriré siendo zaragocista, porque siento que ese escudo lo llevo tatuado en el pecho. Es que no tengo la sensación de irme, si subiera a la Ciudad Deportiva ahora me sentiría en casa, de hecho era de los empleados más antiguos que había en el club. El zaragocismo se lleva por dentro y de eso no se sale nunca.

Por cierto, dijo en su despedida en redes sociales que el Zaragoza y usted se volverían a encontrar. ¿Tiene claro el cómo?

Fue un deseo más que otra cosa porque siento que es mi casa y me encantaría estar vinculado en un futuro al Zaragoza de la forma en que fuera. Me encantaría ser partícipe de algo del club en un futuro, porque como en el hogar de uno no se está en ningún sitio.  

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